Debatir sobre sexodiversidad en Venezuela sigue siendo un tema muy álgido. Por un lado, están aquellos que promueven la lucha por el reconocimiento y los derechos igualitarios para todos los ciudadanos, sin que existan distinciones basadas en el género, orientación, identidad, sexualidad y más. Por el otro, están quienes contrarían esta idea, la acusan de ser algo ‘antinatural’ y que existe una supuesta ‘ideología de género’ cuyo objetivo es promover la transexualidad y socavar su propia conceptualización de ‘familia tradicional’ (heteroparental).
Para la doctora en ciencias sociales y miembro del Centro de Estudios de la Mujer de la Universidad Central de Venezuela (CEM-UCV), Alba Carosio, esto último no tiene sentido, pues “la ideología de género no existe”. Así lo hizo saber en el forochat del pasado 3 de agosto, en el que participó como especialista para hablar sobre las diferencias entre ‘ideología de género’ y ‘teoría de género’. El evento se realizó a través de WhatsApp, de la mano con 794 lectores de El Pitazo.
Carosio inició su ponencia señalando que “la idea de que la ideología de género pretende promover la transexualidad y la confusión sexual en niños y niñas es totalmente falsa. Primero, porque no existe tal ideología y no hay teoría feminista o de diversidad sexual que promulgue con estos postulados”. Por el contrario, aseguró que lo que sí existe es la ‘teoría sexo-género’ (también llamada ‘perspectiva de género’), cuyos objetivos pueden resumirse grosso modo a los siguientes:
- Abogar por un proceso de análisis, decisión y toma de acción en la que mujeres y hombres sean capaces de detectar discriminaciones y cambiarlas en pro de relaciones igualitarias y libres.
- Visibilizar que en la sociedad existen estereotipos culturales (roles, actividades, profesiones y más) que hombres y mujeres debe seguir, cuando no debería ser así.
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- Introducir a las mujeres en la vida social y toma de decisiones de todos los niveles, reconociendo sus capacidades y competencias.
- Romper el estereotipo de que los hombres no pueden ser vulnerables ni pueden disfrutar de actividades como cocinar o cuidar a sus hijos.
Y en el punto específico de la sexualidad, busca: primero, reconocer que existen personas sexodiversas a las que deben reconocérseles todos sus derechos y libertades, como los tienen las personas cisgénero heterosexuales. Segundo, cuestionar estereotipos históricos que afirman que el sexo solo tiene un fin reproductivo y que no puede disfrutarse libremente.
Por su parte, Carosio aseveró que la supuesta ideología de género es solamente “un fantasma que busca generar temor ante una supuesta inmoralidad y caos social”, además de responder a algunos intereses grupales o particulares y servir de justificación para otros problemas reales de la sociedad.
Carosio agregó que el fantasma de la ideología de género es autoritario, pretende causar confusión, pánico y atacar los derechos de las minorías, pues solo responde al miedo de un mundo diferente, diverso e igualitario.
La doctora en ciencias sociales también apuntó que un argumento común contra supuesta ideología de género es que esta promueve la transexualidad. No solamente desestimó este elemento, también lo etiquetó como un argumento falso, pues la educación sexual integral no fomenta esta práctica entre niños y niñas “como quieren hacer creer”, más sí reconoce que las personas transexuales existen y deben tener igualdad de derechos.
Educación sexual integral y un mundo mejor, el objetivo a perseguir
De la mano con lo anterior, la invitada destacó que un elemento clave para el correcto desarrollo de cada individuo, y de una sociedad en sí misma, es impartir una educación sexual integral cuyos objetivos sean:
- Hacer entender que la sexualidad debe ser responsable y debe disfrutarse plena y adecuadamente.
- Reconocer que la sexualidad existe más allá de un fin exclusivamente reproductivo, pues incluso fomenta la comunicación humana.
- Crear mentes más comprensivas y reflexivas sobre los roles humanos.
- Reconocer y fomentar la tolerancia ante personas sexodiversas.
- Inculcar que la sexualidad debe ejercerse libremente, siempre que no dañe a otros.
Para cerrar, Carosio dejó la siguiente reflexión “las sociedades deben apuntar hacia la reflexividad, la diversidad y la expansión de derechos, no hacia la restricción de estos o a generar mayor desigualdad. Una sociedad mejor permite a niños y adultos escoger con libertad la vida que quieren vivir, siempre que sea respetando al prójimo”.
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