¿La nueva era del antienvejecimiento?

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CIENCIA Y LETRAS


Por: Paulino Betancourt

Mantenerse joven ha sido un anhelo de la humanidad durante siglos. A menudo surgen nuevos estudios, algunos de los cuales afirman que no es posible revertir el envejecimiento, mientras que otros aseveran que se han hecho descubrimientos emocionantes donde se sugiere que podría serlo.

Para empezar, ¿qué es el envejecimiento? Es un fenómeno gradual y de adaptación continua que ocurre a lo largo del ciclo de vida. Desde una perspectiva biológica, ocurre por la acumulación de daños moleculares y celulares, lo que conlleva a una disminución progresiva de las facultades físicas y mentales que usualmente asociamos con la aparición de arrugas, dolor en las articulaciones y el ser cada vez más olvidadizo.

La mayoría de nuestras células se dividen constantemente, permitiendo que estas se regeneren. Sin embargo, cada vez que ocurre una división celular, se pierde algo de ADN al final de cada cromosoma. Como podemos imaginar, esto puede tener serias implicaciones para la integridad de nuestro genoma, por ello tenemos “capas” protectoras al final de los cromosomas llamadas telómeros, evitando que se pierda el ADN de nuestros genes. Sin embargo, hay un límite en cuanto a la cantidad de ADN telomérico que podemos perder, y una vez que llegamos al mínimo, la célula entra automáticamente en un estado de hibernación o muerte celular programada.

Las células también se vuelven menos eficientes en el desempeño de sus funciones y experimentan una acumulación de desechos y grasas. En las células más jóvenes, cuando un  organelo (estructuras contenidas en el citoplasma) se daña, estos se degradan para proteger la célula. En las células más viejas, esta eliminación se ve limitada, lo que lleva a la acumulación de sustancias tóxicas que pueden provocar daños en las proteínas, causando  una función celular más deficiente.

Los hallazgos de los estudios sobre si los efectos del envejecimiento son o no reversibles a menudo han chocado. Con una comprensión de estos procesos moleculares, los científicos han podido desarrollar experimentos donde se revierten los procesos relacionados con el envejecimiento.

Una investigación científica desarrollada en catorce países (https://www.nature.com/articles/s41467-021-23894-3), que obtuvo mucha atención en la prensa, afirmó que su evidencia respaldaba la hipótesis de la “tasa invariable de envejecimiento”, donde se indica que las personas tienen una velocidad fija de envejecimiento.

Otros estudios también alegan tener evidencia que demuestra que el envejecimiento puede revertirse. En uno de ellos se demostró que era posible modificar el envejecimiento de las células humanas en un laboratorio e, incluso, extender la vida de un ratón.

En un reciente estudio (https://elifesciences.org/articles/71624) se utilizó una técnica llamada reprogramación de células somáticas, que conduce a la formación de células madre pluripotentes inducidas (iPSC, por sus siglas en inglés). Este proceso es una adaptación de la técnica utilizada para clonar el primer animal, la oveja Dolly. Involucró un método novedoso llamado “reprogramación transitoria de fase de maduración”, donde los investigadores controlaron cuidadosamente los factores de reprogramación, antes de que las células se transformaran por completo en células madre. Esto llevó a que la piel de una mujer de 53 años se viera y comportara como si tuviera 23 años.

Este estudio es más un ensayo preliminar que un descubrimiento definitivo, apoya la teoría de que las células sí pueden rejuvenecerse. Es necesario modificar el proceso, o encontrar un nuevo método para ofrecer un equilibrio adecuado entre viabilidad y seguridad, durante los procesos de regeneración celular. Pero al menos estamos llegando a alguna parte.

Estos estudios tendrían implicaciones significativas, ayudando a revertir los factores relacionados con las diferentes dolencias debidas al proceso de envejecimiento, e incluso podría ser aplicable en los productos cosméticos.

Habrá muchas cuestiones éticas que deben considerarse, primero, para garantizar que el rejuvenecimiento de las células se realice de manera controlada, si alguna vez se pone a disposición como tratamiento. Sin embargo, estos son tiempos emocionantes y es posible que nos estemos acercando a la era del antienvejecimiento.


PAULINO BETANCOURT | @p_betanco

Investigador, profesor de la Universidad Central de Venezuela, miembro de la Academia Nacional de Ingeniería y Hábitat

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