Ecuador es ahora el cuarto país receptor de venezolanos en América Latina y el Caribe; sin embargo, muchos han decidido buscar un tercer país o retornar a Venezuela, algunos huyendo de la violencia y otros por no encontrar el sustento económico que anhelan. Betzabeth y Camila cuentan a El Pitazo sus historias y cómo, por motivos diferentes, decidieron traspasar nuevas fronteras

Ecuador está en el ojo público. La reciente elección presidencial en ese país y los hechos de violencia que ocurrieron en medio de la campaña electoral han copado la atención en medios de comunicación de Latinoamérica. Pero no son solo los ecuatorianos los que están atentos a la actualidad, sino también los venezolanos que eligieron esa nación como su nuevo hogar y que ahora se debaten entre quedarse o volver a hacer sus maletas.

Betzabeth Jaramillo llegó a Ecuador desde Venezuela en 2018, pero después de cinco años se vio obligada a hacer su equipaje y emigrar por segunda ocasión, esta vez a Canadá. El principal impulso de esta decisión fue la violencia que comenzó a crecer en el país y le hizo sentir que su vida corría peligro.

Otras venezolanas que vivieron en la nación suramericana comentan para este trabajo que el aumento de los índices de criminalidad también las obligó a buscar nuevos horizontes.

Policía renunció para irse por la selva del Darién: “Salí con mi último suspiro”

«¿Cómo metes cinco años, casi seis, en 23 kilos? No puedes. ¿Cómo te llevas tantas cosas? Es imposible. Es difícil empezar de cero, siempre va a ser difícil, siempre vas a cuestionarte. La única certeza que tengo es que al menos estoy segura y que nadie va a acabar con mi vida, como hubiera sucedido con los peligros que había en Ecuador, con la ola de violencia», dijo Jaramillo a El Pitazo.

Jaramillo es conocida en redes sociales entre la comunidad migrante por brindar información de utilidad sobre la vida y los trámites en el país suramericano. Llegó a Ecuador en marzo de 2018, empujada por las amenazas y persecuciones de las que era víctima en Venezuela por ser parte de la Coordinación Política Adjunta de Voluntad Popular.

La entrevistada explica que decidió irse a Ecuador por dos razones: porque le parecía menos probable que alguien que quisiera atentar contra su integridad la buscara allí, y porque su cuñado y sobrinos son ecuatorianos. La venezolana se fue sin expectativas, puesto que nunca había planificado emigrar.

Emigrar con niños: ¿cómo ayudarlos a adaptarse a un nuevo país?

«Cuando llegué aquí, dije ‘¿Y ahora qué?’, porque a mí básicamente me exiliaron, me desterraron, no fue una decisión tomada por mí, pero nada, tocaba guerrear (…) Pude cumplir mis sueños y seguir trabajando aquí como trabajé en la Asamblea Nacional de Venezuela. Fui la primera persona con protección internacional en trabajar en la Asamblea Nacional de Ecuador y también fui el primer caso aprobado de protección internacional a ciudadanos venezolanos», cuenta.

Jaramillo dedicó un espacio en redes sociales para mantenerse conectada con los venezolanos que llegaban a Ecuador sin saber qué trámites hacer o qué necesitaban para optar a una regularización. «Me convertí en alguien que informaba, porque siempre he sido voluntaria de labor social y era mi manera de aportar un granito de arena a mejorar las condiciones de otros».

Ecuador con la violencia al alza

Ecuador era considerado uno de los países más seguros de América Latina, pero en los últimos años ha experimentado un notable aumento en los índices delictivos. Según datos de la Policía de Ecuador —expuestos en el medio ecuatoriano Primicias— en 2022 se registraron 26 homicidios por cada 100.000 habitantes y se estima que 2023 cierre con 40 homicidios por cada 100.000 habitantes

«Ecuador es un país maravilloso. Me ha dado muchas oportunidades y yo valoro de una manera distinta, porque me dio seguridad, porque mi vida corría peligro (…) Y lo que me ha llevado a migrar otra vez es que, nuevamente y lastimosamente, mi vida vuelve a correr peligro«, dice Jaramillo.

