Las prioridades en las relaciones de pareja han cambiado. Algunas prefieren vivir el romance sin compromisos y otras formalizar una relación, siempre que la estabilidad económica en tiempos de crisis en el país esté asegurada. En el contexto venezolano influyen estos argumentos que se le suman a la migración y la influencia de las redes sociales, con citas virtuales o en línea
A Estefanía Ramírez su esposo la conquistó «a la antigua». Esta joven de 32 años, que comenzó su relación cuando tenía 29, el compromiso la motivó a confiar en lo que era uno de sus deseos: establecer una familia y casarse. Pero está convencida de algo: lo que para ella es normal en el amor, no es común en este tiempo, cuando las parejas no priorizan consolidar una relación sentimental si no incluye estabilidad económica.
Incluso, lo puede identificar, en su caso, porque la prioridad que tiene con su esposo es ser austeros con los gastos para poder tener casa propia y cuando quieren un encuentro o salida románticos, prefieren algo sencillo y a bajos costos; todo esto para que no se pierda el romance en la relación.
La experiencia de Ramírez resuena con la explicación de la psicóloga y especialista en relaciones interpersonales Tachy Osorio, quien aseguró que las personas han cambiado la forma de establecer relaciones de pareja y hoy buscan estabilidad económica, además de alguien que conecte con más alegrías y menos angustias.
Mi esposo me conquistó a la antigua y eso me motivó a confiar en el compromiso y formar una familia
Estefanía Ramírez, venezolana de 32 años
En entrevista con el equipo de El Pitazo, la especialista aseguró que algunas personas buscan de la pareja atención, reconocimiento, apoyo y lealtad, características de valores personales que primero deben trabajarse internamente.
De acuerdo con psicólogos, en la última década se han vivido transformaciones en las formas de ver el amor. En el contexto de los venezolanos, estas diferencias están marcadas por la crisis económica, la migración y la influencia de las redes sociales debido a que hay más información sobre las parejas y las formas de relacionarse a través de citas en línea.
Las formas de cortejar a la pareja y de enamorarla ya no parecen las mismas que se acostumbraban en décadas anteriores. A criterio de especialistas, las prioridades de las personas son otras, las relaciones pueden tener diversos propósitos y el compromiso no es necesario.
Miedo al compromiso
Adelis Montilla tuvo tres parejas a las que descartó porque no estaban dispuestas a comprometerse o tenían inseguridades. La joven de 30 años optó hace 12 meses por una nueva relación y aunque estaba negada a relacionarse emocionalmente esta vez, su actual novio logró conquistarla por mantener una percepción más clara de cómo formar una pareja desde la sinceridad.
«Logró convencerme porque yo tenía mucho miedo y no quería seguir chocando con los mismos errores de tener parejas a las que no les importaba la formalidad», agregó.
La psicóloga Tachy Osorio comentó que en las últimas décadas se han experimentado aún más la ansiedad en las relaciones de pareja y las exigencias de uno al otro, pero en algunos casos son peticiones que la persona no está dispuesta a dar porque lo exige desde la carencia y la superficialidad.
El verdadero amor surge de la decepción, ya que la verdad solo aparece después de la embriaguez del enamoramiento
Sandro Mazzucato, psicólogo
Además, precisó que si un hombre o mujer viene de atravesar una relación desde las conductas tóxicas, pensará más en su decisión de involucrarse con una persona.
El sociólogo y profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Erly Ruiz, enfatizó que el amor se transforma a medida que también lo hacen las sociedades. Citó al alemán Niklas Luhmanny y precisó que este sociólogo, en un momento de la historia, planteó que existía algo como el amor romántico que no era un sentimiento, sino un código de comunicación simbólicamente generalizado.
«Siempre ha existido gente que quiere comprometerse y gente que no. El asunto quizás es que antes uno se iba más el compromiso por falta de información, pero ahora hay mucho más contenido para que una persona decida realmente si se quiere comprometer o no», indicó el sociólogo en entrevista con El Pitazo.
El amor sigue, las parejas cambian
La psicóloga y especialista en terapia de pareja, Isbelia Segnini, afirmó que el amor es igual en esta época o la anterior y que los cambios ocurren en las parejas. Puntualizó que se han transformado las libertades que tienen al momento de compartir, como es el caso de viajar o dormir juntos, pero siempre tienen el concepto del valor de la pareja y el amor.
