El monitor de femicidios Utopix sumó 186 casos en Venezuela hasta noviembre de 2023. La organización pide al Estado la creación de un Plan de Emergencia Feminista para la mitigación de la violencia de género en el país

Nazareth Marín, Alexandra Carolina Rojas, María del Carmen Colón y Yoselin Galué Rodríguez son 4 de las 186 mujeres víctimas de femicidios que ocurrieron entre enero y noviembre de 2023. Las tres primeras eran madres y la cuarta apenas tenía 14 años.

En su más reciente informe, la organización Utopix, que tiene un monitor de femicidios, confirmó esta cifra y alertó sobre la ausencia de políticas del Estado para enfrentar esta problemática que afecta de manera estructural. Hasta la fecha del último documento, publicaron que entre enero y noviembre de 2023 ocurrió un femicidio consumado cada 43 horas.

La organización precisó que este número demuestra lo imprescindible que es el desarrollo de un Plan de Emergencia Feminista para la prevención, atención y mitigación de la violencia de género contra las mujeres, niñas y adolescentes.

El Observatorio Digital de Femicidios del Centro de Justicia y Paz (Cepaz) también hizo un monitoreo de los casos de femicidios en Venezuela. Llevaron las cuentas desde enero hasta septiembre y contabilizaron 201 casos. Y en otra publicación que hicieron en su cuenta de Instagram, apuntaron que en los primeros 7 días del mes de diciembre hubo 4 femicidios consumados y 5 en grado de frustración.

Cuatro casos, la misma violencia, el mismo dolor

Nazareth Marín

Tenía 27 años y era madre de una niña. Laboraba como secretaria en el Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf), en Bello Monte.

El 19 de marzo salió de su casa en La Pastora, junto a un grupo de compañeros del trabajo y no regresó.

Keisler Pérez, funcionario del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), planeó el viaje a la playa ese domingo. Una versión dice que el hombre invitó a Nazareth, pero en su declaración indicó que ella le pidió que la llevara.

Pérez, junto a una amiga de nombre Miller Ochoa, la buscaron y llevaron a un balneario del Litoral. Allá se encontraron con otro grupo de amigos, entre los que estaban Keny Díaz y Derwin Ruiz.

La joven compartió una fotografía en su estado de WhatsApp en la que se apreciaba con un traje de baño negro. Con ese mismo vestido de baño puesto hallaron su cadáver tres días después flotando en aguas cercanas al Puerto de La Guaira.


A Nazareth Marín la mataron durante un viaje que hizo a la playa con unos compañeros de trabajo. Los involucrados están presos.


Tenía rastros de violencia y abuso sexual, además de una data de muerte de 48 horas, lo que hace presumir a las autoridades que estuvo en cautiverio por al menos un día antes de ser asesinada. Las causas de la muerte fueron asfixia mecánica. Según el análisis que hizo la Fiscalía, le taparon la nariz y boca hasta matarla.

Sus acompañantes están presos, así como el inspector del Cicpc, Alexander Ventura, quien era el jefe de Homicidios de La Guaira y el encargado de levantar el cuerpo. Lo acusan de alterar la escena del crimen y viciar pruebas.

Los implicados fueron señalados de preparar una coartada, pero aseguran que son inocentes. Declararon que la joven se separó del grupo y se fue a conversar con unos extraños. No la vieron más. Sus pertenencias quedaron en la camioneta de Keisler Pérez, incluyendo su celular.

Su cadáver fue exhumado y la prueba de ADN repetida, un cabo suelto que quedó de este caso es que familiares y abogados de los acusados mostraron a El Pitazo el resultado de la última prueba en la que los rastros de ADN hallados en su cuerpo no corresponden a las muestras que tomaron de los acusados. Sin embargo, autoridades dieron por concluido el caso.

Alexandra Carolina Rojas

Alexandra era aficionada a los tatuajes, le encantaba adornar su piel con ellos. Tenía 37 años y era madre de dos adolescentes, de 13 y 17 años.

Querida por sus familiares y vecinos, y le encantaba organizar fiestas y reuniones. Fue precisamente un día de risas y tragos en el que la mataron. El 25 de febrero dijo a su familia que iría a la licorería cercana a su casa en el barrio Los Cangilones, en La Vega, para comprar unas bebidas.

