Para llenar el tanque subterráneo del conjunto necesitaban a finales de junio Bs. 84 millones. Foto: Keren Torres[/caption]
Cabudare.- En la urbanización Terrazas de la Ribereña de Cabudare tienen seis meses y medio sin suministro de agua porque luego de averías y el daño de dos equipos de bombeo, la Hidrológica del estado Lara (Hidrolara) no ha restablecido el servicio en esa y otras comunidades afectadas.
«Desde el 22 de diciembre no llega el agua. Aisladamente en el mes de febrero y abril hubo en dos oportunidades y el tanque se llenó, desde entonces no hay agua ni por equivocación», comentaron los vecinos a El Pitazo.
Es la primera vez que la urbanización tiene este problema. Recuerdan que en seis años ni siquiera tenían racionamiento.
Enviaron cartas a las oficinas de Hidrolara, contactaron a uno de los encargados del sector, pero la empresa regional se limitó a enviar dos cisternas hace meses. Alegaron que cuentan con dos camiones para todo el estado y resultaba imposible enviarlos con frecuencia.
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En algunos apartamentos inutilizaron uno de los baños para almacenar pipas y tobos con agua. Foto: Keren Torres[/caption]
Este conjunto residencial se reparte en cinco torres y 28 apartamentos. Los gastos de condominio en julio superarán los 10 millones por familia solo para pagar de seis a ocho camiones cisternas que llenan la cuarta parte del tanque. Por ende, el presupuesto común dejó de utilizarse en otras mejoras para destinarlo al vital líquido y el mantenimiento de la bomba, cuyas membranas han sido cambiadas últimamente por la presión inconsistente.
Vecinos temen que las tuberías y grifos «sufran más». Hay apartamentos con bajantes y otros sistemas dañados.
En Terrazas de la Ribereña aseguran que andan contrarreloj porque sus días giran alrededor del racionamiento interno que aplican para ahorrar el agua del tanque subterráneo.
Lee también: VIDEO | Manifestantes dicen que la respuesta de los organismos “fue ignorar” protestas por falta de agua«El horario de racionamiento es media hora en la mañana, al mediodía y la noche. En media hora se dificulta lavar el baño, ropa, platos, la casa», agregó Andrés Campos. Él se mudó en diciembre a casa de sus padres por el estrés que le causaba esta situación. Ahora tiene un itinerario rígido que le impide hasta aceptar salidas porque al volver no tendrá agua para bañarse o utilizar la lavadora en el ciclo más rápido. «Que distinto sería si al menos nos llegara el agua uno o dos días de la semana para llenar el tanque», señaló. [caption id="attachment_375096" align="alignnone" width="1100"]
En Terrazas de la Ribereña guardan agua en cualquier recipiente porque tienen una hora y media de agua al día. Foto: Keren Torres[/caption]
Terrazas de la Ribereña tiene agua de un ramal distinto al de urbanizaciones cercanas. Se sienten frustrados al ver por sus ventanas cómo en otras viviendas gozan del servicio y ellos esperan por la sustitución de los motores para volver a la normalidad.
Medidas desesperadas
María España gastó 28 millones de bolívares y medicinas para tratar una bacteria de su hijo atribuida a los problemas de agua. Para encontrar el tratamiento fue a más de 20 farmacias y los días que su niño tuvo fiebre no tenía cómo bañarlo a cualquier hora para bajarle la temperatura.
«Es muy incómodo vivir sin agua», contó. Recientemente decidió viajar con toda la ropa sucia hasta casa de su familia, en Caracas, aunque al llegar a la capital tampoco había el servicio y rompió en llanto.
Victoria Sandoval también ha tomado «medidas desesperadas» por la escasez del líquido. Inutilizó un baño de su apartamento para llenar una pipa y un par de tobos. Asimismo ha llegado a saltar tomas del diurético para controlar su hipertensión.
«Por los malos olores en un espacio tan pequeño no me tomo la medicina para no ir tanto al baño», reveló.
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Los vecinos pagaron Bs. 21 millones por 15.000 litros de agua recientemente y las reservas están por agortarse. Indican que es insostenible pagar tanto para seguir limitados. Foto: Keren Torres[/caption]
La comunidad empezó a organizarse para realizar próximamente una protesta en las oficinas de Hidrolara de Cabudare. Exigen una solución inmediata porque el 22 de julio cumplirán siete meses sin el servicio, aunque tienen las facturas al día.
Han considerado instalar tanques cilíndricos en sus viviendas. Pero no tienen las instalaciones adecuadas y deberían romper paredes, desmontar gabinetes y fachadas para hacerlo. Es un gasto difícil de asumir, explicaron.
Edgar Timaure, encargado de Hidrolara en Cabudare, dejó de responder las llamadas y mensajes de los habitantes de Terrazas de la Ribereña.
Piden a la prestadora de servicios una pronta solución porque no justifican que la licitación para comprar un equipo de bombeo se haya extendido más de seis meses.
Otra queja en la urbanización se trata de las fallas en la recolección de basura. En enero pasaron casi un mes con montañas de desecho en las afueras porque el aseo urbano estaba ausente hasta que otra comunidad advirtió que enviaría la basura hasta las oficinas municipales sino atendían sus reclamos.
«Nunca imaginamos vivir en estas condiciones», manifestaron.]]>
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