Errores, omisiones, influencias, descuidos e intereses políticos, de acuerdo con los internacionalistas Félix Arellano y Elsa Cardozo, comprometieron la posición de Venezuela frente a Guyana tras la llegada del chavismo al poder. Los expertos afirman que se debe armar un grupo multidisciplinario de alto nivel para defender los intereses del país en esta disputa

El entonces presidente Hugo Chávez, en julio de 2010, con lápiz en mano y un mapa de Venezuela, mostró en Miraflores, en transmisión televisiva, el área de casi 160.000 kilómetros cuadrados que conforman el Esequibo, el territorio en reclamación y en disputa con Guyana desde 1841, cuando estaba bajo dominio británico.

Chávez exponía entonces sus consideraciones sobre el diferendo con Guyana en presencia del mandatario guyanés, Bahrrat Jagdeo, quien se encontraba de visita oficial en Caracas ese 21 de julio de 2010. Jagdeo fue recibido en Maiquetía por quien era el canciller de Chávez, Nicolás Maduro.

“Y nosotros, Guyana y Venezuela, que tenemos este diferendo –ustedes saben que este es un territorio en reclamación de hace muchos años– (…) por encima del diferendo, aquí estamos, dando ejemplo de buena vecindad”, así recalcó Chávez su visión de un proceso de disputa histórico, complejo, que, 13 años después, el Estado venezolano asume de forma inédita con desventaja en diversos frentes internacionales.


Tendríamos que haber formado hace mucho tiempo una comisión de investigación, análisis y defensa de la posición venezolana, multidisciplinaria, incluyente

Félix Arellano, internacionalista y docente universitario

“En privado, siempre lo hemos hablado. No podemos permitir que el diferendo del Esequibo nos transforme en países como estuvimos: de espaldas; incluso tildándonos de enemigos (…) y somos hermanos. Esta es una buena demostración de cómo dos gobiernos, a pesar de un diferendo histórico, estamos hermanados”, añadió Chávez.

Seis años antes, el 19 de febrero de 2004, Chávez viajó a la capital guyanesa, Georgetown, en donde aseguró que su visita de Estado estaba cargada de “máxima voluntad de avanzar en la integración”.

Fue en esa ocasión cuando Chávez auguró que su presencia en ese país sería tema de conversación por lo que comenzaría a pasar y habló de su compromiso con Jagdeo, como garantía de que el Gobierno venezolano no se opondría a ningún proyecto que se desarrollara en esa región para el beneficio de sus habitantes.

Chávez calificó de “viles estrategias imperialistas” diversos aspectos vinculados a lo que llamó el problema fronterizo con Guyana heredado de los tiempos coloniales.

19 años después de aquella visita a Georgetown, las acciones de Miraflores, primero bajo el mandato de Chávez y luego en la administración de su sucesor, son motivo de debate y revisión en un contexto internacional perjudicial para el Estado venezolano en su disputa con Guyana.

La visión “revolucionaria”

Mientras Chávez sostenía de forma pública que la estrategia sobre el Esequibo y la disputa con Guyana debía estar fuera del marco de las relaciones económicas, políticas y sociales, sus aspiraciones dentro y fuera de Venezuela, a partir de 2004, configuraron una ruta para, en medio de la bonanza petrolera, la proyección en el Caribe y en la región de su proyecto denominado revolución bolivariana.

“La posición de Chávez fue muy delicada porque prácticamente cedió el territorio, al asumir que eso era una disputa imperialista, colonial, del imperio inglés y que el pueblo guyanés tenía todo el derecho de aprovechar las oportunidades y recursos de la zona. Prácticamente lo entregó, porque la posición que se había mantenido históricamente era que Guyana no podía utilizar el territorio porque era un territorio en reclamación”, explicó a El Pitazo el internacionalista Félix Arellano.

Chávez fundó en 2005 Petrocaribe, una alianza conformada por 13 países más Venezuela, mediante la que el Gobierno venezolano vendía petróleo a naciones del Caribe, incluido Guyana, a precios preferenciales. Ese esquema implicó para Chávez y su gobierno una posición de influencia entre la Comunidad del Caribe (Caricom), organización fundada en 1973 con sede en Georgetown, y sus 15 países que son miembros plenos.


El descuido del proceso de negociación del Acuerdo de Ginebra y de los papeles de la argumentación que hay que preparar para una Contramemoria son factores que debilitan las posibilidades del país

Elsa Cardozo, internacionalista e investigadora

Chávez, con su visión de política exterior, rompió con la posición histórica asumida por los gobiernos de Venezuela en la era de la democracia representativa, signada por el bipartidismo de Acción Democrática y Copei, periodo en el que se registró lo que se considera un logro en la reclamación de Venezuela por el territorio Esequibo, el Acuerdo de Ginebra, de 1966.

