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domingo, 28 abril, 2024

A los primeros venezolanos deportados desde Estados Unidos solo los esperaba la policía

El avión Boeing 737 de Aero Airways aterrizó en el aeropuerto de Maiquetía 3 minutos antes de lo previsto con 127 migrantes venezolanos custodiados por 8 agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) de EE. UU.

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No había pancartas de bienvenida. Ni arreglos con globos o flores. Tampoco familias para brindar un abrazo de esos que te hacen sentir seguro tras el regreso a casa. Y es que a los primeros venezolanos deportados de Estados Unidos, el miércoles, 18 de octubre, nadie los esperaba.

Ningún familiar o cara amable. Su comité de bienvenida eran funcionarios policiales y militares. No los recibieron con fanfarria o alegría, sino con caras largas, como cuando te devuelven algo que ya no deseas.

No hubo declaración oficial de las autoridades presentes en el aeropuerto internacional Simón Bolívar de Maiquetía. Al contrario, todo se manejó con hermetismo y misterio desde la llegada del vuelo.

Ningún vocero oficial declaró sobre la razón de la cantidad de funcionarios de seguridad enviados, cómo fue el proceso de recibimiento de los migrantes expulsados ni el destino de quienes llegaron en ese avión.

Nada se supo sobre las razones que permitan reconstruir el rompecabezas de la deportación. Solo se ventilaron rumores o comentarios de fuentes sin autorización para conceder entrevistas.

Lo único claro fue que el avión despegó de Harlingen, Texas –frontera con México–, con una escala en Miami para recargar combustible y que llegaría a Venezuela a las 4:30 p.m. De hecho, aterrizó en Maiquetía tres minutos antes.

VIDEO | Así fue el primer vuelo de deportación de EE. UU. a Venezuela 

“¿Te dijeron quién viene en ese avión? Debe ser un pesado porque entonces no entiendo qué hacemos aquí”, le comentaba un funcionario joven de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) a otro compañero mientras pagaban plantón cerca de la capilla de la terminal internacional.

Allí se apostaron, por lo menos, 100 funcionarios y periodistas de medios internacionales y nacionales, para recibir a los deportados que, presuntamente, saldrían por la puerta lateral que conecta con el pasillo de embarque y desembarque de los vuelos internacionales. Pero eso no sucedió.

En la puerta de acceso de la zona de protocolo a la zona de tránsito internacional de Maiquetía, funcionarios de seguridad entraban y salían mientras se desarrollaba el operativo de registro de los deportados. l Foto: Nadeska Noriega.

Por ese lugar desfilaron el ministro de Interior, Justicia y Paz, Remigio Ceballos Ichaso; el canciller de Venezuela, Yvan Gil; los directores del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) y del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime), Douglas Rico y Gustavo Vizcaíno, respectivamente.

Los altos funcionarios apuraron el paso cuando algún periodista se acercaba a preguntar sobre los deportados y evadieron las interrogantes con saludos.

“Esto es un misterio”, le respondió el otro policía al que le hizo la pregunta.

127 venezolanos en la puerta 14

Aunque la cifra de venezolanos deportados tampoco fue confirmada por las autoridades, en Maiquetía hablan de 127 deportados.

“En el avión caben 135 pasajeros más la tripulación. Llegaron 127 deportados y 8 oficiales de Estados Unidos para completar el proceso”, aseguró a El Pitazo un empleado de la zona interna del aeropuerto de Maiquetía que pidió la reserva de su identidad.

La fuente también confirmó que el avión que aterrizó en suelo litoralense era de matrícula norteamericana, un Boeing 737, matrícula SWQ3960, operado por la empresa Aero Airways y no de Conviasa, como se especuló.

Los agentes estadounidenses que custodiaban a los venezolanos pertenecen al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. (ICE, por sus siglas en inglés).

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Asimismo, la fuente aseguró que a quienes cumplieron labores de pista, campo y operaciones de desembarque, se les advirtió que no tomaran fotos ni videos porque los únicos autorizados para grabar eran los miembros del canal del Estado Venezolana de Televisión (VTV). Mientras que el ministro Remigio Ceballos asumió la vocería única.

“El avión llegó a la puerta 14, pero los deportados bajaron por la escalera directo a la pista y no por el túnel de desembarque, pues en la zona se dispuso a personal del Saime y de la policía para tomarles las huellas. También Interpol. Les hicieron la prueba de COVID-19 y de otras enfermedades infecciosas. Según los funcionarios había como 20 solicitados por los tribunales y por eso el montón de policías”, explicó el trabajador del aeropuerto.

A pesar de las especulaciones, en su cuenta de la red social X (antes Twitter), Ceballos Ichaso reportó que solo tres de los deportados fueron entregados a funcionarios del Cicpc al tener solicitudes penales en el Sistema de Investigación e Información Policial.

El avión de matrícula estadounidense operado por Aero Airways fue fletado para traer el primer vuelo de deportados a Maiquetía. l Foto: Cortesía Cuenta X Remigio Ceballos Ichaso.

Parecía que el despliegue estuvo más relacionado con la presencia del propio Ceballos que de los deportados en Maiquetía.

Bienvenida poco calurosa

Otro detalle que sorprendió a los trabajadores del aeropuerto fue la frialdad en el recibimiento, nada parecido al jolgorio que se ha organizado para dar cobertura a los vuelos de Vuelta a la Patria realizados por la aerolínea estatal Conviasa.

“Les damos esa bienvenida calurosa para que rehagan su vida. Por supuesto que nosotros estamos aquí, prestos y listos, mediante la activación de un comando unificado e integral, para la recepción de todos estos hermanos repatriados y dar estricto cumplimiento a los protocolos internacionales”, declaró el ministro de Interior y Justicia al canal VTV desde el aeropuerto.

El personal de Maiquetía vio llegar a personas que describieron “venezolanos muy humildes”.

“[Era] gente que decía que había atravesado el Darién y que, en lo que cruzaron la frontera, los metieron en una cárcel. Yo supongo que son centros para migrantes. Algunos hablaban de que fueron maltratados. Esos casos los llevaban aparte para grabarlos. Igual, el trato de los funcionarios era muy descortés. Algunos preguntaron si su familia sabía que estaban de vuelta y que no tenían ni teléfono ni plata para llamar. Yo he estado cuando llegan de Perú o de Chile y la actitud del gobierno es otra. Quizás porque en esos vuelos es la Embajada de Venezuela quien los selecciona y aquí llegaron los que mandaron los gringos”, contó otro empleado aeroportuario que también pidió la reserva de su nombre.

Funcionarios de la Gobernación de Vargas comentaron que el Hotel Sanitario de Camurí Chico, a donde llevaban a los viajeros positivos a COVID-19 cuando empezaron los vuelos, sería reacondicionado porque es posible que sirva de espacio para algunos deportados en el vuelo semanal que ingresará desde Estados Unidos.

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