La educadora, egresada del Instituto Pedagógico de Caracas (UPEL), líder sindical del magisterio venezolano y quien participaba activamente en las marchas de trabajadores, aseguró que se retiró de la lucha en la calle por amenazas de muerte y por el descontento con grupos sindicales que no escucharon su advertencia de no acabar con las manifestaciones en el 2023. Ahora, en 2024, cree que no es un año de protestas, pues todas serán señaladas de política y pueden ocurrir detenciones y acusaciones en contra de dirigentes, como sucedió con Víctor Venegas en Barinas

Por: César Batiz Redacción: Mairen Dona

El 2023 fue un año de intensas protestas para exigir mejores salarios y condiciones laborales adecuadas. Ninguna exigencia fue atendida. Mientras, el 2024 comenzó con los mismos reclamos de los gremios, pero también con la detención del profesor y dirigente sindical Víctor Venegas.

Lo anterior demuestra la intención del chavismo de acabar con las protestas en el país en medio de un año electoral, en el que toda manifestación por derechos laborales o reclamos sociales será señalada de política, explicó la educadora y líder sindical Elsa Castillo, quien afirmó que se ausentó de las últimas manifestaciones por dos razones: una de ellas es porque un médico opositor atentó contra su vida.

La profesora, egresada del Instituto Pedagógico de Caracas (UPEL), comentó que a inicios del 2023 un médico “no oficialista, pero enchufado”, a quien prefirió no mencionar por el poder que tiene, intentó asesinarla al indicarle un tratamiento para la hipertensión, cuando ella no tenía esa patología. Comentó que el fármaco, del cual no quiso mencionar su nombre ni el tiempo que lo ingirió, es recetado a pacientes con problemas cardíacos y en procesos de trasplantes, por lo que los latidos de su corazón disminuyeron y eso perjudicó su salud.

“Me han agredido porque yo no estoy a diario en la calle. En mi caso, yo no voy a exponerme. Tengo que protegerme porque ese médico se la pasa en las protestas y me dijo que si se sabía que él recetó un medicamento errado íbamos a tener problemas. Todos queremos llegar al cambio de Venezuela, pero queremos llegar protegiendo nuestra vida, y yo no quiero ser el Negro Primero. Yo no soy carne de cañón y los trabajadores tampoco lo son”, sentenció la educadora en una entrevista vía YouTube que realizó el director de El Pitazo, César Batiz, y que tuvo que terminarse vía telefónica con una reportera del equipo por fallas de conexión que presentó Elsa Castillo.

Sin precisar el tiempo, la profesora comentó que luego de varios días de consumir el medicamento, notó cambios en su salud. Este hecho la obligó a tener que acudir a otros especialistas, quienes coincidieron en que no era hipertensa y que el fármaco no era para controlar la presión arterial, sino para bajar los latidos del corazón. Por este hecho se le realizó inmediatamente un proceso de desintoxicación. Pese a lo expuesto, la docente no mencionó los centros de salud en los que fue atendida.


Todos queremos llegar al cambio de Venezuela, pero queremos llegar protegiendo nuestra vida, y yo no quiero ser el negro primero

Profesora Elsa Castillo, dirigente sindical del magisterio

Otra de las razones por las que decidió apartarse de las manifestaciones fue su descontento con acciones de líderes sindicales que responden a lineamientos de partidos políticos, quienes intentaron desmontar las protestas gremiales porque las veían como “un estorbo” para la elección primaria que se hizo en octubre de 2023.

“Advertí que no debíamos desmontar la lucha en aquel momento porque en 2023 los procesos electorales eran sobrevenidos y, por lo tanto, nadie podía acusarnos de hacer algo para desestabilizar el país. Eso es básicamente lo que en la actualidad están diciendo que está intentando hacer el profesor Venegas. Desde el año pasado dije que absolutamente todo lo que se haga este año será atribuido a la política y no al salario», recordó la dirigente de la Coalición Sindical Nacional de Trabajadores.

Posible candidata presidencial

Elsa Castillo, jubilada desde 2015 después de 27 años consecutivos en el Ministerio de Educación, aseguró que la amenaza en su contra ocurre porque las personas la veían como una posible candidata presidencial y eso no lo querían algunos sectores. Por ello intentaron sacarla del camino.

