Caracas.- Construir una nueva centralidad política que desplace a los radicales. Ese es el reto que se plantea el líder del partido Redes, Juan Barreto, desde hace meses, junto con otros factores del chavismo que no acompañan a Nicolás Maduro y opositores “que no pertenecen al ala extrema”.
Aunque aún se considera un hombre chavista, de izquierda, Barreto señala que Nicolás Maduro ha profundizado los errores cometidos durante la gestión de Hugo Chávez; mientras que la oposición, liderada por Juan Guaidó, insiste en una “salida violenta” y descarta el diálogo como vía para resolver la crisis política, cuando refiere que no está planteada una reunión que se aproxime al cese de la usurpación, primer paso de su ruta.
Por ello, el ex alcalde metropolitano de Caracas aspira construir una corriente política que atraiga al menos a 40 % de la población que se ha desprendido del madurismo.
“Hay un sector de la población que no se inclina hacia la oposición y rechaza al Gobierno, y que no se siente representado políticamente. Por eso, queremos descentrar la polarización y reconciliar a los extremos”.
En esta propuesta, el cumplimiento de unas reglas de juego es fundamental, según el dirigente. Al respecto dijo: “Afortunadamente ya existe una regla, que es la Constitución, y cuyo cumplimiento es inexistente. Estamos en el marco de una confrontación extra constitucional, lo cual es peligroso porque nos puede llevar a una guerra civil”.
Barreto es muy enfático en describir a Maduro como un mandatario sin legitimidad de origen ni de desempeño, que ha perdido la capacidad de maniobra y cuyo gobierno está totalmente implosionado. Pero advierte que Maduro podría ser el mejor candidato del chavismo en unas elecciones por ser el “responsable de la crisis política”.
A Guaidó lo percibe como un político que intenta centralizar el Poder Ejecutivo y el Legislativo a través del Estatuto que rige la transición a la democracia, y se aleja “cada vez más” de un posible acuerdo de gobernabilidad.
Aprovechó para defender que él, como “nacionalista y demócrata”, puede coadyuvar a la reconstrucción del país, junto con otros miembros “de la derecha”, sin “exterminar ni desaparecer” a los miembros de la oposición que hoy aspiran llegar al Palacio de Miraflores.
Además, indicó Barreto que regularmente sostiene reuniones con Claudio Fermín, ex candidato a la Alcaldía Metropolitana de Caracas; con Timoteo Zambrano, secretario general del partido recién creado Cambiemos; el opositor Enrique Ochoa Antich, y el secretario general del Movimiento Al Socialismo, Felipe Mujica, con miras a construir una propuesta que desplace el radicalismo.
Los problemas para Oslo
Al surgir la mediación de Noruega en la crisis venezolana, la plataforma en defensa de la Constitución, de la cual forma parte Barreto, dirigió una comunicación a ese Gobierno para que en una posible negociación se incluya un referéndum consultivo, contemplado en el artículo 71 de la Constitución, con el fin de que la ciudadanía decida sobre la renovación de los Poderes Públicos. Previamente habría que escoger unas nuevas autoridades del Consejo Nacional Electoral (CNE).
También han propuesto este elemento ante los representantes de las Naciones Unidas y los embajadores de Uruguay y México, quienes, a juicio de Barreto, han sido bastante receptivos.
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La instalación de una mesa social en la que se alcancen acuerdos parciales para resolver la crisis estructural de salud y de servicios públicos es otra sugerencia de la plataforma, pues consideran que el “todo o nada” nunca ha traído buenos resultados.
“Ninguno de los dos factores políticos ofrece algo nuevo al país ni es viable. Hace falta un acuerdo”, destaca.
El fundador de Redes, partido inhabilitado por el CNE, viajará a España y a Francia en los próximos días con el fin de llevar la propuesta de referéndum consultivo a los factores políticos e intelectuales.
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