Valencia.- Isadora nunca había presenciado un robo, tampoco sabía cómo se escuchaban los disparos de cerca, por eso, el 29 de noviembre, cuando sonaron dos detonaciones en el estacionamiento del Centro Textil El Castillo en Valencia, pensó que se había caído un objeto pesado.
La mujer, de 33 años, se encontraba en el área de mercería del establecimiento comercial. Aunque en un primer momento estaba tranquila, la cara de miedo de la vendedora que la atendía, la hizo presumir que algo anormal ocurría. Y no se equivocó.
A las afueras del local, hombres armados dispararon contra una funcionaria de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y un civil que acudieron a retirar una remesa en la textilera, ubicada en la avenida Bolívar de Valencia, estado Carabobo. Esos tiros fueron los que Isadora escuchó.
“Escuché dos ruidos secos, pero nunca pensé que eran disparos. Yo estaba como en negación. Luego sentí mucho miedo cuando observé que la vendedora miró fijamente hacia la puerta, totalmente inmóvil”, recuerda Isadora.
Los nervios de Isadora aumentaron cuando algunas personas comenzaron a correr para resguardarse. La acción vino acompañada de la advertencia de una de las vendedoras que gritó: “Están disparando, láncense al piso”.
Carabobo | Ladrones balean a oficial de la PNB y a un civil durante robo de remesa
Isadora, así como la mayoría de los clientes y trabajadores, atendieron el llamado, pero los más curiosos prefirieron quedarse de pie para ver qué estaba pasando. Hubo quienes comenzaron a grabar con sus celulares.
“Todo quedó en silencio, nadie gritó, pero yo estaba en shock, paralizada. Muchos maquinaban dónde guardar sus teléfonos para que no se los robaran, porque hasta ese momento no se sabía qué ocurría. A mí no me dio tiempo de pensar en nada, solo en esconderme. No quería saber nada”.
Pasados unos cinco minutos, el grupo conoció los detalles del incidente: unos ladrones balearon en la cara a la oficial jefe de la PNB, Carolina Marisol Mora Alvizu, y en la pierna a Leonardo Pineda, de 50 años, conductor de la camioneta donde ambos se desplazaban para buscar la remesa de la empresa.
La entrevistada señaló que una cliente, de profesión enfermera, brindó los primeros auxilios a Pineda, mientras la uniformada se retorcía de dolor en el piso. “En 10 minutos llegó una ambulancia”, dijo Isadora a El Pitazo, el 29 de noviembre, vía telefónica.
Isadora se retiró del establecimiento sin comprar. Hoy, más calmada, le aterra pensar que una bala perdida la hubiese alcanzado. Espera que, tras este incidente, se refuercen los operativos de seguridad en la entidad. No quiere ser testigo nunca más de un hecho como el ocurrido.
Con aporte de Stefanny Peña
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