San Cristóbal.- Un aproximado de 300 mil pacientes insulinodependientes en el estado Táchira están en situación de emergencia ante la falta de insulina, de acuerdo con la información suministrada por la presidenta del Colegio de Médicos del estado Táchira, Nelly Núñez, quien destacó que aunque en todo el país hay desabastecimiento, la entidad andina es una de las más afectadas.
Indicó que para poder atender a los pacientes diabéticos, los médicos endocrinos han tenido que acudir a medicamentos que se usaban hace 50 años, como la insulina MPH y la cristalina, que aunque en su momento fueron exitosas, no tienen la especificidad, como sí ocurre con las creadas por los avances de la ciencia.
Precisó que son asombrosas las listas en las farmacias del Táchira con nombres de pacientes que solicitan el tratamiento son asombrosas, pues durante todo 2017 el déficit ha sido alto, y si se logra conseguir en Colombia, los costos son elevados ante el diferencial cambiario, que desfavorece el bolívar frente al peso colombiano.
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“Existen pacientes que requieren aplicarse la insulina dos veces por día, y si no lo hacen, las complicaciones que se desarrollan son graves. Estas van desde una insuficiencia renal crónica, que fácilmente se transforma en aguda, afectaciones oculares y de la piel, hasta una cetoacidosis diabética y la muerte. Esas estadísticas nada favorables se reportan en el Hospital Central de San Cristóbal”, explicó.
“Una fundación me ayuda”
Herminia Gelvez es paciente diabética. Ella es una tachirense de 76 años de edad que, aunque ha padecido la ausencia del tratamiento, ha logrado obtenerlo de manera regular a través de una fundación ubicada en Bucaramanga, Colombia, que le envía las pastillas a Cúcuta y allí la buscan sus familiares.
Sus hijos intentan ubicar el medicamento en todas partes del país, pero muy pocas veces logran encontrarlo. “Los últimos lapiceros de insulina me los mandó un hijo que tengo en Valencia. Mis hijos viven buscando por todas partes porque en las farmacias nunca hay. Han tenido que ir incluso a Cúcuta a comprarlos, y hemos conseguido de gente que ha fallecido y sus familiares venden el medicamento”, relató. No recibir insulina ha desarrollado en su organismo otras enfermedades, como: hipertensión, insomnio, depresiones y una artrosis de rodilla.
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