La trabajadora del Hospital Universitario de Caracas (HUC) Francisca Santaella, denunció que una doctora en el servicio de emergencia de este centro de salud no quiso atender a su hijo de 15 años.
Luego de siete horas insistiendo para que lo evaluaran, tuvo que irse a su casa y al día siguiente fue diagnosticado con bronconeumonía en otro hospital.
Santaella llegó con su hijo a las 10:00 a.m. del lunes, 11 de septiembre, a la emergencia del HUC. El paciente tenía un fuerte dolor en el pecho, tos y fiebre desde hacía tres días.
A las 5:30 p.m., el adolescente no había recibido atención médica, explicó la madre al equipo de El Pitazo.
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Cuando ingresó al centro de salud y conversó con la doctora de turno, quien le indicó que debía esperar para que su hijo fuera atendido.
Sin embargo, pasó más de una hora y al no obtener respuesta le notificó a una médica adjunta lo que ocurría. Esta le ordenó que acudiera al servicio de rayos X para que le hicieran una radiografía al paciente.
Al tener la radiografía lista, aproximadamente, a las 12:30 p.m., se dirigió nuevamente al servicio de emergencia y la doctora de turno le volvió a indicar que debía esperar porque su hijo «no iba a morir».
«Tengo mucha molestia porque le insistí a la doctora para que atendiera a mi hijo y no me paró. Me respondió que él no tenía un solo día así y que por eso no se iba a morir. No le dio la gana de atenderlo», expresó Francisca Santaella, quien trabaja en el HUC desde hace más de cinco años.
Sin atención acudió a otro hospital
A las 5:30 p.m., y al no recibir atención médica, se retiró a su casa, pero el joven continuó con los síntomas.
El martes, 12 de septiembre, acudió al Hospital José Gregorio Hernández —Hospital de los Magallanes de Catia— donde le indicaron que su hijo tenía bronconeumonía.
Los médicos atendieron al adolescente y le suministraron el tratamiento que requería, de acuerdo con la madre.
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Santaella rechazó que siendo trabajadora del Hospital Universitario de Caracas tuviera que dirigirse a otro centro de salud para que atendieran a su hijo debido a los malos tratos que recibió del personal médico.
«Dejan que el paciente se muera y solo atienden a quienes ellos quieran. Es muy injusto y pasa con todas las personas, seas trabajador o no. Nosotros nos quedamos callados y dejamos que nos humillen, pero en esta oportunidad se metieron con mi hijo», precisó.
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