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miércoles, 1 mayo, 2024

Preservemos nuestra salud mental

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Cuando hablamos de salud física, el común de la gente sabe qué hacer para conservar y mantener una buena salud, no así cuando nos toca hablar de la salud mental. Los trastornos mentales y de conducta se dan en gente de todas las regiones, países y sociedades. Se calcula que, en el mundo, alrededor de 450 millones de personas sufren cada año enfermedades mentales. Esto significa que al menos una vez en nuestra vida, uno de cada cuatro de nosotros desarrollará un problema mental o de conducta. Asimismo, se estima que las enfermedades mentales continuarán aumentando.


De tal manera que hoy más que nunca cobra vida la necesidad de cuidar nuestros pensamientos, emociones y estado de ánimo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud mental como un estado de bienestar en el cual el individuo consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, trabajar de forma productiva y fructífera y tener la capacidad para hacer contribuciones a la comunidad. Sin embargo, para que esto se dé, la persona necesita tener sus necesidades básicas cubiertas, incluyendo las afectivas.

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Para poder regular nuestro bienestar mental y emocional necesitamos ejercer influencia sobre nuestros pensamientos, sentimientos, deseos y estado de ánimo. De esta manera podremos tomar mejores decisiones y alcanzaremos mejor nuestros objetivos. Además, estaremos previniendo la ansiedad, el desánimo, la culpabilidad, el sentir de inferioridad y otras muchas dolencias de naturaleza psíquica.


Ahora bien, cómo podemos hacer para cuidar y preservar nuestra salud mental. Mencionaré algunos aspectos que debemos poner en práctica en nuestra vida diaria para ello:

  • Tener un propósito en la vida. Que tu vida cobre sentido y tenga un objetivo concreto, ayudará a mantenerte motivado y con ilusión. Lo peor que puede ocurrir para detrimento de la salud mental es vivir sin esperanza, sin una ilusión. Adicionalmente, este hecho le permitirá mantenerse ocupado en alguna actividad. El oficio, la profesión o la actividad estudiantil son tareas que, cuando las hacemos a conciencia, producen satisfacción y agrado y son fuentes de salud mental. Muchos trastornos mentales se detonan o perpetúan con la falta de actividad.
  • Mantener buenas relaciones interpersonales. Nutrir nuestros vínculos y lazos afectivos genera de manera inmediata bienestar afectivo. Disfrutar de una buena relación con el cónyuge, con el jefe, con el compañero de trabajo, con los amigos y con el vecino, propicia un estado de paz mental y de bienestar psicológico incompatible con los trastornos mentales. Por tanto, es necesario cultivar el trato afable con la familia, los colegas, los conocidos y todo tipo de personas con las que convivamos.

  • Cultivar los pensamientos positivos. La conexión entre los pensamientos y el estado de ánimo es incuestionable. Sentirse en paz y estar mentalmente sano depende mucho de cómo se procesan los contenidos mentales. Contemplar el lado positivo de las cosas y hacerse el propósito de desechar los pensamientos negativos y catastróficos permitirán una sensación de tranquilidad aun en los momentos difíciles.

  • Trabajar en el concepto de sí mismo. Su autoconocimiento le facilitará estar bien consigo mismo. Cuando alguien se siente inferior, inadecuado, e insuficiente, sus conductas serán de naturaleza inferior. La seguridad en sí mismo es un buen hábito emocional que afecta la autoestima; conocerse profundamente y alcanzar una postura equilibrada resultante en unaautoestima sana, que contribuirá mejorar su salud mental.

  • Practicar el altruismo es una fuente probada de salud mental y su práctica aleja la
    mente del egoísmo, que es origen de desajustes mentales y conductuales. Por tanto,
    animarnos hacer actividades de servicio y bondad hacia otros produce un estado de bienestar emocional y paz.

  • Una buena alimentación y el ejercicio físico rutinario, supone un apoyo indiscutible para la salud mental. El ejercicio físico regular y moderado es parte de todo plan de actividad de las persona con trastorno depresivo o ansiedad. Para la persona sana, el ejercicio se cuenta entre las mejores estrategias preventivas de las dolencias emocionales.

  • Buscar un espacio para que contacte con la naturaleza. El aire libre, el agua pura y sol son
    fuentes de energía vital y, por tanto, necesarias para el bienestar psicológico. Todas estos aspectos son recomendaciones generales para fomentar un equilibrio emocional y mental; no obstante, si padece de algún síntoma psicológico que le esté aquejando no dude en
    consultar con un especialista de la salud mental. Solo así conseguiremos combatir la creciente problemática de los trastornos mentales y el incremento en los casos de suicidios.

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