Caracas.- “No estamos pidiendo créditos o ayudas sino gasoil”, señala Armando Chacín, presidente de la Federación Nacional de Ganaderos de Venezuela (Fedenaga). Y es que la escasez de combustible está generando un riesgo real de parálisis del sector, según indicó.
Chacín ofreció una rueda de prensa junto a Roger Figueroa, presidente de la Cámara Venezolana de la Industria Láctea (Cavilac), este 18 de marzo, para pedir soluciones para el sector de alimentos, específicamente el de carne y leche.
Una de esas soluciones es solicitar permiso al gobierno de Nicolás Maduro para importar gasoil y así operar, pero además, necesitan de la capacidad refinadora del Estado. Hasta el momento, sus solicitudes no han tenido respuestas. Y ante lo que califica de “crisis inminente” por las sanciones al diésel, Chacín también pide comprensión internacional. “Se está poniendo en peligro el alimento de los venezolanos”, alertó.
El representante de Fedenaga explica que de los 70 mil tractores que tenían para el censo de 2007, entre 20 y 25 mil están parados actualmente porque hace más de tres meses que no se despacha combustible.
El sector primario necesita 20 mil barriles de gasoil al día; la industria láctea, unos 2.500 barriles, y el frigorífico (carnes), unos 2.000. En total, requerirían unos 25 mil barriles diarios de gasoil. Chacín agrega que tienen asignado un permiso para tener combustible todos los meses y que un tractor utiliza unos 80 litros al día durante su jornada.
“El sector privado produce, con uñas y dientes, 40% de la carne y 35% de leche que se consume. Por eso, pedimos ser escuchados”, solicita el presidente de Fedenaga.
Recuerda que actualmente la producción de carne está entre 5 o 6 kilos per cápita, lo que no cubre los requerimientos mínimos. En cuanto a la leche, de 10 millones de litros de leche al día que demanda el país, solo están produciendo 3 millones.
Chacín agrega que en el país existen cerca de 30 millones de hectáreas “ávidas” de producción y que en el mejor momento tuvieron 8 millones cultivadas, por lo que, a su juicio, no había necesidad de que las expropiaciones se convirtieran en un método para dar tierras. “Tenemos 20 millones de hectáreas ociosas”, apunta.
Señala que Caracas sería una de las ciudades que podrían verse afectadas por la imposibilidad de transportar los productos, así como considera imposible que no se vea afectada la estructura de costos.
Chacín adelantó que el sector viene negociando con algunos países como Colombia la importación de este combustible, pero para ello debe trabajarse sobre las sanciones al diésel. También informó que esperan reunirse con la Comisión de Diálogo y Paz de la Asamblea Nacional controlada por el oficialismo.
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No es un juego
Roger Figueroa señaló que actualmente están a un 10% de la capacidad productiva por falta de combustible, algo crítico, tomando en cuenta que hace dos semanas estaban a un 20%.
Agrega que las plantas perdieron su capacidad en un 90% y explicó que, aunque todavía se consigue inventario en los supermercados, esa situación puede agravarse en las próximas semanas.
Otro problema que se suma a la falta de combustible es la obtención de salvoconductos y el pago de vacunas (dinero) en las alcabalas, el cual reconoció, deben hacer. “Esto es un tema de hambre. No tenemos el combustible para producir la comida que necesitamos”, puntualizó.
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