En la inmensidad del Parque Nacional Guaramacal, en límites entre los estados Portuguesa y Trujillo, 50 familias caficultoras transforman la cascarilla del café en una concha dulce para infusiones y apuestan por una producción agroecológica que mitigue el cambio climático
En Quebrada Las Rosas el café es “familia”. Así lo define Ken Alejandro Espinoza, un maestro del café que ha revolucionado la siembra del aromático en San Rafael de Palo Alzado, la parroquia más empinada del municipio Sucre, al noroeste del estado Portuguesa.
Allí, a un poco más de 1.200 metros sobre el nivel del mar, en una pequeña ladera de 30 hectáreas que hacen parte del Parque Nacional Guaramacal, en límites de Portuguesa y Trujillo, 50 familias caficultoras siembran, cuidan el medio ambiente y practican la economía circular. Todo en un mismo proceso, liderado por el maestro Espinoza bajo los auspicios del Fondo de Pequeñas Donaciones con recursos del Fondo Mundial Para el Ambiente, con la rectoría del Programas de Naciones Unidas Para el Desarrollo (PNUD).
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Estos entes internacionales han desembolsado desde 2021, fecha en que se inició este proyecto de manejo agroecológico de la pulpa de café, cerca de 20.000 dólares en acompañamiento, capacitación y equipos.
En Quebrada Las Rosas, en Palo Alzado, 50 familias caficultoras revolucionan la siembra | Foto K. Espinoza
Mujeres caficultoras como Karina Valera y Yesenia Montilla, en la hacienda Los Luises , y Migdalis Hernández, en la finca Los Hernández, dan vida al residuo de cascarilla de café, un subproducto de cosecha que ha pasado de ser desecho contaminante de los ríos a convertirse en la estrella de las nuevas infusiones en todo el mundo. Ejemplo de ello son los emprendimientos exitosos en Uruguay y Colombia.
La cascarilla del café, describe Espinoza, es la cubierta seca de la fruta del café (que es el grano o semilla, conocido también como cereza por su color rojo). Cuando esa concha se separa del fruto mediante el proceso de beneficio del café se produce, además, una biomasa que, fermentada por sus propios alcoholes, termina la mayoría de las veces envenenado los cursos de agua y generando emisiones de metano.
La infusión Café Dulce Concha es el resultado de la cosecha selectiva de frutos rojos de la pulpa húmeda del café (drupa) producida por la comunidad Quebrada Las Rosas
Ken Alejandro Espinoza
Al igual que sus pares de Yemen y Bolivia -los primeros en reciclarla- los productores de Quebrada Las Rosas le han dado a la cascarilla de café un uso comercial. Trabajan de la mano de la asociación civil Aromas de Portuguesa para patentar la marca: Café Concha Dulce.
Mientras esa gestión se cumple, los emprendedores de Café Concha Dulce exhiben el producto en ferias de saberes y vitrinas comerciales de la región y el país. Promocionan dos presentaciones, molida y en concha. Incluso, expertos en café y coctelería de Acarigua, Araure, la ofrecen como bebida refrescante aderezada con parchita, agua quina, jengibre y leche condensada. El reconocido chef Antonio Gámez la bautizó como Palo Alzado, en honor al poblado donde se asienta la comunidad Quebrada Las Rosas.
Con los auspicios del PNUD se forma a los caficultores de Quebrada Las Rosas en proyectos amigables con el ambiente | Foto K Espinoza
¿Cómo se prepara la infusión de cascarilla de café?
Ken Alejandro Espinoza detalló a El Pitazo que la infusión Café Concha Dulce es un producto eco innovación, del tipo orgánico, deshidratado en secador solar. Es 100 % natural y contiene los 11 nutrientes del café, incluídos minerales como el magnesio y el potasio.
Para su preparación, Espinoza recomienda utilizar de 30 a 40 gramos de cascarilla Café Concha Dulce por 250-300 mililitros de agua caliente. «Lo dejas reposar 4 minutos o lo preparas en una prensa francesa presionando firmemente. Puedes servirlo con limón y endulzar con panela o miel, si gustan. Agregar hielo», sugiere.
La infusión de cascarilla Café Dulce Concha, reitera Espinoza, es el resultado de la cosecha selectiva de frutos rojos de la pulpa húmeda del café (drupa) producida por la comunidad Quebrada Las Rosas. La cereza seleccionada tiene garantía de manejo agroecológico en bosques bajo sombra.
