El archipiélago lleno de azules es solo para visitantes. Desde hace cuatro meses, el pueblo de Los Roques no sabe lo que es tener 24 horas continuas de servicio eléctrico. Las quejas de sus habitantes parecen no importar. Por ahora, las autoridades solo se concentran en ampliar la pista de aterrizaje del aeródromo en el Gran Roque, mientras la gente espera por la solución de problemas en servicios básicos. Los roqueños, además, reclaman por los daños causados a la biósfera: “A veces pienso que quieren sacarnos de aquí. Que el Gran Roque sea para los enchufados solamente”

El archipiélago de Los Roques es calificado por viajeros como uno de los mejores destinos turísticos del planeta. Su belleza natural, su riqueza ambiental, un gran atolón coralino, compuesto de 50 islas, 292 cayos o bancos y extensos arrecifes de coral en un área de 221.120 hectáreas, reúne todas las características para sobresalir como un paraje de interés.

Los Roques es el paraíso, especialmente, si se visita como turista. Paradójicamente, un paraíso que se vuelve, cada día, invivible para sus moradores originarios, los roqueños, en su mayoría pescadores, lancheros y trabajadores del sector turismo que tienen sus viviendas en el Gran Roque. La razón es la falla en los servicios básicos, especialmente el eléctrico; las acciones impulsadas por las propias autoridades del gobierno insular Francisco de Miranda que incumplen el Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso (PORU) del Parque Nacional Los Roques y las amenazas a los habitantes si reclaman o protestan estas arbitrariedades.


No se imaginan la depresión, ansiedad y desespero que causa vivir en Los Roques. Te dicen que vives en el paraíso, pero no tienes electricidad. Puedes pasar más de 30 horas sin luz y te la ponen cinco y creen que con eso es suficiente

Residente del archipiélago de Los Roques

“A veces pienso que quieren sacarnos de aquí. Que el Gran Roque sea para los enchufados solamente. Que nosotros estorbamos. Vivir sin servicios, sin respuesta de las autoridades, viendo cómo los amigos del gobierno insular sí pueden construir lo que quieran y además hacen más larga la pista (aérea), sacan arena de un lugar para rellenar otro, dañando el equilibrio natural y la isla. Esto es doloroso”, cuenta una residente del islote que conversó con El Pitazo a condición de resguardar su identidad para evitar represalias de los representantes que tienen la autoridad sobre Los Roques.

Entre todos los problemas que hay en Los Roques, la población considera que el más grave es la falta de electricidad. Entre el 15 y 30 de octubre, los roqueños aseguran que tuvieron lapsos de “hasta 5 días sin luz”. Entre el 1 y el 9 de noviembre, apenas recibieron el servicio durante 2 o 3 horas por día.

Los afectados señalan que no hay respuesta oficial a sus reclamos, sino una posición que puede calificarse de pasivo-agresiva. “Si uno va a reclamar, te dicen que no saben nada, que tengas paciencia, pero te recalcan que no te quejes porque te pueden quitar la concesión, la casa o denunciar”, sostiene el entrevistado.

Bombillos de adorno

El problema eléctrico en Los Roques no es reciente. Esta situación fue expuesta en la investigación Los Roques a la Orilla de un Desastre Ambiental, realizada por la Alianza Rebelde Investiga (ARI), conformada por El Pitazo, Runrun.es y TalCual, que ofrece un retrato de las fallas en los servicios públicos en este destino.

Sobre la electricidad, el trabajo indica que en 2015 la empresa china Yingli Green Energy Holding Company Limited instaló en Los Roques la mayor planta solar que existe en Venezuela. La pared de paneles solares es una de las vistas que llama la atención de los pasajeros cuando los aviones aterrizan en Los Roques. No obstante, por una razón desconocida, y de la que no hablan las autoridades, la planta, que costó unos 8 millones de dólares, nunca funcionó.

Como los paneles solares no estuvieron operativos, la energía eléctrica de El Gran Roque sigue dependiendo de una planta generadora que funciona con combustible. En el islote existen dos: una principal y otra auxiliar. Ambas presentan fallas severas desde mediados de agosto de 2021. Ese año, el Gobierno prometió adquirir una nueva planta y hasta la fecha no ha cumplido.

