Evitar una tragedia en la iglesia Santa Catalina de Siena, de la población de Parapara, estado Guárico, es una responsabilidad de los gobernantes municipales y regionales, quienes tienen el deber de mejorar las condiciones de deterioro que hoy muestra una edificación con profundo valor histórico y religioso en Venezuela.
El templo de Parapara es uno de los más antiguos de la entidad llanera y se remonta a la fundación del poblado, en 1694. El 2 de agosto de 1960 fue decretado Monumento Histórico Nacional, según Gaceta Oficial N° 26.320, tal como lo reseña el Catálogo de patrimonio cultural venezolano, región Los Llanos, en el capítulo del estado Guárico: municipio Juan Germán Roscio.
El párroco del templo, José Luis Fuentes, aclara que desde la misma parroquia no pueden realizar modificaciones a la estructura, «no podemos ni pintar las paredes», por tratarse de un patrimonio cultural.
«Por ser un monumento es el Gobierno el que debería trabajar en la rehabilitación de la iglesia, pero parece que no tienen interés alguno porque visitan el pueblo y por aquí no vienen», cuenta el coordinador pastoral de la parroquia, Erick Algarín. Argumenta que quizá por las características de Parapara, al que define como un pueblo olvidado, con poca actividad turística, las autoridades del estado no buscan los mecanismos para brindar la atención que actualmente requiere la estructura física de la parroquia.
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