Los expertos consultados por El Pitazo descartan un rebrote de hiperinflación, pese al resultado del mes de junio. Atribuyen el aumento de los precios a la baja capacidad de compra de los salarios, la destrucción de la moneda, el aumento del dólar y la expansión de la liquidez monetaria, pero reconocen que la estrategia de contención del tipo de cambio implementada por el gobierno de Maduro contribuyó a la salida de la hiperinflación

La señora María Martínez llegó nuevamente asombrada a su casa. Como cada sábado, regresó del mercado de Catia, donde todas las semanas va a hacer sus compras, pero con la sorpresa de que sus 20 dólares no le alcanzaron para adquirir lo que tenía en su lista, que ya se había reducido la semana anterior. “Me quedé loca, no pude comprar nada de carne. La harina Pan ya cuesta 10 bolívares y así está todo. El dólar lo quieren cobrar en 6,5 (bolívares)”, dijo sobre sus compras del pasado 9 de julio.

La situación se repite en los supermercados del este de la ciudad, donde la misma harina de maíz se ubica en algunos establecimientos en 1,85 dólares, equivalentes a cerca de 10,4 bolívares. “Todo está carísimo”, se escucha decir a una mujer de la tercera edad en la sucursal de una cadena de farmacias en Chacao. “Tuve que dejar de vender leche en polvo porque estaba muy cara y nadie la iba a comprar. Pronto va a pasar también con la harina, porque ha subido mucho”, comentó a El Pitazo una vendedora del mercado municipal de Quinta Crespo, quien no quiso revelar su identidad, pero se mostró preocupada por el aumento de los precios.

La situación no es nueva, pues desde 2017 Venezuela enfrentó una hiperinflación de la que apenas a comienzos de 2022 logró salir, manteniendo niveles de inflación elevados que, pese a la estabilidad de los primeros meses del año, han venido en aumento hacia finales del primer semestre.

De acuerdo con cifras del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), la inflación del mes de junio fue de 14,5 % mientras que en el primer semestre del año, el acumulado es de 53,8 %. Según este organismo, creado por la Asamblea Nacional electa en 2015, este indicador registró, desde mayo, un repunte, pues ese mes subió a 10,1% mientras que, según sus cálculos, en abril se ubicó en 3,6%.

Si bien estas cifras difieren un poco de las publicadas por el Banco Central de Venezuela (BCV), institución encargada de llevar el registro del Índice Nacional de Precios al Consumidor y que, hasta este viernes 15 de julio, no ha informado el resultado del mes pasado, coinciden con un aumento de la inflación desde abril.

En contraste, los datos del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas –FVM) no revelan un rebrote de inflación, pues el indicador medido por la canasta básica que realiza este organismo fue de 5,8% en junio, y el acumulado de 28,8%, cifra que para el director de este organismo, el economista Oscar Meza, es positiva considerando el historial económico de Venezuela.

“No está mal, eso nos dice cómo puede ser el segundo semestre, que es de mayor consumo, porque viene diciembre, el alivio de las sanciones para la venta de petróleo puede ayudar a incrementar los ingresos del gobierno (de Nicolás Maduro) como todo indica, y será un semestre de mayor dinamismo”, dijo, al tiempo que definió la situación actual como una secuela de la hiperinflación que se suma a la baja capacidad de compra que tienen los venezolanos y a la destrucción de la moneda nacional.


En pleno proceso hiperinflacionario se duplicaban los precios en días, ahora se duplican los precios en unos cuantos meses

Douglas Ramírez, economista, consultor financiero y profesor de la Universidad de Los Andes (ULA)

Para el economista, consultor financiero y profesor de la Universidad de Los Andes (ULA), Douglas Ramírez, estas cifras son una prueba de que el problema inflacionario no está resuelto. Elementos internos como el aumento de la presión fiscal, con nuevos impuestos, y la expansión de la oferta monetaria (liquidez) son algunas de las razones que explican el aumento de los precios, según el especialista.

Ramírez, además, señala factores externos como los problemas en la cadena de suministro mundial, vinculados a la guerra de Rusia contra Ucrania, al resurgimiento de una nueva variante del COVID-19 en China y al incremento de las tasas de interés que ha realizado la Reserva Federal de Estados Unidos, como política monetaria, lo que ha encarecido la cotización del dólar y afectado a todas las economías del mundo, especialmente a países que son importadores netos como Venezuela.

El analista financiero y director de Econométrica, Henkel García, menciona también el aumento del tipo de cambio como causante del aumento de inflación que registró el país en mayo y junio.

