Llenar el tanque de gasolina de un vehículo ahora cuesta entre 15 y 25 dólares más en territorio estadounidense, en comparación con lo que se pagaba en enero. Trabajar más, usar menos el automóvil y optar por el transporte público son algunas de las opciones que aplican quienes quieren aminorar el impacto que genera este aumento

El incremento del precio de la gasolina es motivo de preocupación para los venezolanos radicados en Estados Unidos. Desde el 24 de febrero el costo del combustible se ha disparado a raíz del conflicto entre Rusia y Ucrania y la decisión del presidente norteamericano, Joe Biden, de prohibir las importaciones de petróleo ruso.

Carolina Sotillo vive en San Francisco, California, uno de los estados donde la gasolina se vende a mayor precio. Según contó a El Pitazo, hasta el mes de enero de 2022 pagaba 40 dólares para llenar el tanque de su Toyota, Corolla, cada tres días; sin embargo, el 13 de marzo, vio con preocupación que la pantalla del dispensador de combustible marcó 59,16 dólares.

“Ese monto nunca lo había cancelado desde que llegué a este país en 2019. Y, claro, me preocupa porque trabajo con Instacart –una empresa estadounidense que opera un servicio de entrega y recogida de comestibles– y me movilizo en mi vehículo”, dijo Carolina, el 14 de marzo. 

El 11 de marzo, la Asociación Estadounidense del Automóvil (AAA) informó que el precio de la gasolina había alcanzado un promedio histórico: 4,331 dólares el galón. El monto representa 20,17% más que los 3,604 dólares de una semana antes y 56,92% por encima de los 2,760 dólares de un año atrás. En algunos estados, como California, específicamente en el Área de la Bahía de San Francisco, el precio alcanzó el pico más alto: 5,79 dólares, mientras que, en Tulsa, Oklahoma, se presentó el valor más bajo: 3,80 por galón. Un galón equivale a 3,785 litros.

El aumento de la gasolina implica que Carolina sume al menos 190 dólares a sus gastos mensuales. “Aunque parezca un monto mínimo, a propósito de lo que se gana en este país, cuando le agregamos los costos de los servicios (agua y luz), la cuota del carro que aún debo, el seguro y el alquiler del apartamento donde vivo, estos ajustes pegan en el bolsillo y nos obligan a trabajar más”, aseguró.  

Gerardo Zambrano está viviendo una situación similar a la de Carolina. Él vive en la ciudad de Paterson, en Nueva Jersey, desde el año 2018, cuando emigró de Venezuela en busca de mejores condiciones de vida.


Mi tanque se llenaba con 40 dólares y el 15 de marzo pagué 65 dólares. También me subieron la renta de 1.500 dólares a 1.800. Esto es una locura

Jesica Serrano

Su vehículo, un Subaru, carga 30 litros de gasolina. Por esa cantidad pagó 43,56 dólares el 13 de marzo. La situación ha obligado a Gerardo a modificar su rutina. Antes, utilizaba su carro todos los días para ir a su trabajo, ubicado a 18 kilómetros de su casa. Ahora, alterna su traslado y usa transporte público dos días a la semana.

La esposa de Gerardo, quien emigró hace cinco meses, también ha sentido el impacto del aumento del combustible. El 16 de marzo contó a El Pitazo que el transporte privado que la lleva desde su residencia al trabajo y viceversa, aumentó de 10 a 13 dólares diarios a partir del 12 de marzo.

La inflación también va en ascenso 

El venezolano Giovanny Lizarraga, quien vive en Miami, también está lidiando con los altos precios de la gasolina. Tiene un Honda, Civic. De 25 dólares pasó a cancelar 40 dólares y el tanque de su vehículo, con una capacidad de 47 litros, no queda lleno. Esta diferencia le genera inquietud y a eso añade, la inflación que viene en aumento en el país norteamericano.  

Según las cifras que maneja el Departamento del Trabajo de los Estados Unidos, hasta enero de 2022 la inflación ascendió 7,5% en tasa interanual, un nivel nunca visto desde 1982, provocado por la subida de los precios en sectores como la venta de automóviles usados, alimentos y vivienda.

Giovanny Lizarraga está viviendo en carne propia este incremento. “Cuando voy al supermercado y comparo lo que gastaba hace dos años, noto una diferencia. En mi caso, con 300 dólares hacía un buen mercado, pero ahora gasto entre 450 y 500 dólares”, afirmó Lizarraga, quien ha redoblado las horas en su trabajo como albañil para cubrir el excedente.

Luis Serrano también vive en Miami desde hace dos años y asegura que el incremento de la gasolina le afecta directamente. Él trabaja como taxista y, según afirma, ahora gana menos y no puede aumentar el costo por su servicio, ya que los usuarios se quejan.


Tengo colegas que han pensado en dejar el trabajo porque no da resultado. Los clientes no quieren entender que la gasolina está en alza y por ello debemos ajustar el costo de nuestro servicio. Algunos conocidos, incluso, piensan cambiar su vehículo por una moto como alternativa de ahorro

Luis Serrano

«Tengo colegas que han pensado en dejar el trabajo, porque no está dando resultado. Los clientes no quieren entender que la gasolina está en alza y por ello debemos ajustar el costo de nuestro servicio. Algunos conocidos que laboran en otra área, estudian la posibilidad de cambiar su vehículo por una moto como alternativa de ahorro», añadió Serrano.

Jesica Serrano, hermana de Luis, también está radicada en EE. UU. y, a su juicio, es preocupante la situación que viven los venezolanos desde finales de febrero. Ella tiene una Toyota 4Runner y al día recorre 25 kilómetros en la ciudad de Houston, en Texas, por su trabajo. “El tanque de mi camioneta se llenaba con 40 dólares y el 15 de marzo pagué 69 dólares. También me subieron la renta de 1.500 a 1.800 dólares. Esto es una locura”, contó.  

De acuerdo con la oficina del Censo de 2019, en Estados Unidos viven al menos 549.256 venezolanos. El registro se realizó entre el 1º de abril y el 16 de octubre de 2020, durante la pandemia. Florida es el estado con el mayor número de venezolanos con un aproximado de 273.216, seguido de Texas con 73.298.

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