La nueva cultura venezolana camina “Por estas calles” (de Nueva York)

125

Por: Leonor Carolina Suárez

Dicen que si lo logras en Nueva York, lo logras en cualquier lugar. Al menos así dice la canción popularizada por Frank Sinatra. Llegué esta semana a la ciudad que nunca duerme y estoy segura de que se mantiene despierta porque hay latinos alimentando a los noctámbulos. Lo sé porque todos hablan español. Como Yusniel, que me sirvió una ración generosa de pepperoni a la 1:00 a.m. en Times Square. Casi todos hablaban español en esa pizzería, pero él hablaba venezolano.

Hablaba también venezolano la esposa del cantante Yordano. Con ella compartí más temprano un trago en un bar junto a Porfirio “Popi” Piña, quien fue creador y manager de Proyecto Uno o Sandy y Papo.

Coincidimos en esas casualidades que solo pasan en eventos de la industria. Estamos todos en un hotel de Times Square para asistir al Latin Alternative Music Conference en la que Popi es panelista claro. Él me recuerda, con su dominicano alegre, que ambas agrupaciones de merengue nacieron en Nueva York y que eran invitados fijos de Sábado Sensacional de la Venezuela y el Venevision de los noventa.

No pude evitar recordar las guerras de minitecas de esos años con sus sets de merengue donde no faltaban Materialista o Cuarto de hotel. Las bailé tanto que casi llegué a pensar que Proyecto Uno era un grupo criollo. Ellos no lo son, pero Yordano sí. Ídolo de los ochenta y noventa que nació en Italia, pero se crió en Caracas, capital del país en el que todos querían vivir. La misma ciudad que le dio su gran éxito dentro de la maquinaria de las telenovelas con Por estas calles en 1992. Yordano… pensaba yo mientras su encantadora esposa Yuri, venezolanísima y cálida, me decía que tal vez el cantante vendría más tarde.

Y fue, pero no se encontró conmigo sino con Mario Puglia. Un joven artista venezolano con nombre italianísimo nacido en Caracas que ha hecho su carrera en Canadá. Cómo han cambiado las cosas, pensé, mientras Mario me contaba del encuentro con Yordano en una acera afuera de un bar donde había tocado unos minutos antes. Me confesó que el cantante bendijo su música felicitándolo por su tema Arrocito frito, una música hecha en Canadá con evidentes influencias de jazz, R&B y venezolanidad.

Como Yordano, veo esperanza en esta camada de venezolanos en el exterior haciendo una música diferente, mezclando el hoy con sus raíces, modernizando la raíz. Mario o Elena Rose quien viene haciendo su parte mezclando su seductora voz con acento venezolano, comiéndose las “ese” al cantar sus letras sin pedir perdón. En Rawayana con sus recientes nominaciones a Premios Juventud o en Le Coco Ramos, otra artista emergente radicada en Miami, cuya música conocí en estos días también en Nueva York y me sorprendió al incluir en su set una versión en guitarra de Tonada de luna llena, la gema del gran Simón Díaz. Me conmovió.

No es tricolor lo que se está formando, probablemente ninguno de ellos sabe que esta semana también se celebró el primer debate presidencial en diez años en Venezuela, pero es una generación que está redefiniendo lo que es ser venezolano afuera.

Alguien dijo en ese debate celebrado en la UCAB en Caracas “Winter is coming” al referirse a la batalla electoral frente a Maduro. Tamara Adrián, una de las candidatas, tomó la frase de la cultura pop estadounidense; pero yo desde uno de los centros culturales y financieros de EEUU no veo inviernos. Y a pesar de que aún falten un candidato, la unidad política o canciones que cuenten las tormentas que nos trajeron aquí, siento vientos cálidos de una escena formándose y peleando su propio espacio redefiniendo nuestra cultura.

Pensé en estos contrastes mientras comía la pizza cariñosamente servida por Yusniel y compartía una sonrisa que podía ser un abrazo. Me despedí. Él alimentó mi estómago y yo le dije algo esperando alimentar sus sueños.

LEONOR CAROLINA SUÁREZ / Twiter: @LeonorSuarez / Instagram: leocarosuarez

Abogada. Licenciada Cum Laude en Derecho de la UCAB y máster en Comunicaciones de University of Florida. Cuenta con más de diez años de experiencia en periodismo digital y producción audiovisual.

El Pitazo no se hace responsable ni suscribe las opiniones expresadas en este artículo.

Miles de venezolanos en las zonas más desconectadas del país visitan El Pitazo para conseguir información indispensable en su día a día. Para ellos somos la única fuente de noticias verificadas y sin parcialidades políticas.

Sostener la operación de este medio de comunicación independiente es cada vez más caro y difícil. Por eso te pedimos que nos envíes un aporte para financiar nuestra labor: no cobramos por informar, pero apostamos porque los lectores vean el valor de nuestro trabajo y hagan una contribución económica que es cada vez más necesaria.

HAZ TU APORTE

Es completamente seguro y solo toma 1 minuto.