Guanare.- Cerca de 1.000 productores agremiados en la Federación Nacional de Ganaderos de Venezuela (Fedenaga) sesionaron este sábado en Socopó, capital del municipio Sucre, eje andino barinés, para rechazar los decretos de los gobiernos de los estados Guárico, Apure, Cojedes y Barinas que prevén confiscaciones de la producción de carne, leche y queso del sector privado e impiden su libre comercialización, obligándolos a vender parte o la totalidad de su producción a las autoridades locales a precios que, a su juicio, no cubren su estructura de costos.
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Desde el 30 de octubre de 2017, el Ministerio para la Agricultura y Tierras prohibió, mediante resolución de ley (Gaceta Oficial N. º 41.267) movilizar ganado bovino en pie hacia las regiones fronterizas. Esta resolución establece que los animales vacunos y bufalinos no pueden ser movilizados hacia los estados Apure, Bolívar, Táchira y Zulia, al tiempo que señala que para dichas entidades, el Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral (Insai) emitirá un permiso especial de movilización para animales con destino a faena.
En enero de 2018, por decretos regionales, se prohíbe movilizar carne, leche y queso fuera de las entidades federales Guárico, Apure, Cojedes y Barinas. “Son decretos confiscatorios ilegítimos con los que intentan apropiarse de nuestras propiedades y esfuerzos”, dijo Carlos Albornoz, presidente de Fedenaga.
El decreto Nº 004 de la Gobernación de Barinas, anunciado en acto público por el gobernador Asdrúbal Chávez, el pasado 8 de enero en esa capital, obliga a los ganaderos a vender hasta 50 % de la carne y la leche, entre otros derivados, a la gobernación.
“Este decreto nos permite adquirir hasta 50 % de productos y vamos a comprar otra cantidad de ganado para procesarlo aquí para que quede el valor agregado en Barinas. Y si del centro del país quieren carne, pues nosotros se la mandamos, pero depostada, y todos los subproductos se quedan en Barinas”, dijo en alusión a los mataderos industriales asentados fuera de su entidad.
Paralelo a esta decisión, Chávez fijó precios a la carne en la región. “Vamos a pagar el toro a 30 bolívares y la vaca a 20 bolívares, lo que nos va a permitir establecer un mecanismo de venta al pueblo a través de los mataderos municipales”, expresó Chávez en el mismo acto.
De acuerdo con información mostrada por Albornoz en la asamblea ganadera de Socopó, los estados Cojedes y Guárico también generaron decreto confiscatorio de la producción cárnica y láctea.
La Gobernación de Guárico estableció, por decreto, que pagará el kilogramo de queso a Bs. 74.000 al productor y regula la compra de hasta 20 kilos por persona, según evidencia el documento oficial.
En Zaraza ocurrió ya el primer decomiso arbitrario de un lote de 43 toros gordos a un productor de El Socorro, quien, apegado a lo establecido en la Constitución vigente, se negó a cumplir esta arbitraria medida, denunció.
En Guárico, ningún ganadero puede sacar bovinos de su hato: por decreto debe vender 30 % de su producción al Gobierno a precios discrecionales, señalan los productores.
En Venezuela, la baja del consumo de carne es paulatina. Voceros del sector indican que el venezolano consume, a la fecha, menos de 4,5 kilos de carne de res al año, mientras que en 2012 consumía 23 kilos.
La demanda nacional es cubierta por el bajo consumo. Fedenaga estima que en Venezuela hay 9.800.000 reses para la producción cárnica.
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