“El tipo de cambio aumentó de forma brusca en ese período y los precios están referidos al dólar”, dijo a El Pitazo.

Bajos salarios, el foco del problema

Oscar Meza explica que el problema real es el bajo poder adquisitivo que tiene la población, cuya solución no se da vía decreto sino que pasa por un aumento de la inversión y la creación de empleos para que los ingresos puedan aumentar sobre la base de la producción y de la productividad, panorama que no se visualiza en el corto plazo.

“Eso va a tomar mucho tiempo. Lo más que podemos esperar es un ajuste concertado del salario mínimo entre gobierno, empresarios y trabajadores, si prospera el relanzamiento del diálogo social con el acompañamiento de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)”, apuntó.

La propuesta de Meza a los dirigentes sindicales es elevar el salario a 100 dólares, pues considera que es el nivel máximo que podría soportar la economía nacional.

El sacrificio de las reservas internacionales

Para el economista Oscar Meza, los resultados del primer semestre verifican que la inflación se está controlando, pero de forma costosa. En ese sentido, recordó la política de intervención con divisas que realiza el BCV al mercado cambiario, con el fin de contener el alza del dólar y que este primer semestre “probablemente llegue a los 2.000 millones de dólares”.

“¿Eso puede ser sostenible en el segundo semestre? Pareciera que sí”, apuntó Meza, quien considera que la manera en que el gobierno de Maduro ha enfrentado el problema de inflación ha sido efectiva, pero a la vez incierta, porque no se sabe si puede mantener en el tiempo, ya que, por lo menos para el segundo semestre del año, implicaría restar 2.000 millones de dólares más de las reservas internacionales.

¿Afectó el aumento del salario mínimo o el Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras?

Decisiones como el aumento de salario mínimo, el pasado 15 de marzo, o la implementación del Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras, el 28 del mismo mes, generaron preocupación, pues muchos asumieron que la respuesta a estas medidas sería un nuevo repunte de la inflación. Al respecto, el director del Cendas-FVM aseguró que ninguna de esas medidas afectó los precios.

En el caso de la devaluación del salario, considera que es el ritmo acorde con el estado de la economía, en la que el principal problema está relacionado con la pérdida del poder adquisitivo.

Por su parte, el impacto del Igtf no ha sido importante, debido a la imposibilidad que tienen los comerciantes de aplicarlo, por no tener las máquinas fiscales necesarias para realizar la retención.


La inflación se está controlando, pero de forma costosa

Oscar Meza, economista

¿Amenaza con reaparecer la hiperinflación?

Los tres expertos aseguran que, por el momento, no se espera un rebrote de hiperinflación. “Creo que este gobierno se dio cuenta de lo que significó la hiperinflación y creo que deliberadamente no van a incurrir en ella como lo hizo irresponsablemente (Hugo) Chávez y Maduro al comienzo de su mandato”, dijo Meza.

Ramírez agrega que la expansión de la oferta monetaria y la monetización del déficit público pueden hacer que vuelva el fenómeno hiperinflacionario, por lo que no se puede descartar un rebrote, ya que aún se tiene una alta tasa de inflación mensual. “Venezuela, en un mes, supera con creces la media de la inflación anual del mundo. En pleno proceso hiperinflacionario se duplicaban los precios en días, ahora con la inflación de 10 % mensual se duplican los precios en unos cuantos meses”, señaló.


Este gobierno se dio cuenta de lo que significó la hiperinflación y creo que deliberadamente no van a incurrir en ella

Oscar Meza, economista

Ambos economistas coinciden en que este año se mantendrá el crecimiento económico y la inflación estará por debajo del 500% proyectado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), “en el contexto de una economía cuyo Producto Interno Bruto (PIB) fue destruido en el 80%”, aclara Meza.

García, por su parte, señala que en las primeras semanas de julio se ha visto una estabilización en el tipo de cambio que, probablemente, conduzca a una disminución de la inflación este mes. “No se puede asegurar nada, pero por el momento está lejos un regreso a la hiperinflación. Lo probable es que se mantenga o que siga descendiendo”, indicó.

Por lo pronto, la señora María Martínez continúa esperando la remesa que puntualmente le envía su hijo desde Chile, así como su pensión de 130 bolívares y los bonos del sistema Patria, que cada tanto le llegan para volver al mercado de Catia e intentar nuevamente completar su lista de compras.


El tipo de cambio aumentó de forma brusca en ese período y los precios están referidos al dólar

Henkel García, analista financiero y director de Econométrica

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