Aseguró que las personas siguen buscando una pareja comprometida, honesta, trabajadora y respetuosa.
La consideración del psicólogo clínico Sandro Mazzucato va en la misma línea. Destaca que las personas ven el amor de formas diversas, según su contexto cultural, sus experiencias personales, muy importantes y determinantes, y la influencia de la sociedad a través de las redes sociales y la cultura en la que viven.
Yo tenía mucho miedo de relacionarme sentimentalmente y no quería seguir chocando con los mismos errores de tener parejas a las que no les importaba la formalidad
Adelis Montilla, venezolana de 30 años
Explicó que en los últimos años ha habido un cambio notable en la forma en que las personas piensan sobre encontrar pareja, debido a factores como el auge de las aplicaciones de citas, los cambios en las expectativas sociales y la evolución de los roles de género.
Isbelia Segnini coincide con Sandro Mazzucato. Aseguró que en medio de la globalización y diversidad, hay mayor apertura en las relaciones y posibilidad de establecer vínculos con personas de diferentes países y continentes, por lo que también se modifica la forma de relacionarse.
Preferir la no formalidad
Segnini comentó que, en la actualidad, se observa una tendencia a preferir relaciones no formales y explorar diferentes experiencias antes de buscar estabilidad.
Por su parte, Mazzucato indicó que la preferencia por la no formalidad en las parejas puede estar relacionada con la búsqueda de libertad, la resistencia a los roles de género tradicionales, el deseo de evitar presiones sociales y la elección de formas alternativas de compromiso que se ajusten mejor a las necesidades individuales.
Siempre ha existido gente que quiere comprometerse y gente que no
Adelis Montilla, venezolana de 30 años
Aseguró que el cambio del rol de la mujer en la cultura, el cuestionamiento al modelo clásico patriarcal y al amor romántico con «sello de exclusividad», además de la necesidad de inmediatez, impulsados por el modelo de satisfacción de las redes sociales «crean un contexto donde el imaginario del amor se difumina».
«El verdadero amor surge de la decepción ya que la verdad solo aparece después de la embriaguez del enamoramiento. La premura de la sociedad actual nos hace pensar en el amor como una meta cuando realmente es la consecuencia de un compromiso sostenido. No hay nada más efímero que la promesa de amor eterno», agregó el psicólogo.
Se defiende la individualidad y se cuestiona el compromiso
Sandro Mazzucato comentó que hoy las personas suelen buscar en sus parejas cualidades de compatibilidad, respeto mutuo, comunicación abierta, empatía, estabilidad emocional y realización personal. Además, muchas personas valoran la independencia y la autonomía de sus parejas.
En ese sentido, precisó que este modelo de relación requiere de un gasto de energía y de un nivel de compromiso por el otro muy grandes que atentan con la otra oferta de estos tiempos que es la libertad. Por lo tanto, se defiende la individualidad del «tú y yo», pero se cuestiona el compromiso que implica «el nosotros».
El amor es igual en esta época o en la anterior y los cambios ocurren en las parejas. Se han transformado las libertades
Isbelia Segnini, psicóloga
Mazzucato dijo que el amor y las relaciones han experimentado cambios significativos en las últimas décadas. Factores como la mayor libertad individual, el acceso a la información, la igualdad de género, la revolución digital y la globalización han contribuido a que las personas busquen relaciones bajo otros paradigmas.
«Es una transición moral en la que se cuestionan los viejos valores, pero a su vez aún no están muy claros por cuáles se sustituirán. La ausencia de referentes deja a las personas que se aproximan a una relación con más dudas que certezas», puntualizó en entrevista con El Pitazo.
Estos cambios en la forma en que las personas ven el amor y las relaciones son el reflejo de una sociedad en constante cambio e impaciente, que valora la individualidad, la libertad de elección y la igualdad de género, pero se desdeña el compromiso, la empatía, lo duradero y construido, a criterio del especialista.
Las personas ven el amor de formas diversas según su contexto cultural y sus experiencias personales
Sandro Mazzucato, psicólogo
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