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sábado, 4 mayo, 2024

Cruz Roja Venezolana | María Fátima Garcés entró a la junta interventora a espaldas de la UCV

La participación en la directiva ad hoc de la Cruz Roja Venezolana, algunos de los detractores de Fátima Garcés en la campaña electoral de la Universidad Central de Venezuela reviven hoy su cercanía con el oficialismo, al ser hermana del exministro Francisco Garcés Da Silva

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Cuando se consulta sobre el nombre de Fátima Garcés a algún miembro del claustro de la Universidad Central de Venezuela (UCV), especialmente de la Facultad de Medicina, las primeras palabras que aparecen en la descripción son formación y academia.

A María Fátima Garcés Da Silva, su nombre completo, la definen como una mujer estudiosa, analítica, ecuánime, investigadora y con un alto compromiso con la comunidad universitaria. Por eso no extraña, para nada y para nadie, su triunfo en las últimas elecciones universitarias, donde resultó electa como la nueva vicerrectora académica de la “casa que vence a las sombras”.

En la primera vuelta de las elecciones de la UCV, Garcés formó parte de la plancha Compromiso 2023, donde era candidato a rector Amalio Belmonte. Para la segunda vuelta, hizo equipo con Víctor Rago.

Tras la designación de Garcés en la junta interventora de la Cruz Roja Venezolana, algunos de sus detractores en la campaña electoral reviven hoy su cercanía con el oficialismo, al ser hermana del también profesor de la Facultad de Ingeniería, Francisco Garcés Da Silva, quien desde 2009 ha ocupado diferentes cargos en los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro. Fue presidente de la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis), director del Fondo Nacional de Ciencia Tecnología e Innovación, ministro de Transporte y Comunicaciones, además de alcalde electo por el Psuv en el municipio Guaicaipuro del estado Miranda. Actualmente es integrante de la Comisión Presidencial para la Recuperación de la UCV.

“Justamente los desmanes y el aprovechamiento que Delcy Rodríguez quiere de la UCV es visto por muchos como un “mal necesario”, cuando lo que necesitamos es autoridades que le exijan al Estado que asigne un presupuesto digno a la universidad. La profesora Fátima es brillante, buena persona, pero también ha guardado silencio ante mucho abuso”, cuestionó una fuente del rectorado de la UCV que pidió no ser identificada por no tener autorización para declarar.

Presiones al rector

El nombramiento de Garcés en la directiva ad hoc de la Cruz Roja Venezolana tomó por sorpresa al sector académico. Garcés aceptó el cargo sin que haya sido debatido en el Consejo Universitario, como lo establece la legislación vigente.

“La Ley de Universidades establece que las funciones de las autoridades son a tiempo completo y por ello esos docentes no deben aceptar actividades profesionales que entorpezcan el desempeño de las labores universitarias”, advirtió el abogado y director de Acceso a la Justicia, Ali Daniels, en una entrevista a Aula Abierta Radio, tras denunciar la ilegalidad en la que estaría incurriendo Garcés.

El artículo 162 de esa ley indica que laa autoridades, incluyendo a vicerrectores, cumplen funciones a tiempo completo en las universidades. Un cargo voluntario o remunerado fuera de la institución es incompatible con sus responsabilidades y desempeño. Además, es potestad del Consejo Universitario hacer la calificación pertinente. Garcés no solicitó el análisis del Consejo Universitario, sino que aceptó de manera unilateral la invitación de formar parte de la junta interventora, dijo a El Pitazo una fuente ligada al Consejo Universitario que solicitó la reserva de su identidad.

“Para la fecha en la que el TSJ anunció la intervención de la Cruz Roja Venezolana y (se eligieron) los integrantes de junta interventora, es decir entre el 4 y 7 de agosto, el Consejo Universitario había entrado en el periodo de receso académico. La decisión de la doctora Fátima Garcés es a título personal porque dentro del Consejo Universitario no se discutió. Tenemos que tener en cuenta que el Consejo Universitario es la autoridad máxima de la universidad y ejerce la función del gobierno universitario. Si la vicerrectora quiere involucrar a la universidad debe ser discutido en ese espacio, porque hay voces que están a favor, pero otros que están en contra”, agregó la fuente.

También aseguró que hay presiones hacia el nuevo rector, Victor Rago, para que se convoque a un Consejo Universitario Extraordinario que permita “definir cuál papel está jugando la UCV en la intervención de la Cruz Roja Venezolana”, especialmente tras la publicación en redes sociales de una foto de la Junta Interventora en dónde, además de Garcés, aparece el vicerrector administrativo de la UCV, José Balbino León, junto a Walter Cotte, representante especial enviado por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC, por sus siglas en inglés).

