Caracas.- Desde que llegó el COVID-19 al país, los pacientes con VIH (virus de la inmunodeficiencia humana) han dejado de ser atendidos en centros de salud y 2.757 de ellos, han sido víctimas de discriminación por desconocimiento de la condición desde 2016. También los pacientes hipertensos y embarazadas han pasado por situaciones similares, ya que se le ha dado prioridad al tratamiento de coronavirus.
‘‘No todo es COVID (…) No podemos seguir esperando a que una meningitis se convierta en una peritonitis’’, expresó Eduardo Franco, vocero de la Red Nacional de Gente Positiva, en la convocatoria de medios realizada este 12 de noviembre de manera virtual por el Observatorios Social Humanitario, para exponer cómo la emergencia humanitaria compleja y la pandemia agudizaron la condición de las personas con VIH.
La calidad de vida de estos pacientes si no tienen acceso a los antirretrovirales se verá perjudicada. El vocero de la Red Nacional de Gente Positiva señala que ‘‘80% de las personas manifiestan tener hambre. (…) Hemos identificado una gran necesidad, aunque una buena parte sobrevive gracias a la cooperación de la red internacional, no hay una inversión por parte del Estado, ni mucho menos respuesta del ministerio de salud pese a la insistencia’’.
Desatención gubernamental
Alberto Nieves, vocero de Acción Ciudadana contra el Sida, relata que anteriormente las personas con VIH tenían acceso a las mejores medicinas para tratar la enfermedad, ‘‘ imagínense la transparencia que había en ese momento. Habíamos logrado un declive de las muertes y permitimos su reinserción en la sociedad. Se establecía un diálogo muy respetuoso con el Gobierno y no había una criminalización como la de ahora’’.
Desde la organización Acción Ciudadana contra el Sida y La Red Nacional de Gente Positiva, hicieron un seguimiento a las irregularidades que desde 2009 se convirtieron en el inicio de una crisis sanitaria de desabastecimiento de antirretrovirales.
La cobertura del tratamiento antirretroviral en 2012 era de 71% y en 2018 apenas de 16%, lo que representó un desabastecimiento del 84%. En 2020 con el apoyo del Fondo Mundial hubo una mejora del 56,6%.
Por otro lado, comenta que el tratamiento antirretroviral pareciera mitigar los síntomas del COVID-19 en pacientes con sida, de acuerdo con los datos recopilados por la Sociedad Civil en agosto de 2020 hasta agosto de 2021.
¿Las mujeres viven el VIH de forma diferenciada?
Grisbel Escobar, Directora MUSAS de Venezuela, resalta que más de 5.000 mujeres viven con VIH y menos de la mitad no reciben tratamiento. Las más afectadas pertenecen a las regiones, a diferencia de las mujeres que residen en Caracas.
Según Onusida , Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida, el porcentaje de cobertura de mujeres embarazadas con VIH es de 30%, sólo 326 reciben tratamiento y 1.100 necesitan tratamiento antirretroviral.
La organización con 15 años de trayectoria, contó el caso de una venezolana que se vio obligada a emigrar a Argentina aunque recibía tratamiento de manera inconstante, debido a la sobrecarga mental que le generaba no poder sustentarse con su sueldo. ‘‘Esa es parte de la realidad de la situación país que ha afectado a aquellas que no pueden acceder al tratamiento y tienen dificultades económicas’’, sostiene.
En 2019 la tasa de transmisión infantil era de 32% y ese número aumentó a 39.9%. El servicio hospitalario empeoró con la emergencia humanitaria compleja y la emergencia por coronavirus.
El VIH en las regiones
Alfredo Mendieta, vocero de la Fundación MAVID en Carabobo, advierte que en las regiones de Venezuela se ha reportado discriminacion en los hospitales. Sucede que en los centros de salud, particularmente en embarazadas, evitan intervenir a los pacientes con Sida y sin pensarlo dos veces los ponen en listas de espera. Estas acciones han sembrado el temor de denunciar, pues tienen la creencia que la atención empeorará si exigen hacer valer la ley en las instituciones.
‘‘En Carabobo hay aproximadamente de 35 a 40 nuevos casos, de acuerdo con el monitoreo social de los distintos centros. Entre esos registros 57 niños fueron diagnosticados y reciben tratamiento’’, contabiliza el vocero. No obstante, recalca que las organizaciones no tienen acceso a los datos epidemiológicos, se basan en los informes que ha realizado la sociedad civil.
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