Caracas.- En el pueblo de La Pica las calles están tranquilas. Es poco común que el portón de entrada hacia el Centro Penitenciario de Oriente, conocido como cárcel de La Pica, esté así. De hecho, lo frecuente es que cientos de mujeres y hombres se aglomeren para entrar o dejar la encomienda: comida, agua, ropa y demás enseres para los presos. Al contrario, esperan en las adyacencias para poder entrar.
La Pica es la cárcel ubicada en la parroquia homónima de Maturín, capital del estado Monagas, donde conviven 1.400 privados de libertad. Allí, los habitantes están preparados para que la Operación Gran Cacique Guaicaipuro tome el penal. De hecho, fuentes en el pueblo aseguran que durante el fin de semana los presos sacaron todas sus pertenencias.
Este miércoles, 1 de noviembre, las personas contaron al equipo de El Pitazo que muchos presos sacaron vacas, gallos, cerdos y perros hacia otras zonas del estado.
Por ello, la mañana de este miércoles 1, las familias no habían podido entrar a ver a los reclusos. Eso hizo que se formara un nutrido grupo de personas que aguardaba no solo noticias, sino para entregar las comidas a los reos.
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Lo que ocurre en la cárcel de La Pica es lo mismo que ya pasó en la cárcel de Puente Ayala, según reportes del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP).
El OVP difundió en una nota de prensa que los pranes sacaron vacas, motocicletas y electrodomésticos el fin de semana antes de la intervención.
Orden ministerial
Mientras se materializa el ingreso de la Operación Gran Cacique Guaicaipuro, la orden del Ministerio de Interior y Justicia es mantener la entrada de la cárcel despejada. Es por ello que las personas no pueden aglomerarse como antes.
Afuera, la información relacionada con el penal es dada por unos cinco guardias nacionales que, con frecuencia, se reúnen con las familias para tranquilizarlas sobre las condiciones de los reclusos. «Están bien, es lo único que dicen», comentó un familiar.
El Pitazo también conoció que desde el fin de semana, cuando hubo visita, se prohibió que las personas entraran con las provisiones habituales para los presos.
“Eso nos confirma que la intervención ocurrirá esta semana y que, además, algo pasa porque no es normal que no nos permitan dejarles sus cosas a ellos. Necesitamos que nos expliquen qué pasa”, dijo la mamá de un recluso que tiene tres meses internado en La Pica.
La mujer está preocupada porque no sabe qué pasará con su hijo. “No sé a dónde ni cómo le llevaré la comida”, expresó. En la visita del domingo, su hijo le manifestó el temor que siente al desconocer qué les ocurrirá y a dónde los llevarán.
Familias piden traslados a Sucre
Las familias de reclusos en La Pica aguardan con incertidumbre la toma. Creen que es una acción innecesaria porque el penal se ha mantenido en calma y no se reportan agresiones entre los presos.
Pero, al concretarse tres intervenciones anteriores, los allegados están claros en que la cárcel de La Pica no pasará desapercibida para el gobierno de Nicolás Maduro. En este sentido, tienen una sola petición: que los traslados se realicen hacia la cárcel de Cumaná, en el estado Sucre.
“No es que estemos de acuerdo, pero Sucre es más cerca que Zulia”, expresa la esposa de un hombre que tiene dos años preso en La Pica y que aguarda por la continuación de su juicio por robo agravado.
Las esposas, madres y hermanas de los reclusos esperan que de concretarse la intervención todo transcurra en paz. “Queremos que los derechos humanos de todos ellos se garanticen porque aquí todo ha sido de mutuo acuerdo”, sentenció la hermana de un detenido.
De materializarse la intervención en la cárcel de La Pica, esta sería la cuarta cárcel que toma el gobierno de Maduro. Antes lo hizo con Tocorón, en Aragua; Tocuyito, en Carabobo, y Puente Ayala, en Anzoátegui, el 30 de octubre.
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