La venezolana explica que cuando las elecciones se acercan los índices de violencia suelen aumentar. «En el último año han asesinado a diferentes candidatos, asambleístas, alcaldes, personas con las que estaba vinculada y mi nivel de riesgo se ha elevado (…) No me quise ir de Ecuador, de hecho sueño con volver, igual que sueño con volver a Venezuela, pero asesinaron a amigos, personas con las que me vinculé», afirma.

Un tercer país, Venezuela o el Darién

Datos de la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V) indican que para agosto de 2023 Ecuador se posiciona como el cuarto país con mayor recepción de migrantes venezolanos en el mundo, luego de que en los primeros 5 meses del año se mantuviera como el tercer mayor receptor.

Según la Encuesta de Monitoreo de Flujo de la población venezolana, de febrero a marzo de 2021, Ecuador figuraba como una de las principales elecciones de los venezolanos para emigrar, gracias a factores como oportunidades laborales, reunificación familiar o por tener contactos o conocidos en el país.

Sin embargo, en 2023 un buen número de venezolanos comienza a plantearse una segunda migración, algunos porque no quieren ser víctimas de los crecientes índices de violencia en el país y otros porque desean alcanzar una mejor situación económica.

Daniel Regalado, presidente de la Asociación Venezuela en Ecuador, aseguró a El Pitazo que los venezolanos que tienen más de año y medio en el país andino han optado por emigrar a un tercer país o devolverse a Venezuela.

Explica que esto ha sido impulsado por diversos factores como la falta de empleo, bajos salarios, falta de vías de acceso a la regularización y las dificultades para sobrevivir como un extranjero, estando irregular o regular, indistintamente.

TPS para venezolanos en EE. UU.: ¿quiénes son elegibles para la protección?

Regalado expone que uno de los factores que ha empujado a los venezolanos a dejar Ecuador es también el desgaste emocional que se produce por las dificultades de regularización y la falta de documentos de identidad.

Según la Plataforma R4V, 46,4% de las personas de nacionalidad venezolana no participaron en el proceso de registro y regularización promovido por Gobierno de Ecuador entre 2022 y 2023.

«Han decidido hacer esta migración, tanto de retorno a Venezuela o de buscar una nueva opción. Lamentándolo mucho, han tomado la decisión del Darién, buscar nuevas fronteras con Estados Unidos para acogerse a las posibilidades de entrar y quedar como una persona pidiendo asilo o refugio«, dijo el presidente de la asociación venezolana.

El crecimiento de la población venezolana en la selva del Darién ha sido significativa en los últimos años, impulsados a llegar a Norteamérica sin contar con documentos para transitar por vías regulares.

Regalado explica que, debido a la creciente inseguridad en Ecuador, el país ha dejado de ser visto como un lugar ideal para establecerse, lo que ha ocasionado que los venezolanos se vayan y «se han ido con los niños ecuatorianos que han tenido».

Xenofobia, un problema menor frente a la falta de seguridad

Petrick González, abogada venezolana en Ecuador, atiende casos de violencia, extorsión y discriminación que viven sus paisanos. «La xenofobia ha pasado a ser uno de los problemas menores y el mayor problema ahora es la inseguridad», dijo a El Pitazo.

González considera que un factor que ha ocasionado el aumento de la violencia y los crímenes en Ecuador ha sido la presencia de carteles que acaparan el negocio de la venta de drogas, en especial en Guayaquil, una ciudad portuaria de Ecuador. Además, grupos de delincuentes han tomado el control de ciudades al pedirle a los habitantes y comerciantes el pago de una cuota, a la cual denominan «vacuna», a cambio de no atentar contra ellos y sus familiares.

La abogada asegura que las personas no suelen a arriesgarse a denunciar ante la autoridades o a medios de comunicación por temor a represalias de las bandas delictivas. «Conocí a una venezolana que un día estaba en Ecuador y al otro ya no estaba (…) Ella tenía su emprendimiento de tortas, no era un negocio grande».

Una venezolana a quien llamaremos Irma — nombre usado por petición de la mujer para resguardar su identidad — obtuvo un crédito de una organización para emprender un negocio de tortas. «Cuando empezó, unos hombres le pidieron una vacuna de 300 dólares semanales y se negó a pagarlos», cuenta González.

Irma sufrió un robo a manos de dos hombres armados, luego de que se negara a pagar la vacuna. Ante la situación, acordó con los delincuentes un pago semanal de 90 dólares, puesto que recibió amenazas de muerte si no pagaba la cuota.