Aunque no fue específica, por primera vez la profesora se refirió a su intención de ser candidata presidencial. Aseguró que está dispuesta a lanzar su candidatura haciendo lo que sabe hacer como profesora y dirigente sindical. Asimismo, dijo que para este 2024 no llevará su lucha desde la calle.

La gremialista comentó que por el clamor de los ciudadanos decidió preguntar qué requisitos necesitaba para inscribirse en la elección primaria y le pidieron 10.000 dólares, monto que no tenía y tampoco pediría prestado.


No entendí a qué se debió toda la agresión en contra de Víctor Venegas, pero su militancia política pudo influir

Profesora Elsa Castillo, dirigente sindical del magisterio

La profesora egresada de la UPEL hizo referencia a una encuesta, de la que no dio especificaciones, en la que se les preguntaba a los ciudadanos por quién votarían en las presidenciales. Afirmó que Lorenzo Mendoza y ella lideraban la consulta, pero que si él no se lanzaba a la candidatura, ella quedaba como favorita; sin embargo, algunos sectores no lo querían así, relató en la entrevista.

“Quien lidera las encuestas es Lorenzo Mendoza, pero como algunos tienen la convicción de que no se va a lanzar a la Presidencia, entonces temen que esta negra lo haga. En más de una ocasión y un recinto me han dicho que no van a pasar vergüenza teniendo una presidenta negra”, agregó.

—¿Qué se sabe en este momento de la situación del dirigente gremial Víctor Venegas? ¿Su familia y abogados han hablado con él?

—Realmente tengo muy poca información del profesor Venegas. He intentado comunicarme con los directivos actuales y los exdirigentes de la Federación Nacional de Sindicatos y Colegios de los Trabajadores de la Educación de Venezuela (Fenatev), y la información que tienen es que está en Caracas, en El Helicoide, pero hasta donde sé, la familia no lo ha podido ver.

—¿Antes de la detención, Venegas recibió amenazas?

—No tengo información de eso porque el profesor Venegas, yo diría que por celos que surgen entre dirigentes, hacía campañas para que yo no apareciera por allá cuando las personas de Barinas me invitaban al estado. Lo conozco de vista, trato y comunicación, pero no somos amigos. En el caso de Barinas, uno de los elementos que pueden estar jugando aquí es que la protesta fue muy buena y todos los dirigentes sindicales participaron; él tuvo un papel importante en esa convocatoria. No entendí a qué se debió toda la agresión, pero sí sé que él tiene militancia política, a diferencia de otros directivos sindicales. Y pareciera que eso influyó para estar en la situación que está atravesando, que lamentamos y rechazamos.


Yo advertí que no debíamos desmontar la lucha en 2023, pero algunos sindicatos prefirieron seguir lineamientos de partidos políticos

Profesora Elsa Castillo, dirigente sindical del magisterio

—¿Este 2024 no la vamos a ver en la calle, como la vimos en 2023?

—Si veo la brecha, claro que sí. El Gobierno está tan débil que lo que quiere es que lo dejen salir de aquí, pero lo tienen encerrado. Entre tantas medidas, la posibilidad de una condena ante la Corte Penal Internacional (CPI) y que le pongan los ganchos en cualquier otro país, ellos están encerrados aquí porque es el único sitio donde se sienten seguros. Pero ellos ya saben que nadie los quiere y que aquellos que les cuidaban los votos y los ayudaron a hacer la trampa, van a ir y se van a plantar frente a las mesas electorales, pero no van a trampear.

—¿Por qué no estuvo de acuerdo con acciones de algunos sectores sindicales?

—En Venezuela todas las organizaciones sindicales nacieron de la mano de los partidos políticos. Hay unos que creen que esos espacios sindicales pueden moverlos como quieran y no respetan la democracia sindical. Solo deciden en las reuniones de los partidos qué es lo que van hacer. Aquí los partidos políticos han hecho un mal trabajo, y quienes exorcizamos el miedo en las calles de Venezuela fuimos los trabajadores. Aquí los que salimos a las calles a convencer a las bases del chavismo de que no podíamos seguir de esta manera y que era indigno recibir una bolsa con gorgojo, fuimos nosotros. Llevamos a Maduro a ese 8 % de popularidad que tiene hoy.

