Por. Ramón Chávez Rosas
Como consultor de marketing, comunicaciones y de negocios digitales, trabajo con personas comprometidas en una variedad de industrias distintas. Un desafío común al que me enfrento es ayudarlos a sacar lo mejor de sí mismos y de sus empleados (cuando tienen equipos), lo que resulta en una transformación extraordinaria.
Por razones más que obvias, he trabajado y asesorado a profesionales venezolanos de alto desempeño para conseguir trabajos en altos niveles en compañías en varios países y descubrí algo que tenemos. Si bien la mayoría de las personas que ayudo son grandes profesionales con capacidades comprobadas, carecen de otras habilidades que se han vuelto clave para el éxito personal, de los empleados y de la organización.
Lo veo todo el tiempo. Estamos distraídos por el entorno en el que venimos; nos negamos a entender que estamos en un proceso de inmersión en una nueva cultura, con gestión del desempeño, empoderamiento, navegación de conflictos y otras habilidades que son muy distintas culturalmente y tenemos la tendencia natural a bloquearnos.
Cuando no somos capaces de aprender esas habilidades nuevas, las posibilidades se reducen.
Me refiero a la inteligencia emocional, y esa capacidad de ser consciente, controlar y expresar nuestras propias emociones y de manejar las relaciones interpersonales con juicio y empatía en nuevos entornos profesionales (o incluso un nuevo país) se empieza a convertir en una parte imperativa.
Hoy te entrego algunas recomendaciones que pueden servirte para abordar nuevas oportunidades. Son acciones tangibles, simples y que trabajo a diario con mis clientes en LinkedIn (especialmente a los que ayudo a conseguir entrevistas de trabajo).
- Aumentar la conciencia a través de la evaluación, observación a quienes te rodean o registran sus propias emociones a lo largo del día para comprender cómo responder a ciertos factores desencadenantes.
- Practicar cómo responder en ciertos escenarios es algo que las personas que trabajan conmigo hacen en, prácticamente, todas y cada una de mis sesiones.
- Escucha a las nuevas personas que vas conociendo, practica la empatía, demuestra que valoramos sus opiniones evidenciando entendimiento (pregunta después de escuchar para confirmar que comprendiste lo que te plantean).
- Cuando alguien que conociste te plantea un problema, reformula el diálogo interno para abordar el problema en sí, en lugar de quién lo hizo y por qué. Ayuda con una posible solución.
- Practica ser flexible, tolerante y optimista.
Utilizar y practicar la inteligencia emocional en diferentes escenarios personales te ayudará a incorporarte mejor al entorno y te dará más posibilidades para lograr el objetivo que buscas. Las empresas buscan personas con mayor inteligencia emocional y mejor adaptación al entorno, no quieren personas que vivan en burbujas. Quieren motivadores porque saben que es el motor constructivo de las empresas de hoy.
La capacidad profesional para triunfar en el exterior nos sobra, nos falta conectar más con el entorno.
RAMÓN CHÁVEZ | @chavezrosas
Comunicador social, posibilitador, capacitador y fundador de la plataforma de Alianza Internacional de Empresarios Digitales.
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