Lo bueno del confinamiento

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Mucho se ha escrito de los aspectos negativos y de las implicaciones que ha tenido el confinamiento prolongado en nuestra psique y en nuestra vida en general. De hecho, expertos en el área de salud mental afirman que estamos ante el mayor experimento psicológico de la historia. Después de más de 100 días viviendo en una cuarentena prolongada nos preguntamos ¿Qué puede enseñarnos este tiempo sobre cómo las personas responden a la adversidad?

Podemos afirmar que la mayoría de las personas han mostrado la capacidad de recrear sus vidas de la mejor manera posible, para encontrar el equilibrio necesario y sobrellevar esta situación. A pesar de sentir estrés, ansiedad, angustia, miedo al contagio, entre otros, los seres humanos han hecho frente a las nuevas circunstancias.

Durante este tiempo, los venezolanos han puesto en práctica sus mejores habilidades personales, sus recursos y fortalezas internas, han mostrado su actitud de afrontamiento y pensamientos positivos ante un contexto marcado por la crisis sanitaria, política, social  y económica de nuestro país.

Muchas de estas características a relucir se han dado gracias a los factores de protección de cada individuo. En términos psicológicos los factores de protección son todas aquellas condiciones, características y atributos vinculados al comportamiento prosocial, que potencian las capacidades de un individuo para afrontar con éxito las situaciones adversas.

En el campo de la salud mental, hablar de factores protectores, es hablar de características detectables en un individuo, familia o grupo que favorecen el desarrollo humano y el mantenimiento de su salud; y que pueden llegar a prevenir las posibles alteraciones emocionales y psicológicas de las personas. 

¿Cuáles son los factores de protección que permiten que muchos venezolanos bajo el contexto de crisis actual hayan superado las desventajas que plantean estas difíciles circunstancias y se conviertan en personas bien ajustadas y productivas en tiempos de confinamiento?

 A continuación mencionaré algunos de estos factores: 

  • Tiempo de calidad en familia. Apreciar y valorar el tiempo que compartimos con nuestra familia ha reforzado en algunos casos los vínculos afectivos y con ello la armonía en el hogar. Aprovechar los momentos de sentarse a la mesa, ver películas, tener tertulias, por ejemplo, han fomentado el acercamiento de las relaciones familiares nucleares. 
  • El teletrabajo. Aunque no todas las profesiones y oficios se pueden realizar a través de este medio, una gran cantidad de profesionales han tenido que adaptar sus funciones y ofrecerlas mediante esta vía.  El teletrabajo ha permitido la optimización de los recursos,  tener flexibilidad horaria, facilitar la conciliación de la vida personal y laboral. Estudios afirman que esta modalidad beneficia la productividad del trabajador, ya que se encuentra en un espacio cómodo.
  • Los proyectos de emprendimiento. Gracias al tiempo que hemos tenido en casa, han surgido ideas laborales nuevas e innovadoras que se pueden poner en funcionamiento y que permiten generar beneficios en un futuro.
  • Mayor aprendizaje de las herramientas tecnológicas. La adquisición de nuevos conocimientos en materia digital y el manejo de nuevos programas y aplicaciones virtuales  ha sido un innegable recurso utilizado por la mayoría de las personas; hasta las poblaciones más desfavorecidas se han visto obligadas a tener cierta conexión con el mundo virtual.
  • Interiorizar, meditar, autoevaluar. El encierro lleva a la reflexión. La valoración del tiempo de reflexión personal es un factor de protección individual en medio de la crisis mundial. Tener un espacio para la introspección, para el cuestionamiento sobre sí mismo y lo que se hace, procura y facilita  establecerse pequeñas metas y su plan de acción.
  • Documentarse, leer, estudiar, investigar, mantenerse informado. Son acciones que permiten al individuo mantenerse conectado con su realidad y establecerse expectativas adecuadas a las circunstancias. 
  • Ordenar, limpiar y organizar todos los ambientes físicos donde nos encontramos han sido las actividades más simbólicas durante de este tiempo de confinamiento. Este comportamiento le ha dado a los individuos estructura y organización interna, fundamental y necesaria para enfrentar el caos externo. 

Sentirse bien es un hecho que puede depender de muchos factores de distintas esferas.  Una buena parte depende de nosotros mismos. La invitación es para hacer de este tiempo de confinamiento, un momento de aprendizaje, de reflexión, de productividad, de paciencia, autocuidado y de  tener emociones y pensamientos positivos.

Si conoce otra actividad que contribuya a superar estas adversas circunstancias puede compartirlas con nosotros enviado su comentario.


KARINA MONSALVE | IG: @psic.ka.monsalve. TW: @karinakarinammq

Psicólogo clínico del Centro Médico Docente de la Trinidad 

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