“Es muy sabroso para los políticos —continúa la docente— darles lineamientos a los directivos sindicales para que nos desmontaran la lucha en 2023 porque les estorbaba para hacer la elección Primaria. Nosotros necesitábamos darle dos vueltas más por el brazo a Maduro, a quien los trabajadores pusimos en jaque, y no le dimos el mate porque no nos dejaron. Ahora nos piden a gritos que nos incorporemos a la lucha y nos expongamos, pero yo no quiero un calabozo y menos en Venezuela, que viene con torturas”.


En Venezuela todas las organizaciones sindicales nacieron de la mano de los partidos políticos, y hay unos que creen que esos espacios pueden moverlos como quieran

Profesora Elsa Castillo, dirigente sindical del magisterio

“Un político de verdad tiene que saber en qué momento va a sacar la marcha a la calle. Tiene que sacarla cuando estén las condiciones objetivas y subjetivas que le permitan moverla sin riesgos, porque eso no es un camión de cochinos. Eso no es ir a Miraflores y que maten a 20 y con eso justificar una acción. Tú tienes que estar segura de que vas a mover a una gran masa, de manera que el que esté en Miraflores se va a sentir presionado, pero que no va a mandar a nadie a que accione las armas”, expone Elsa Castillo.

“Entonces —concluye su respuesta—, este no es este momento porque el Gobierno está herido de muerte y lo dejamos así el año pasado. Pero este año, dentro de las condiciones objetivas y subjetivas de ellos, saben que no van a ganar con ningún candidato. Ni cambiando a Maduro por quien sea ni disfrazando de Bukele a alguno de sus candidatos. No van a ganar y ellos lo saben. Ya no es acción de masa porque esa opción la mataste”.

—¿Cuál sería la mejor forma de luchar en este momento?

—La mejor forma de lucha es practicar la democracia sindical y no la vamos a practicar con unos sindicatos que están tomados por los partidos y son quienes los están dirigiendo. Debemos todos hacer algunas jugadas, y esa jugada maestra yo se la canté al magisterio a mediados de septiembre del año pasado. Le dije que este año no habría clases, pero que no sería ni por huelga ni paro, porque si se hace eso te botan un montón de gente, perjudicas a tu masa, y tu idea como líder no es perjudicarla, sino beneficiarla.

“En este caso sería fortuito —afirma la gremialista— y nos tendríamos que amparar en la cláusula 56 del segundo contrato colectivo firmado en el año 1987. Les hice este planteamiento debido a que cada docente debe entender que tiene que protegerse individualmente porque en la actualidad no están dando la protección colectiva que da la Federación Venezolana de Maestros”.


Nosotros necesitábamos darle dos vueltas más por el brazo a Maduro, a quien los trabajadores pusimos en jaque, y no le dimos el mate porque no nos dejaron

Profesora Elsa Castillo, dirigente sindical del magisterio

Elsa Castillo recuerda que, en enero del año pasado, las federaciones emitieron un comunicado diciendo que ellos no tenían conflicto con el Ministerio de Educación. “¿En quién estás confiando?”, pregunta. “Es como que tú tengas un abogado, y justo en el momento en que está en el tribunal, le dice al juez que no tiene nada que reclamarle a la contraparte. En enero del año pasado, las federaciones se sacaron del juego y son ellas las únicas que pueden llamar a huelga porque así lo establece la Ley Orgánica del Trabajo. Nosotros debimos ir a huelga en el año 2022.

—¿Por qué han esperado tanto para ir a huelga o paro?

—Los miembros de los partidos políticos no quieren esa huelga. Desde el año 2018, cuando Maduro firmó el contrato e hizo el cambio del cono monetario —con el cual quedamos con el contrato colectivo prácticamente anulado—, un connotado expresidente de una de las federaciones del magisterio, cuyo nombre tampoco voy a decir, convocó a una reunión a todos los dirigentes, y cuando yo llego al sitio resulta que todos se presentaron con un cargo político.