Luego de su incursión en el mercado formal, la infusión Café Dulce Concha , caliente o fría, será valorada como la mejor bebida natural y nutritiva venezolana
Antonio Gamez, chef
“Actualmente, Aromas de Portuguesa, una organización de corte comunitario, diligencia con la empresa Nestlé las pruebas biológicas de laboratorio para la certificación y el sello de calidad», señaló el maestro de café.
A su juicio, Concha Dulce pasará a ser un nuevo medio de vida de las 50 familias productoras de Quebrada de Rosas que apuestan por una práctica amigable con el medio ambiente.
Estamos seguros de que, luego de su incursión en el mercado formal, la infusión de cascarilla Café Dulce Concha caliente o fría, será valorada como la mejor bebida natural y nutritiva venezolana. Superará a los té comerciales en sabor y aroma, pues en ella destacan sus atributos sensoriales a cítricos, mieles, florales y achocolatados, refiere el chef Gámez.
Ken Alejandro Espinoza busca acuerdos con laboratorios privados para hacer pruebas biológicas a Café Dulce Concha | Foto Bianile Rivas
Del desecho a la eco innovación
En Venezuela, la estatal Corporación Venezolana del Café (CVF) no muestra estadísticas sostenidas ni consistentes sobre la producción del rubro, al menos en sus portales de gestión.
No obstante, gremios del sector estiman que para 2022 la producción nacional de café no superó los 1.800.000 quintales, casi 50 % menos que cuando había en Venezuela disponibilidad de gasolina y gasoil, acceso a créditos agrícolas y despacho oportuno de fertilizantes y pesticidas.
Los estados Portuguesa y Lara producen en su conjunto el 70 % de esos 1.800.000 quintales de café. Solo Portuguesa, entidad dónde el cultivo se extiende por 5 de sus 14 municipios, produjo en 2022 entre 800.000 y 900.000 quintales, que serían más o menos 36.800 toneladas, calcula Espinoza.
Concha Dulce pasará a ser un nuevo medio de vida de las 50 familias caficultores de Quebrada de Rosas que apuestan por una práctica amigable con el medio ambiente
Ken Alejandro Espinoza
De acuerdo con la justificación del proyecto Manejo agroecológico de la pulpa de café en Quebrada Las Rosas promocionado por el PNUD, y dirigido por Espinoza, por cada kilogramo de café beneficiado se obtienen 5 kilogramos de desecho orgánico: cascarilla, pulpa y mucílago. Sin contar la huella hídrica.
En atención a su producción de café, Portuguesa estaría generando unas 184.000 toneladas de cascarilla, que sumadas al mucílago y el resto de la pulpa, produciría unas 200.000 toneladas de biomasa residual contaminante.
La gran preocupación de los especialistas en sostenibilidad ambiental es ¿qué pueden hacer las familias caficultoras, que en Venezuela se precisan cerca de 700.000, con esos desechos del café que, por lo general, van a ríos y quebrada o se descomponen en alcoholes fenoles al aire libre en espacios vitales de las comunidades campesinas?
Familias caficultoras de Quebrada Las Rosas trabajan desde la pandemia en el manejo agroecológico de la pulpa de café | Foto K Espinoza
“En Quebrada Las Rosas estamos trabajando en eso. Trazamos una ruta de transición hacia un modelo de aprovechamiento del rubro en todas sus dimensiones: económica, social y ambiental”, sostiene Ken Alejandro Espinoza.
Los productores están fabricando biofertilizantes líquidos por cada 60 kilogramos de biomasa, con lo cual se ahorran el 30% del uso de fertilizantes químicos. El proyecto los capacita y les entrega los tambores de depósito y las máquinas asperjadoras para su aplicación. Además, se entrenan en producción de sustratos.
Así mismo, los caficultores se forman en el secado ecológico de la pulpa. Ya se han instalado secadoras solares para el proceso de deshidratación del fruto con camas especiales bajo unas mallas tipo invernadero que permiten asepsia y el uso de agentes físicos no contaminantes.
Por cada 10 kilogramo de café húmedo solo se aprovecha un kilogramo de café secado. Y para no perder su componente más visible, la concha o cascarilla, los caficultores de Quebrada Las Rosas han innovado con la infusión Café Dulce Concha . Tienen su cronch de café, su coffee cherry.
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