Desaparecidos en el Darién: un secreto que oculta la selva

Luego de tres meses pagando vacuna, los criminales llegaron al local de Irma a decirle que en esa ocasión no le pedirían 90 dólares, sino una de sus tortas, pero que dentro del dulce guardara unos paquetes de droga. Bajo amenaza, la venezolana hizo la torta.

«Cuando fueron a buscar la torta, secuestraron a Irma y se la llevaron a una cárcel en otra ciudad para que pasara a entregársela a uno de los jefes. Ella tenía que aparentar que era el cumpleaños del hombre y que por eso le entregaba la torta. Se la llevaron por la mañana y la regresaron a su casa en la noche», narró la abogada.

El secuestro motivó a Irma a cerrar el negocio de tortas y mudarse de casa. Se asoció con un amigo para abrir un negocio de otro rubro, pero los hombres que cobraban vacuna se enteraron de su cambio de residencia y fueron a exigirle que continuara pagando vacuna. «Ella de un día para otro me dijo que se tuvo que ir. Solo me comentó que no estaba en Ecuador y que tampoco volvería a Venezuela; dijo que se iba a desaparecer. No he sabido más de ella», afirmó González.

Irse de Ecuador para encontrar estabilidad económica

Camila —nombre cambiado por petición de la entrevistada— es otra venezolana que llegó a Quito, capital de Ecuador, en 2017 con tan solo 3 dólares en el bolsillo, pero con muchas ganas de trabajar para encontrar estabilidad económica y brindar ayuda a sus padres que se quedaron en el estado Táchira.

A su llegada, como muchos migrantes, recibió la ayuda de un amigo mientras se establecía y trabajó vendiendo bisutería en diferentes zonas del país. «Pasó el tiempo, durante un año reuní para poder regularizarme. Conseguí mi residencia permanente, la cual me costó esfuerzo y dinero, pero valió la pena», dijo la tachirense.

Cuando culminó la pandemia, la idea de buscar un futuro mejor fuera de Ecuador comenzó a rondar los pensamientos de la venezolana, pero no por estar expuesta a la violencia, sino por querer, al igual que cuando estaba en Venezuela, estabilidad económica.

«Ecuador es un país precioso, lleno de buena comida, lindos paisajes, personas buenas y malas. La economía te da para vivir bien, pero no para obtener un casa o un carro sin necesidad de endeudarte (…) Debes tener un sueldo mayor a 1.000 dólares para sustentar todos tus gastos», dijo.

Cuatro países incumplen su obligación de proteger a migrantes venezolanos, denuncia Amnistía Internacional

La tachirense decidió emigrar por segunda vez el 27 de febrero de 2023 por vías irregulares. Viajó por tierra, durante 12 días, a Chile, donde reside actualmente. «Esto me provocó muchos episodios de ansiedad y tristeza. Dejar mi casa, mi ropa, regalar o vender… Siempre dicen que eso es material y se recupera, pero tu trabajaste por obtenerlas».

Camila asegura que, a pesar de que no le gusta mucho Chile, tiene una estabilidad económica mayor y no tiene de qué quejarse. «Ser migrante aquí es flexible si cuentas con ayuda, pero es la peor decisión si vienes por tu cuenta. Es un país complicado a nivel administrativo, incluso para su propia gente».

«Estoy acá con trabajo, no me falta la comida y a mis padres tampoco, me falta su calor, sí, pero estamos acá para construir ese futuro para la vejez, como dicen, y por los futuros hijos, que también es una meta que no todos tienen, pero que yo sí comparto», sostiene la venezolana.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR


Miles de venezolanos en las zonas más desconectadas del país visitan El Pitazo para conseguir información indispensable en su día a día. Para ellos somos la única fuente de noticias verificadas y sin parcialidades políticas.

Sostener la operación de este medio de comunicación independiente es cada vez más caro y difícil. Por eso te pedimos que nos envíes un aporte para financiar nuestra labor: no cobramos por informar, pero apostamos porque los lectores vean el valor de nuestro trabajo y hagan una contribución económica que es cada vez más necesaria.

HAZ TU APORTE

Es completamente seguro y solo toma 1 minuto.