“No se imaginan la depresión, ansiedad y desespero que causa vivir en Los Roques. Te dicen que vives en el paraíso, pero no tienes electricidad. Puedes pasar más de 30 horas sin luz y te la ponen cinco (horas) y creen que con eso es suficiente. La comida hemos tenido que tirarla a la basura, dañada por falta de refrigeración”, lamenta una de las matronas del pueblo roqueño que concedió una entrevista a El Pitazo vía telefónica.

La vocera, que pidió la reserva de su nombre, recuerda que la última gran crisis eléctrica fue en noviembre de 2021 y que en ese momento el jefe del gobierno insular, Eladio Jiménez Rattia, “por lo menos hacía la diligencia”.

“Lo peor es pedir explicaciones o fechas. Por lo menos antes nos mandaban comunicados. Pero ahora ni eso. Tenemos que acostumbrarnos a vivir sin luz. Los turistas no se dan cuenta porque aquí todas las posadas tienen planta y se van todo el día para los cayos. Pero uno es el que padece”, agrega.

De la nueva autoridad, designada en enero de este año, Aníbal Coronado, la población no obtiene respuestas a sus peticiones. Coronado no solo es jefe de gobierno del Territorio Insular Francisco de Miranda, también es la Autoridad Única para la Zona Económica Especial que se desarrolla en otra isla paradisíaca: La Tortuga.

“Nosotros estamos sin luz y el jefe de gobierno llama a una reunión con los concesionarios y operadores turísticos y del tema de los servicios no se habla, sino de pagos y de lo bonito de Los Roques. Eso fue el 30 de octubre y nosotros estábamos en plena contingencia”, relata un lanchero del Gran Roque que habló con El Pitazo.

La reunión a la que se refiere esta fuente se realizó el 30 de octubre de 2023. En sus redes sociales, Coronado afirmó que sostuvieron un encuentro exitoso con los concesionarios y operadores turísticos de Los Roques. “Mantenemos el mismo objetivo: ¡Juntos por un Archipiélago Sostenible y de calidad para su pueblo! ¡Sigamos venciendo!”, escribió en X (antes Twitter).

Sobre las fallas de servicios que denuncian los roqueños no hay ni un mensaje publicado en sus cuentas. “Aquí los bombillos están de adorno. Y las plantas las parapetean y ya. Parece que con la plata que aquí entra por turismo, por yate, por turista, por todo, no alcanza para una planta nueva o poner a funcionar los paneles esos, que están de adorno”, comenta el lanchero con malestar.

La única vez que el nuevo jefe de gobierno ha hablado sobre el tema eléctrico en Los Roques fue en marzo de este año durante una reunión con Néstor Reverol en el Ministerio de Energía Eléctrica. “Acordamos la instalación de nuevos medidores eléctricos, hacer entrega de bombillos LED, luminarias y kits solares, además de modernizar el Sistema de Distribución y Transmisión de Los Roques”, aseguró Reverol tras el encuentro .

Ambos funcionarios explicaron que la reunión sirvió para “evaluar avances de los trabajos de construcción del parque fotovoltaico de Los Roques, que forma parte de las políticas públicas de energía renovable y cambio de la matriz energética”, dice una nota de prensa institucional, publicada por la cartera de Energía Eléctrica.

De esos kits solares, bombillos y luminarias LED, poco saben los roqueños. “Por esa fecha hicieron un censo y unas adecuaciones en las posadas más grandes. Instalaron luces en las calles y algunos focos que siempre están prendidos. Pero no es la luz de nuestras casas”, advierte el entrevistado.

Una pista con impacto ambiental

Mientras el pueblo de Los Roques está sin energía eléctrica, las autoridades concentran sus esfuerzos en levantar una extensión de 300 metros en la pista del aeródromo.

“Eso es camiones y camiones de la zona de servicio para la cabecera de la pista. Se llevan material que aquí está abandonado, hasta de las obras que no se construyeron. También sacan arena de la laguna y la llevan para la pista. Todo esto es una locura. Ningún ambientalista puede estar de acuerdo con eso, pero ellos lo siguen haciendo. Si es un roqueño que saca un saco de arena, así sea para una pared, ese va preso, pero como son ellos, pues no importa”, explica otro residente del Gran Roque, que también reservó su nombre.