En una carta que se hizo pública el 17 de agosto, la representación de profesores ante el Consejo Universitario manifestó que la participación de Garcés en la directiva de la organización humanitaria no puede tomarse como una decisión personal si afecta la imagen de la institución, sobre todo si las credenciales académicas de la vicerrectora aparecen en el anuncio oficial de los miembros de la junta ad hoc.

Garcés no respondió a la solicitud de entrevista enviada por El Pitazo el 17 de agosto.

Haciendo equilibrio

María Fátima Garcés Da Silva nació en Caracas y es hija de migrantes portugueses oriundos de la isla de Madeira.

Cuenta con una amplia trayectoria académica y profesional en el área de bioanálisis y la medicina, graduándose como Bioanalista en la Universidad Central de Venezuela, luego como Doctora en Ciencias mención Bioquímica del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC). Tiene más de quince años como docente en la UCV. Antes de ascender a vicerrectora, fue directora de la Escuela de Bioanálisis, coordinadora Académica de la Facultad de Medicina y estuvo como decana encargada de la Facultad de Medicina.

Además, es considerada una prolija investigadora, pionera en estudios bioquímicos y moleculares de obesidad y síndrome metabólico en niños y adultos, así como de personas con autismo.

“Su carrera y desempeño la han convertido en un referente dentro de la Facultad de Medicina, al punto de ser bien vista por las diferentes facciones políticas que hacen vida en la UCV. Es una persona con muy buena reputación. Es por ello que nos parece inconcebible que ella se sume a una junta interventora de la Cruz Roja. Yo considero que están tratando de usufructuar la representatividad que ella tiene en la UCV, para lavarle la cara a esta decisión, que crea un grave precedente para el derecho constitucional a la libertad de asociación en el país”, declaró a El Pitazo una fuente de la Facultad de Medicina de la UCV que también pidió la reserva de su identidad.

Para otros consultados, ese equilibrio y ser una figura con simpatías dentro del oficialismo y la oposición, es lo que propició que su figura fuese tomada en cuenta al componer la junta interventora de la Cruz Roja Venezolana.

“Sin embargo, es algo que creemos no debió suceder. Tú no puedes prestar tu nombre para una acción inconstitucional. Es como perder la autoridad para defender la autonomía universitaria. Si aquí alguien denuncia al profesor Rago, por ejemplo, es a él a quien deben investigar y no intervenir la UCV. Lo mismo con la Cruz Roja. Investigar a Villarroel no es lo mismo que intervenir y nombrar una junta ad hoc. Muchos pensamos que ella debe renunciar a la Cruz Roja y centrarse para lo que fue electa”, agregó una docente universitaria consultada por El Pitazo que prefirió no ser identificada en esta publicación.

Un debate pendiente

Aunque más de 240 organizaciones de la sociedad civil y activistas han rechazado públicamente, mediante comunicados, la intervención judicial de la Sociedad Venezolana de la Cruz Roja, ordenada por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), algunas voces de la UCV ven con buenos ojos que Garcés forme parte de la junta interventora.

“La profesora Fátima es muy querida por la comunidad ucevista y nosotros vemos que está en la Cruz Roja como una gerente de salud, como una representante de la sociedad civil. Muchos lo vemos como algo positivo. La universidad no puede estar de espaldas a los temas que nos interesan y a quienes nos formamos en el área de salud nos interesa lo que ocurra en la Cruz Roja”, afirmó José Gabriel Nieto, representante estudiantil ante la Facultad de Medicina de la UCV y exsecretario general del Centro de Estudiantes de Enfermería de la UCV organismo estudiantil presidido actualmente por Jhoana Pantoja, quien como voluntaria de la Cruz Roja Venezolana también forma parte de la junta interventora.

Según Nieto, si el caso es llevado al claustro universitario, Garcés tendrá el apoyo de los estudiantes.

Pero no todos los estudiantes comparten la posición de Nieto.

“La profesora María Fátima tiene gran empatía con los alumnos de medicina, enfermería y bioanálisis. Se ha ganado su respeto. Pero debe ser el Consejo Universitario el que tome la última decisión y de la palabra, si puede o no participar en la Cruz Roja. Espero que de verdad esto no afecte su desempeño como autoridad universitaria“, comentó Marina García, estudiante de pregrado en la facultad de Medicina que considera que la UCV se merece a Garcés mucho más que la Cruz Roja.

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