El ruido que no deja dormir a los vecinos de varios sectores de Tacagua Vieja, en la carretera Caracas-La Guaira, es el mismo que ahoga sus quejas e impide que los lamentos de esta comunidad lleguen a los oídos de quienes pueden solventar sus problemas.
Tacagua Vieja es una olla de presión. Al adentrarse unos pasos en esta comunidad se puede percibir un pequeño pito que a medida que se avanza hacia el sector de El Cambural se convierte en un sonido ensordecedor, “en un pillido infernal” que representa más que un fastidio para los vecinos: es una amenaza. El peligro latente de una tubería central de agua que siempre está a punto de estallar y que provoca que las paredes de la zona tiemblen y los vecinos vivan angustiados.
“Mientras barro, mientras cocino, mientras veo televisión, mientras me baño o cuando duermo ahí está el escándalo ese para recordar que uno siempre corre peligro” cuenta la señora Fany Urbina, una de las afectadas por el ruido de esta tubería matriz que ubicaron en la zona residencial hace más de seis años y que ha estallado en cuatro oportunidades, dejando inmuebles inundados, aparatos electrónicos dañados y hasta causando derrumbes en los terrenos de este barrio sobre los que se sostienen las viviendas.
Esta tanquilla de Hidrocapital se ubica entre los sectores de El Cambural y el Conuco y su presencia afecta tanto la cotidianidad de los residentes de estas zonas que cada uno conoce de memoria las fechas en que este tubo ha colapsado. La primera de ellas fue el 24 de abril de 2014, pero fue en 2016 cuando el colapso produjo un pequeño sonido atribuido por las autoridades a la presión del agua.
Miles de venezolanos en las zonas más desconectadas del país visitan El Pitazo para conseguir información indispensable en su día a día. Para ellos somos la única fuente de noticias verificadas y sin parcialidades políticas.
Sostener la operación de este medio de comunicación independiente es cada vez más caro y difícil. Por eso te pedimos que nos envíes un aporte para financiar nuestra labor: no cobramos por informar, pero apostamos porque los lectores vean el valor de nuestro trabajo y hagan una contribución económica que es cada vez más necesaria.
