Caracas.– El personal sanitario de los hospitales públicos de Venezuela aún enfrenta el desafío de prestar atención con fallas de electricidad, que cada vez son más recurrentes y prolongadas en gran parte de los estados del país.
Como consecuencia, en los últimos meses hay una tendencia al aumento del tiempo sin luz en los centros de salud: hasta 8 horas semanales, en promedio, pueden estar a oscuras los hospitales, de acuerdo con las estimaciones manejadas por Julio Castro, médico y coordinador de la organización Médicos por la Salud, que elabora la Encuesta Nacional de Hospitales. “Hemos percibido incluso que este indicador subió a 9,3 horas por semana”, comentó.
Castro resaltó que los hospitales de los estados centrales ahora pueden estar más tiempo sin electricidad que en años anteriores.
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“En los últimos meses hemos evaluado también que en Caracas y los estados Miranda y Vargas, que eran privilegiados por gozar de un servicio de energía eléctrica más o menos óptimo, hoy registran fallas constantes, como ocurre en las entidades del interior del país, que suelen sufrir más cortes de electricidad continuos”, explicó.
Entre enero y mayo de 2023 en 40% de los hospitales monitoreados por Médicos por la Salud hubo fallas eléctricas recurrentes. El porcentaje, incluso, representó una disminución de 10% con respecto al año 2022. “Sin embargo, la única manera de que este indicador reporte una situación normal es que el porcentaje de hospitales que reportan fallas eléctricas sea cero”, aclaró la organización en su último boletín.
La crisis energética en el país se agudizó en 2019 con el megapagón que dejó a oscuras a gran parte del territorio. Desde entonces, los venezolanos denuncian el aumento de las interrupciones del servicio que se extienden por horas o las fluctuaciones de electricidad.
El 13 de septiembre de 2023 en Caracas y en 16 estados hubo bajones de luz. En las redes sociales, usuarios señalaron que en algunas zonas ocurrieron hasta tres fluctuaciones eléctricas. El Comité de Afectados por los Apagones señaló que entre enero y mayo de este año hubo 31.123 fallas eléctricas en el país, y fue el estado Zulia el más afectado, reseñó una nota de la agencia de noticias EFE en junio.
484 muertes en tres años
Médicos por la Salud registra desde 2019 el número de pacientes fallecidos dentro de los hospitales durante el lapso en que permanecen sin luz. Castro precisó que en los últimos meses de 2023 no han recibido nuevos reportes de muertes, a pesar del aumento de horas sin luz en los centros asistenciales.
En años anteriores, la Encuesta Nacional de Hospitales (ENH) registró un alza en el número de fallecidos ocurridos durante los apagones. Entre 2019 y 2022, Médicos por la Salud contabilizó 484 muertes. Los fallecimientos aumentaron en 1.170% en dos años.
Para el médico infectólogo, el cese de reportes de muertes en hospitales ―en especial en áreas de medicina crítica― durante los cortes de luz prolongados obedece a que las plantas eléctricas, instaladas en los 40 centros de salud que monitorea la organización, están respondiendo ante la contingencia.
En la ONG Médicos Unidos de Venezuela, que también recaba información en hospitales del país, tampoco han recibido información sobre fallecimientos en los centros de salud en el tiempo en el que se quedan sin electricidad. Pero sí sobre dificultades para el funcionamiento de algunas plantas eléctricas en el momento en que ocurre la interrupción de la energía.
“Lo que hemos visto es que hay un retraso en el encendido automático de las plantas eléctricas, que debería prenderse entre dos y cinco segundos máximo. Este retraso ha ocurrido actualmente con más frecuencia en los hospitales del oriente del país”, declaró Jaime Lorenzo, coordinador de Médicos Unidos de Venezuela.
Lorenzo agregó que el retraso podría obedecer a fallas en el mantenimiento de los equipos.
“El retraso en el encendido de la plantas eléctricas obliga a que el personal deba encenderlas de forma manual. También hemos sabido que en algunos casos no se les hace el mantenimiento adecuado a los equipos o no se encienden cada semana para evaluar su operatividad o bien no cuentan con el combustible para funcionar”, sostuvo.
El Ministerio de Salud y Corpoelec no tienen información pública disponible sobre la operatividad de las plantas o el número de eventualidades que se registran.
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