“Los presidentes de la mal llamada Cuarta República estaban conscientes de la complejidad del tema. Chávez fue mucho más allá y le dio entender a Guyana que podían utilizar el territorio en reclamación; no lo dijo pero Guyana asumiría que no era un territorio en reclamación y que para ellos era su territorio: el vecino dijo que podía hacer lo que quisiera. Fue una concesión”, añadió Arellano.

Una costosa acumulación de errores, de acuerdo con la internacionalista consultada por El Pitazo, Elsa Cardozo, terminó de marcar el mandato de Chávez en materia internacional, enfocada en lo vinculado con el Esequibo.

“La acumulación de errores ha sido grandísima en esta materia. Primero las declaraciones de Chávez en varios momentos, reconociendo el derecho de Guyana para que, finalmente, desarrollara la zona en reclamación, y luego el silencio ante licitaciones dadas por Guyana, mucho antes de las más recientes”, puntualizó la también investigadora y docente universitaria.

La influencia de Fidel Castro

Guyana encontró un aliado no solo en la figura de Chávez tras su llegada al poder en Venezuela, sino también en Fidel Castro, el líder de la revolución cubana que tuvo una influencia notable en la visión ideológica del mandatario venezolano.

Castro desarrolló estrechas relaciones con Guyana como aliado internacional tras la incursión cubana en África, específicamente en el proceso de independencia de Angola, entre las décadas de los 70 y 90. El líder de la revolución cubana prometió a Guyana apoyo incondicional y la llegada de Chávez al poder en Venezuela no sería un obstáculo.

“Fue mucha la influencia (de Castro sobre Chávez y su visión acerca del Esequibo). Fidel Castro llenó a Chávez de esa visión simplificadora del imperialismo que es culpable de todo y eso no es correcto ni cierto. El caso de Guyana es un tema complejo, muy vinculado con el ascenso de Estados Unidos al poder mundial”, añade Arellano.

El internacionalista recuerda que fue Estados Unidos, como potencia emergente entonces, el país que representó a Venezuela en el Laudo Arbitral de París, en 1899, frente al Reino Unido como demandante y propietario de la entonces colonia Guayana Británica (hoy República Cooperativa de Guyana).

La década de Maduro

La muerte de Chávez, en 2013, implicó también un cambio progresivo en la dinámica nacional e internacional del oficialismo en cuyo liderazgo, no sin cuestionamientos, se estrenaba Maduro como primer mandatario nacional y sucesor de Chávez.

“El cálculo de Maduro tiende a ser muy pragmático y así tiende a ser su relación con el Caribe”, acotó Cardozo sobre los rasgos que caracterizan la acción de Maduro en el plano internacional.

En los años posteriores a su llegada al poder, Maduro debió enfrentar una crítica situación política y social, agudizada cada vez más por el conflicto político. En un contexto económico cada vez más precario y con una disminuida industria petrolera signada por la desinversión y la corrupción, al oficialismo los frentes internacionales que en época de Chávez le mostraron apoyo, con Maduro comenzaron a mostrar más cautela y pragmatismo.


Si no estamos haciendo un trabajo exhaustivo frente a la Corte, pues lo más seguro es que no ganemos

Félix Arellano, internacionalista y docente universitario

En los últimos cinco años de la década que tiene Maduro en el poder en Venezuela, Guayana pasó de mostrarse como aliado del chavismo a un actor regional con peso en el ámbito petrolero. En el país fronterizo con Venezuela, al menos ocho empresas petroleras procedentes de Arabia Saudita, China, EE. UU., Francia, Nigeria y Qatar, entre otros países, operan pozos petroleros, algunos ubicados en zonas marítimas que están en reclamación.

El nivel de tensión en las relaciones entre Venezuela y Guyana llegó a su punto más álgido este año, con la convocatoria del referendo consultivo del 3 de diciembre, con el que el oficialismo apuesta por hacer valer la voluntad popular, luego de que Guyana decidiera acudir a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), jurisdicción que no reconoce el Gobierno venezolano, para intentar dirimir en esa instancia internacional la disputa por el Esequibo.

“Lo que caracteriza las acciones que viene desarrollando Nicolás Maduro en los últimos tiempos es una lamentable politización del tema, ahora con un referendo que es más producto de las crisis internas por el éxito de la primaria, que una preocupación real por el asunto del Esequibo. Si se estuviera trabajando para una defensa real, se estarían preparando argumentos jurídicos, históricos, geográficos, y no en un referendo”, acotó Arellano.

La realización del referendo consultivo no está exenta de contradicciones para el oficialismo en el plano internacional. En eso coinciden Arellano y Cardozo.

