Por Lorena Bornacelly Arráiz
Aunque se está permitiendo el paso desde San Antonio del Táchira hasta el Norte de Santander, quienes se mantienen a la espera deben hacerlo bajo el sol y sin consideración de edad, nacionalidad o cantidad de personas que conforman el núcleo familiar.
En la Avenida Venezuela, principal vía terrestre de San Antonio, hay personas colombianas que se encontraban en la Isla de Margarita y llegaron al municipio fronterizo para poder pasar a Cúcuta y de allí viajar hasta Bogotá, lugar donde residen.
«Yo ya gasté el dinero que tenía, debí pagar un hotel anoche y resulta que desde las 4 de la mañana estoy aquí y no sé ni siquiera si pueda llegar al aeropuerto y mañana a las 9 de la mañana viajo a mi casa», reseñó una de las personas en la cola.
Pese a que se permite el paso de algunas personas que justifican su necesidad, han denunciado el retraso por parte de las autoridades, pues muchos han debido esperar hasta ocho horas sin respuesta oficial o sin tener la certeza de que lograrán cruzar el puente.
Los alcaldes de San Antonio del Táchira y Pedro María Ureña han realizado un censo de los estudiantes que viven en Venezuela y estudian en Cúcuta para garantizarles que podrán asistir a sus actividades académicas.
San Antonio y Ureña trabajan a media máquina, hay muy pocas unidades de transporte y muchos comercios cerrados, pese a la orden del gobernador José Gregorio Vielma Mora de que deben prestar servicios o los abrirá el gobierno para vender sus productos.
Estas consideraciones se tendrán únicamente para personas con problemas de salud, de viaje y estudiantes, según han informado las autoridades.
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