Camiones que transportan arena, de un lado del Gran Roque a la pista del aeropuerto, se movilizan a diario. Lugareños dicen que se hacen hasta veinte viajes. Temen que toda esta intervención dañe el ecosistema del parque nacional | Foto Cortesía residentes de Los Roques

La preocupación de los roqueños con la elongación de la pista es real, pues la mayoría es consciente de lo delicado que es vivir en ese ecosistema. También conocen las normas establecidas en el Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso (PORU) del Parque Nacional Archipiélago de Los Roques, publicado en 1991 y aún vigente, que regula cualquier tipo de actividad pública o privada que se ejecute en ese territorio.

La extensión de la pista del Gran Roque en su cabecera norte contempla un aumento de longitud de 300 metros. Actualmente, la cabecera limita directamente con el mar en una bahía ubicada al noreste de ese cayo. El aumento en longitud es posible mediante el relleno de esa bahía, lo que afectaría todo el ecosistema coralino de la zona, advierten expertos.

“El área a ser modificada por la elongación de la pista alberga ecosistemas de manglar y de praderas de pastos marinos, ambos protegidos por las leyes nacionales y por el PORU del Parque Nacional Archipiélago Los Roques. Estos ecosistemas serán impactados por esta construcción a corto, mediano y largo plazos. También a los arrecifes coralinos cercanos, donde sabemos que hay un importante reclutamiento de corales”, reza un documento que circuló entre biólogos, ambientalistas y oceanógrafos, y sociedad civil entre el 11 y 12 de octubre de este año, que recogía firmas para solicitar a la administración de Nicolás Maduro la paralización de esa obra.

Otro de los factores de riesgo del ecosistema que identifican los ambientalistas en el archipiélago es que la elongación de la pista representa una barrera física no natural que altera de manera definitiva los patrones de corriente existentes (dirección y energía del frente marino) que afectará a las comunidades de mangle y el desove de tortugas, entre otras perturbaciones que impactarán los recursos naturales del parque.

Roqueños deben guardar silencio

En medio de esta situación de incertidumbre, los roqueños dicen que deben guardar silencio y que reciben amenazas de emisarios del gobierno insular.

“Nosotros somos los más afectados, pero somos nosotros quienes tenemos que callar por miedo, por opresión, por zozobra, porque no nos lleven presos, porque no nos saquen de nuestro hogar, porque no nos saquen de Los Roques a tener que enfrentar situaciones legales por el simple hecho de expresar nuestras necesidades, por quejarnos por aquellos que no pueden, que no saben usar la tecnología como herramienta para expresar las necesidades que tenemos”, relata una joven roqueña consultada por El Pitazo. Como el resto de las fuentes, declaró a condición de proteger su identidad.

El miedo de los roqueños puede parecer paranoia, pero es legítimo. Cuando se les pide más información o posturas de protesta, recuerdan cuando 16 roqueños recibieron una citación del Ministerio Público y fueron trasladados a los tribunales del estado Vargas, el 10 de junio de 2021, a declarar. Al caer la noche, los dejaron encerrados y en espera de fiadores que pudieran interceder por ellos para que se marcharan de nuevo a casa. Se les acusó de ataque a la autoridad por protestar por los abusos en medio de la pandemia por COVID-19.


Para nosotros no hay permisos para arreglar el techo de casa, pero sí para nuevas construcciones de hospedajes para ricos y famosos, que no dejan ninguna inversión valiosa al pueblo

Joven residente del Gran Roque

“No podemos quejarnos, no podemos alzar la voz, no podemos exigir o pedir respuesta porque somos totalmente ignorados. Con ese temor de que nos lleven presos si actuamos. Pero tenemos que contarle a la gente lo que aquí pasa. Para los roqueños, los que hemos vivido en Los Roques, el paraíso es un infierno, sin agua, sin luz; desbordamiento de aguas residuales; con menos maestros y menos médicos. Para nosotros no hay permisos para arreglar el techo de casa, pero sí para nuevas construcciones de hospedajes para ricos y famosos, que no dejan ninguna inversión valiosa al pueblo”, expresa la joven.

El Pitazo solicitó información a través de las redes sociales del gobierno insular Francisco de Miranda sobre los temas eléctricos y la elongación de la pista de aterrizaje del aeropuerto del Gran Roque, pero no obtuvo respuestas a la fecha de publicación de este reportaje.


Mientras las ofertas de viaje para Los Roques acaparan la atención de venezolanos y extranjeros en redes sociales, sus pobladores se enfrentan a diario a apagones prolongados y el silencio o la amenaza de las autoridades locales.

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