“La gran contradicción es que, si algo ha procurado el gobierno de Maduro, y ya lo hacía Chávez con mucho empeño, es el apoyo de los países del Caribe, de Latinoamérica, el respaldo de Brasil, y ahí en este momento hay unas trabas grandes, porque si hay gobiernos que están del lado de Guyana y en contra de la reclamación territorial y los términos en los que el Gobierno propuso el referendo, son precisamente los del Caricom y Brasil”, destacó Cardozo.


Si se estuviera trabajando para una defensa real, se estarían preparando argumentos jurídicos, históricos, geográficos, y no en un referendo

Félix Arellano, internacionalista y docente universitario

Implicaciones del referendo consultivo

Maduro sostiene que Guyana escogió la ruta de la escalada de pretensiones en los últimos meses y aunque una representación del Gobierno venezolano, encabezada por la vicepresidenta de Maduro, Delcy Rodríguez, acudió a la última audiencia de la CIJ sobre la solicitud que hizo Guyana a propósito del referendo consultivo, Arellano y Cardozo destacan el descuido del Estado venezolano, bajo los mandatos del chavismo, en el proceso de negociación del Acuerdo de Ginebra, así como en preparar una defensa sólida para 2024 ante la CIJ.

“El descuido del proceso de negociación del Acuerdo de Ginebra, que llevó a Guyana a presentar el tema en la Corte Internacional de Justicia, y el descuido de los papeles de la argumentación que hay que preparar para una Contramemoria que hay que preparar para abril del año que viene, son factores que debilitan las posibilidades del país, ya no solo en lo territorial, sino también la proyección de áreas marinas y submarinas, incluso fuera de la zona de proyección de la zona en reclamación. Eso tiene consecuencias”, destacó Cardozo.

Arellano, por su parte, alude la posición de Guyana frente a la convocatoria del referendo y la determinación de no negociar con Venezuela.

“Venezuela quiere una negociación bilateral, pero Guyana no. Vislumbro un panorama en toda la región, empezando por Caricom y la Organización de Estados Americanos, apoyando a Guyana. La va a tener difícil Maduro porque la presión internacional va a ser enorme contra una actuación irresponsable y el referendo da señales de una acción irresponsable”, detalló el internacionalista.

Retomar la defensa

Arellano cree que, pese a la agudización de la situación entre Venezuela y Guyana frente a la disputa por el Esequibo, nunca es tarde para una rectificación de la ruta que el Estado venezolano debe retomar. El internacionalista menciona el ejemplo del diferendo entre Bolivia y Chile, en 2018.

“Cuando Evo Morales tuvo su litigio con Chile en la CIJ, se fue con todos los expresidentes y todos los altos políticos bolivianos, porque todos defendían la causa de Bolivia. En La Paz se llamaban traidores, pero en La Haya defendían a Bolivia. Nada de eso lo hemos hecho acá. Y lo hizo Morales, que era un gran aliado del chavismo. Era solo seguir el ejemplo”, explicó Arellano.

El internacionalista advierte sobre la urgencia, como lo exhortó la Academia en Venezuela, de conformar una comisión especializada, multidisciplinaria, para la defensa de la posición venezolana en la defensa del territorio del Esequibo.


Chávez fue mucho más allá y le dio entender a Guyana que podían utilizar el territorio en reclamación

Félix Arellano, internacionalista y docente universitario

“Tendríamos que haber formado hace mucho tiempo una comisión de investigación, análisis y defensa de la posición venezolana, multidisciplinaria, incluyente; con expertos nacionales e internacionales de primera línea. Nada de eso se ha hecho. En eso es en lo que se tiene que trabajar: una comisión que mire los mapas, la historia, la geografía desde tiempos prehispánicos”, acotó Arellano.

El costo para Venezuela de la ausencia de un trabajo exhaustivo frente a la CIJ, más allá de la retórica del oficialismo, será, de acuerdo con Arellano, una sentencia desfavorable con consecuencias negativas para el país.

“Si no estamos haciendo un trabajo exhaustivo frente a la Corte, pues lo más seguro es que no ganemos, porque eso solo se logra defendiendo argumentos, presentando alegatos, expedientes. Eso es un trabajo que requiere de expertos nacionales e internacionales y ninguno está en una comisión”, concluyó Arellano.

Miles de venezolanos en las zonas más desconectadas del país visitan El Pitazo para conseguir información indispensable en su día a día. Para ellos somos la única fuente de noticias verificadas y sin parcialidades políticas.

Sostener la operación de este medio de comunicación independiente es cada vez más caro y difícil. Por eso te pedimos que nos envíes un aporte para financiar nuestra labor: no cobramos por informar, pero apostamos porque los lectores vean el valor de nuestro trabajo y hagan una contribución económica que es cada vez más necesaria.

HAZ TU APORTE

Es completamente seguro y solo toma 1 minuto.