Después de recordar los hechos, elabora su conclusión: “La trinchera laboral es una y la de militancia política es otra. Cuando las unes pasan cosas como las que ocurrieron con el profesor Víctor Venegas, de quien seguramente pensaron que se estaba escondiendo detrás de la trinchera sindical”.


A inicios del pasado año un médico opositor atentó contra mi vida, y no voy a decir quién es porque él puede pagar todos los abogados que quiera y yo no

Profesora Elsa Castillo, dirigente sindical del magisterio

—Si usted estuviera al frente de sus alumnos, ¿cómo le explicaría el origen y los reclamos de los maestros venezolanos?

—Les diría que Venezuela es un país en el que hemos permitido que la corrupción continúe creciendo; por lo tanto, los derechos de las personas y los trabajadores se violentan todos los días y que para recuperar esos derechos hay muchas tareas por hacer. Aquí tenemos un altísimo número de docentes que dejaron el sistema y otro grupo importante que se ha ido del país. Pero también tenemos un gran número de educadores jubilados que estarían dispuestos a trabajar por la compensación, pero que no pueden debido a que ya son muy mayores.

“No es conveniente para una persona que se ha jubilado darle toda la jornada completa, pero sí se pueden establecer programas para que trabaje en menos tiempo y pueda contribuir a preparar a aquellos docentes que fueron graduados en universidades que creó el chavismo, pero donde no se formaron correctamente. Otros pudieran tener horas de clase para que se dediquen a la investigación, planificación y evaluación. Todo eso sería un plan transitorio”, apunta la educadora. “Si podemos recuperar a nuestro capital humano, que lo formamos aquí en Venezuela y que no era el personal despreciable, como algunos notables decían, pues bienvenido sea”.


Es muy sabroso para los políticos dar lineamientos a los directivos sindicales para que nos desmontaran la lucha en 2023 porque les estorbaba para hacer la primaria

Profesora Elsa Castillo, dirigente sindical del magisterio

“Venezuela necesita vivir en paz y sin zozobra. Necesita valorarse y producir. Pera eso no puede ocurrir con guerra ni desconociendo a una parte del país. Esa gente no se va a ir de aquí, sobre todo los de arriba, que hicieron caída y mesa limpia y se llevaron hasta el queso que vi en la mesa. Hay unos que posiblemente sí se vayan, pero ¿tú vas a hacer que se vaya la señora del Consejo Comunal que agredía a vecinos, la que quitaba la bombona del gas o la bolsa de comida? Eso no se puede hacer porque hay que enseñarle a la gente. Creo en la educación y en la reeducación, y en el poder que eso tiene. A esa gente hay que reeducarla y enseñarle nuevos valores”.

“Se necesita un equipo de venezolanos que tenga el corazón aquí y no sientan asco cuando le tocan la mano a un pobre en un barrio. Si te da alergia la pobreza, no tienes que acercarte a los pobres solo porque necesitas meterte en Miraflores. Venezuela necesita quien la ame, la quiera y la valore”.

—¿Cuál es la historia más difícil de un maestro que usted ha conocido?

—La que me impactó muchísimo fue la del profesor José Trigo, un muchacho de 31 años que recibí cuando yo fui directora del Instituto Juan Rodríguez Suárez. Él no les decía a sus compañeros que era diabético e insulinodependiente. Hubo un momento en que no se conseguían las medicinas en Venezuela y no logramos conseguir la ayuda que él requería. Un día no dijo nada sobre su situación de salud y se fue a casa, pero no llegó. Luego lo encontraron muerto cerca de su hogar: le había dado un coma diabético. Ese caso me impactó muchísimo porque fue un joven que yo recibí cuando tenía como 16 años. Con el tiempo se casó y tuvo un bebé.

“El Ministerio de Educación no quería servir para nada y se hizo difícil que tuviera un control de su enfermedad. Esto ocasionó la muerte de José Trigo y la de muchos profesores. Incluso, para su entierro tuvieron que hacer una colecta de dinero entre familiares y conocidos”.


El Gobierno está herido de muerte y lo dejamos así el año pasado. Pero este año, dentro de las condiciones objetivas y subjetivas de ellos, saben que no van a ganar con ningún candidato

Profesora Elsa Castillo, dirigente sindical del magisterio

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