23.7 C
Caracas
jueves, 2 mayo, 2024

La convivencia familiar y la importancia de una buena dinámica

-

La familia es un sistema de interrelación biopsicosocial que media entre el individuo y la sociedad y se encuentra integrada por un número variable de individuos, unidos por vínculos de consanguinidad, unión, matrimonio o adopción; desde el punto de vista funcional y psicológico, implica además compartir un mismo espacio físico; desde el punto de vista sociológico no importa si se convive o no en el mismo espacio para ser considerado parte de la familia. En todo caso, los dos grandes objetivos de toda familia son: primero, ser el soporte de cada uno de sus miembros, brindar seguridad para el desarrollo de los mismo para un futuro y segundo, ayudar a resolver las crisis que se van enfrentado en las diferentes etapas del desarrollo.

La convivencia familiar es una de las dinámicas más complejas que hay. Entendemos por convivencia la capacidad de habitar en compañía e interacción con los distintos integrantes de la familia, lo que contribuye a generar un entorno de seguridad, confianza, bienestar y sobre todo, hacer posible que podamos comunicarnos e integrarnos. Esta convivencia encierra un conjunto de prácticas y valores que son compartidos en familia, los cuales promueven relaciones intrafamiliares basadas en la tolerancia, la comunicación y el apoyo mutuo. Debido a que los valores son aquellos principios o convicciones profundas que orientan nuestra conducta, se pueden identificar valores que ayudan al desarrollo de un ambiente familiar armónico. Sin embargo, esto no siempre es así. Una gran parte de las familias actuales muestran sus diferencias, sus desigualdades en el pensamiento y en los estilos de vida de manera abierta, generando conflicto.

El ambiente familiar ejerce una gran influencia en el estado emocional de los hijos. Existen innumerables factores por los que surgen conflictos intrafamiliares y que son generadores de estrés entre sus miembros. Por ejemplo: la privación afectiva por ausencia de alguno de sus padres o por falta de tiempo para dedicarle a los hijos, las discusiones y frecuentes disputas entre los padres, van deteriorando la relación entre sus miembros, pudiendo derivar en problemas más graves o malos tratos.

Cuando la dinámica familiar no funciona adecuadamente, los intereses del niño están desviados por los conflictos familiares y por los temores derivados de los mismos y en estas condiciones el niño se desinteresa por conocer, aprender y afrontar problemas y plantearse retos que van al unísono con su desarrollo evolutivo y social.

Claves | Cómo cuidar tu salud mental en el contexto venezolano de 2024

Desde el punto de vista social, la importancia de la familia en la vida de todo ser humano, trasciende las esferas de la socialización, ya que no se remite únicamente a ser la primera fuente de ésta, sino que va más allá al convertirse en la fuente primordial de apoyo emocional que el ser humano tiene para confrontar una situación conflictiva. Diversos autores, han mostrado como los patrones de conducta antisocial aprendidos en el hogar interfieren en el aprendizaje, en el contexto escolar y las relaciones positivas con los demás.

Existen condiciones mínimas para el logro de una sana dinámica familiar, que pueda ayudar a sus integrantes a sentirse seguros dentro de ella:

  • Que existan normas de convivencia claras al interior de la familia.
  • Que la familia cuente con mecanismos de comunicación adecuados para enfrentar conflictos.
  • Que exista una distribución equitativa de las tareas del hogar (entre los miembros de la familia, independientemente del sexo de sus miembros y de acuerdo a la edad de cada uno de ellos).

De igual forma, se debe tener en cuenta que tanto la falta de límites como el exceso de éstos puede llegar a ser perjudicial para la interacción familiar, por lo que es preciso buscar un equilibrio que permita establecer y cumplir las normas de convivencia, así como también la generación de espacio para la autonomía y toma de decisiones de los integrantes de la familia, de acuerdo con su edad y responsabilidades.

En el proceso de la construcción de una sana dinámica familiar, los padres y madres son transmisores conscientes e inconscientes de valores y actitudes. Muchas veces no nos damos cuenta del impacto que puede tener en el núcleo familiar y principalmente en los niños un gesto cotidiano, una opinión, una actitud frente a un problema, etc. Por ello, es importante mantener dentro de la dinámica propia de la familia y la comunidad, un encuentro íntimo entre sus miembros, que permita descubrir cuáles son las características de cada uno, sus necesidades, expectativas, fortalezas y potencialidades. En este sentido, es crucial que en el núcleo familiar se promueva el cariño, el afecto, el apoyo emocional y la existencia de un orden familiar de límites claros y razonables.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR


Miles de venezolanos en las zonas más desconectadas del país visitan El Pitazo para conseguir información indispensable en su día a día. Para ellos somos la única fuente de noticias verificadas y sin parcialidades políticas.

Sostener la operación de este medio de comunicación independiente es cada vez más caro y difícil. Por eso te pedimos que nos envíes un aporte para financiar nuestra labor: no cobramos por informar, pero apostamos porque los lectores vean el valor de nuestro trabajo y hagan una contribución económica que es cada vez más necesaria.

HAZ TU APORTE

Es completamente seguro y solo toma 1 minuto.

Ayúdanos a cubrir todo el país
Hazte Superaliado/a