Pasaron las horas y no llegó, sus parientes pensaron que se había quedado compartiendo con algunos conocidos en el lugar. Había dejado su celular en la casa.


Dos hombres lanzaron a Alexandra de un carro en marcha porque se negó a tener relaciones sexuales con ellos. Su cuerpo lo dejaron abandonado en una capilla.


Las últimas personas que la vieron dicen que estaba conversando con desconocidos. Su familia denunció la desaparición ante el Cicpc y el 11 de marzo investigadores hallaron su cadáver descompuesto dentro de una capilla en honor a la Virgen del Valle, que está en la urbanización Terrazas de La Vega.

Un video que registró la cámara de seguridad de la licorería dio un indicio a la investigación realizada por la policía científica. Se vio a Alexandra conversando con tres hombres y luego se fue en un vehículo con ellos.

Funcionarios ubicaron la matrícula y, posteriormente, a uno de los implicados, quien confesó en el interrogatorio que sus dos amigos le dijeron que querían tener relaciones sexuales con ella y Alexandra se negó.

Como se resistió, la lanzaron del carro en movimiento y luego le pasaron por encima. Subieron el cadáver a la maleta y condujeron hasta la capilla donde dejaron el cuerpo.

María del Carmen Colón

Tenía 18 años y era madre de un niño de tres. Vivía en el barrio Nuevo Horizonte en Catia junto a su pareja sentimental y padre de su hijo, Santiago Rojas de 21 años.

Sus vecinos sabían del maltrato que sufrió la joven por parte de este hombre. Escuchaban los gritos de auxilio y las golpizas que le propinaba.

En marzo de 2023 sus vecinos no la volvieron a ver, le preguntaron a Santiago y él les informó que decidieron separarse y que él se quedó con el niño. No le creyeron.


La pareja de María del Carmen Colón la mató a golpes. El hermano del hombre lo ayudó a desmembrar el cuerpo y la sepultaron en un terreno baldío.


María del Carmen era una madre dedicada y, por eso, una persona allegada a ella buscó el número de teléfono de su familia, les contó lo sucedido y formalizaron la denuncia.

El hombre huyó cuando se enteró de que el Cicpc investigaba el caso y dejó al niño al cuidado de la familia materna.

La persona más cercana a Santiago era su hermano, quien fue retenido por autoridades para ser sometido a un interrogatorio. Confesó que recibió una llamada telefónica de su hermano el 21 de marzo, quien se mostró desesperado y le confesó que, en medio de una golpiza, le pegó con un objeto contundente en la cabeza a María del Carmen y la mató.

Su hermano lo ayudó a desmembrarla y ambos la sepultaron en un terreno baldío cerca de su residencia. El 5 de abril, el hermano y cómplice del asesino, condujo a funcionarios hasta el lugar donde la enterraron.

Yoselin Galué

Tenía 14 años de edad y la mataron los familiares de su pareja cuando la lanzaron al vacío desde un elevado de la autopista Francisco Fajardo después de golpearla. Murió por las lesiones sufridas al caer.

Llegó de Maracaibo junto a sus padres y hermanos a los 12 años, huían de la pobreza que vivían en el Zulia y apostaron a que en Caracas conseguirían un mejor futuro.

A esa edad conoció a un joven de 18 años, quien abusó de ella bajo la figura de “su primer novio”. Le pidió que se fuera a vivir con él y la joven huyó de su casa.


Los dos hermanos de la expareja de Yoselin Galué la golpearon y la lanzaron al vacío en una autopista de Caracas. Tenía 14 años.


Vivían con la mamá y dos hermanos del joven y, desde el primer momento, la mujer mostró una actitud violenta en contra de Yoselin.

Después de un año, el novio comenzó a consumir drogas y quedó en situación de calle. La adolescente, que acababa de cumplir 14 años, intentó rescatarlo de la adicción, pero en vista de que no lo logró y de los constantes maltratos que sufría por los demás familiares, llamó a su padre, le pidió perdón y regresó a su casa.

Comenzó a trabajar, pero era asediada por los familiares de su expareja. El 15 de septiembre, mientras vendía chucherías a las afueras de la estación del Metro, fue abordada por la madre y dos hermanos varones del hombre. La mujer le dio una golpiza y los hombres la cargaron y la lanzaron al vacío.

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