Los politólogos Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la UCAB, y Jesús Castellanos, docente de la UCV y analista de temas electorales, resaltan la ausencia de señales que sugieran la inminencia de comicios presidenciales
El 13 de abril, en un acto político en Miraflores, el gobernante Nicolás Maduro planteó de nuevo la posibilidad de un adelanto de la elección presidencial que, de conformidad con el período constitucional, debe realizarse en diciembre de 2024 una vez que el Consejo Nacional Electoral (CNE) convoque el proceso.
“Hay que presentarse en las próximas elecciones presidenciales, no sabemos si van a ser este año o el próximo. Guárdenme ese secreto”, dijo Maduro a quienes asistieron al acto político que conmemoró el retorno de Hugo Chávez a la Presidencia en abril de 2002.
El director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), Benigno Alarcón, cree que el objetivo de Maduro es frenar la elección primaria convocada por la Plataforma Unitaria Democrática para el 22 de octubre.
El politólogo y docente de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Jesús Castellanos, calificó de amenaza la insinuación de Maduro, una aspiración que puede devenir en otra violación a la Constitución y al marco normativo de los procesos electorales.
Ha habido ya elecciones que no se ajustan a lo establecido en la Constitución. Por eso la amenaza no puede ni debe ser ignorada
Luis Lander, director del Observatorio Electoral Venezolano (OEV)
Se trata de la segunda ocasión en la que el gobernante pone en duda el momento en el que debería celebrarse el proceso electoral presidencial. En octubre, en un acto del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Maduro no descartó un adelanto del comicio presidencial.
La reciente insinuación de Maduro se suma, además, a las del primer vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, quien durante el último trimestre de 2022 planteó en dos ocasiones el mismo escenario político de adelanto de elecciones.
Dilema electoral
Alarcón sostiene que, con la nueva insinuación, Maduro tiene la intención de provocar que el sector mayoritario de la oposición, agrupado en la Plataforma Unitaria Democrática, aborte la elección primaria del 22 de octubre.
“Eso le quita al Gobierno y a los propios partidos de oposición negociar candidatos o personas que vayan a la elección y que puede terminar poniendo a Maduro frente a alguien que puede ser referente para todos, con posibilidades de ganar la elección. Eso tiene al Gobierno preocupado”, explicó Alarcón consultado por El Pitazo.
Es cierto que estamos frente a una oposición fragmentada y que el oficialismo también muestra serias debilidades
Jesús Castellanos, politólogo
El analista político destaca que un adelanto de elecciones le generaría al Gobierno más problemas en el ámbito de las sanciones internacionales, así como en sus aspiraciones a rescatar algo de reconocimiento internacional luego de los cuestionados comicios de 2018 y el posterior surgimiento del extinto gobierno interino que lideró Juan Guaidó.
“El Gobierno no lo prefiere, pero si está en un dilema entre adelantar unas elecciones y ganarlas a su manera o dejar la elección en la fecha que corresponde y perderla, va a escoger lo primero”, concluyó Alarcón.
Un escenario político desfavorable
Castellanos puntualiza que el contexto político actual no favorece al oficialismo.
“Si algo tiene el régimen oficialista actual -que aprendió de Chávez- es saber su timing, su momento, desde el punto de vista electoral. Es cierto que estamos frente a una oposición fragmentada y que el oficialismo también muestra serias debilidades”, destacó Castellanos.
El docente de la UCV resalta que incluso en medio de la llamada operación contra la corrupción -un factor que Maduro refuerza en su discurso-, un escenario de adelanto de elecciones no luce ventajoso para la coalición de gobierno.
“Si a eso le sumamos el descontento de las propias bases oficialistas y las protestas que arrancaron desde el comienzo del año, ese escenario no parece favorecedor para el oficialismo”, añadió Castellanos.
Competencia del CNE
En noviembre, la ONG Súmate recalcó que la elección presidencial debe ocurrir en 2024 y no antes, como lo insinuaron entonces durante varias semanas Cabello y Maduro.
La coordinadora de Contraloría Electoral de la ONG Súmate, Nélida Sánchez, detalla que de concretarse un adelanto de los comicios presidenciales, implicaría la violación de lo que establece la Constitución en cuanto a períodos constitucionales, así como de la Ley Orgánica de Procesos Electorales (Lopre) y del Reglamento General de la Lopre.
Si el CNE convoca ese proceso por solicitud de Maduro, es la demostración flagrante de que en Venezuela no existe independencia de poderes
Nélida Sánchez, vocera de ONG Súmate
“Es competencia del CNE convocar las elecciones, de conformidad con los períodos constitucionales: artículo 33, numeral 3 de la Ley Orgánica del Poder Electoral. Si el CNE convoca ese proceso por solicitud de Maduro -por no decir su instrucción-, es la demostración flagrante de que en Venezuela no existe independencia de poderes”, explica Sánchez.
Ante las irregularidades registradas en procesos electorales en los últimos años, el director del Observatorio Electoral Venezolano (OEV), Luis Lander, sostiene que no se puede ignorar lo que califica de amenaza por parte de Maduro.
“La Constitución es muy clara en precisar los períodos de cualquier funcionario público electo. De allí que la próxima elección presidencial debería realizarse en 2024 y por tradición a finales de ese año. Pero ha habido ya elecciones que no se ajustan a lo establecido en la Constitución. Por eso la amenaza no puede ni debe ser ignorada”, concluyó Lander vía telefónica.
Sin señales
Frente a las insinuaciones del oficialismo sobre un eventual adelanto de elecciones, el CNE no se ha pronunciado, como lo planteó en un exhorto la ONG Súmate.
En lo que califica de parálisis institucional, Castellanos resalta que el CNE arrastra deudas sobre procesos vitales para los preparativos de una elección presidencial, como lo vinculado con el Registro Electoral.
“En 2021, el CNE se comprometió a municipalizar el Registro Electoral. Eso lo hizo luego del proceso de auditoría, lo expuso en su momento el rector Roberto Picón. Esa promesa, de que se pudiera establecer un punto de inscripción y actualización en cada municipio del país, no la ha cumplido el CNE”, añadió Castellanos.
Si el Gobierno está en un dilema entre adelantar elecciones y ganarlas a su manera o dejarlas en la fecha que corresponde y perderlas, va a escoger lo primero
Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la UCAB
En mayo se cumplirá un año del funcionamiento del directorio del CNE con cuatro de los cinco rectores que deben conformarlo, según la Ley Orgánica del Poder Electoral (LOPE).
El directorio debe designar a la persona suplente para cubrir la vacante absoluta de la exrectora Tania D’Amelio, ahora magistrada de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) luego de ser jubilada por el ente comicial.
Además, en enero, el presidente de la Asamblea Nacional electa en 2020, Jorge Rodríguez, dijo que un mes antes, en diciembre, partidos y organizaciones políticas que se reunieron con Maduro plantearon la posibilidad de designar una nueva directiva del CNE, pese a que la actual es de mayo de 2021.
En el contexto actual, Alarcón concluye que pese a la ausencia de señales que sugieran preparativos de una elección presidencial, si el ente comicial considera la propuesta de adelantar los comicios, contaría con un factor fundamental: tiempo.
“Hasta ahora no hay una señal que indique que vamos a tener elecciones pronto, pero no se puede olvidar que buena parte de la operatividad del proceso descansa en la contratista (Exclé) que sustituyó a Smartmatic, no es un detalle menor. Además, ha sido normal para el CNE organizar unas elecciones en seis meses”, añadió Alarcón.
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