El politólogo Luis Salamanca y el consultor en opinión pública y campañas electorales José Vicente Carrasquero resaltan que la oposición debe actuar con inteligencia, en unidad, para sortear los obstáculos gubernamentales que buscan dispersar el voto opositor

La postulación del gobernador del Zulia y fundador del partido Un Nuevo Tiempo (UNT), Manuel Rosales, minutos antes de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) finalizara la jornada de presentación de candidaturas la noche del 25 de marzo, se transformó en un factor de discordia en la unidad de la oposición mayoritaria en torno a la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), la coalición que respalda a la ganadora de la Primaria, María Corina Machado.

La acción política de Rosales, de 71 años, reavivó el debate en el entorno opositor sobre su estrategia en un juego político desigual en el que Machado —la figura opositora más relevante del momento— y la PUD intentan competir en desventaja frente al oficialismo. Este, luego de una década con el gobernante Nicolás Maduro al frente, busca mantener el poder por seis años más en unas elecciones cuya organización acumula irregularidades que reducen cada vez más las garantías para la participación de la oposición mayoritaria.

Con la prohibición impuesta a Machado y luego a su representante para las elecciones presidenciales, la académica Corina Yoris, analistas consultados por El Pitazo recalcan que la oposición debe actuar con inteligencia política tras los últimos hechos, entre estos la decisión de Rosales. Se está ante el desafío —consideran— de aglutinar el mayor respaldo unitario en torno a una sola candidatura, más allá del nombre.


El juego de Maduro es sacar a María Corina Machado y sus electores

José Vicente Carrasquero, consultor en opinión pública y campañas electorales

“Lo peor para la oposición sería tener un candidato por UNT y otro por la tarjeta de la MUD, porque ambos pudieran tener una buena cantidad de votos; ambos serían fuertes, más la MUD, pero también habría abstención si María Corina Machado no forma parte de las decisiones y de lo que siga”, explica a El Pitazo vía telefónica el politólogo y exrector del CNE Luis Salamanca.

La tensión acumulada en el seno de la oposición mayoritaria disminuyó en un primer momento con la designación de la representante de Machado y de la unidad opositora. Luego, con la acción que ejecutó el CNE al no permitir la postulación de Yoris por UNT y la tarjeta de la MUD (PUD), y posteriormente con la presentación de la candidatura de Rosales, las reacciones de Machado y del propio gobernador zuliano evidenciaron más que discrepancias sobre acuerdos y estrategias dentro de la oposición.

El martes en la mañana, Machado y Rosales, por separado, convocaron a los medios de comunicación para fijar posición sobre los hechos. Machado, sin alusiones directas, habló de decepciones y de traición. “Son horas duras y difíciles. Son profundas las decepciones. Hay que asumir las decepciones y las traiciones para poder seguir”, dijo Machado.

Rosales, por su parte, se refirió a la necesidad de votar y resaltó que no hay espacio para conflictos en el seno opositor. Aseguró, además, que está dispuesto a encabezar la “rebelión más grande de votos que ha existido”.


Esta circunstancia exige un candidato de nuevo tipo, de la suma de factores

Luis Salamanca, politólogo

“Han sido muchas las trabas y los obstáculos en este tortuoso camino (…) Luchamos hasta el final para que se pudiera inscribir (Yoris). Tuve que tomar una decisión”, dijo Rosales.

El anuncio de un viejo conocido del chavismo en la arena electoral generó no pocas reacciones el martes, y luego, 24 horas después de presentarse como aspirante presidencial, aseguró que estaba dispuesto a ceder su lugar si la oposición mayoritaria encontraba a alguien que pudiera sortear las trabas del gobierno de Maduro.

“La postulación de Rosales es un evento crítico dentro de la unidad opositora, pero en mi opinión es salvable. Se nota como una especie de acción de rescate de la situación en momentos en que se llega a un límite de tiempo y no hay un acuerdo. En ese sentido, sí representa un problema para la oposición, pero que se puede negociar y resolver vista la disposición que hay de todos los actores políticos de la unidad para mantenerse en la ruta electoral”, expone a El Pitazo el consultor en opinión pública y campañas electorales José Vicente Carrasquero.

El Rosales candidato

El fundador de UNT genera diversas reacciones en la opinión pública. Su decisión de no competir en la Primaria del 22 de octubre sumó más reticencias entre quienes ya no veían un liderazgo unitario en la oposición ni una opción de cambio político entre las filas de la dirigencia tradicional del llamado G4 (Acción Democrática, Primero Justicia, Voluntad Popular y Un Nuevo Tiempo).

“La figura de Rosales por sí sola es un importante contendiente para Maduro. El respaldo de Machado y de la Plataforma serían casi una garantía de triunfo, pero hay que limar muchas asperezas, buscar mucho entendimiento. Hace falta mucha estrategia e inteligencia política. Todavía falta mucho por ver. La Plataforma, con la tarjeta de la MUD, tiene un candidato temporal y habrá que ver qué pasará con esa candidatura”, agrega Carrasquero.

Rosales, de acuerdo con Salamanca, luce hoy, en el contexto autoritario y restrictivo que el oficialismo plantea, como el candidato de lo real.

“El tema no es lo que uno quiere, sino lo que la realidad te permite. De ahí es de donde tienes que sacar el material. Si Manuel Rosales se convierte en un candidato fuerte, y veo posibilidades de que lo haga si la oposición se maneja pragmáticamente, Maduro lo va a perjudicar porque no quiere que se presente nadie que le pueda ganar. El quid de todo esto es que Corina Yoris, de momento, no se puede inscribir, María Corina Machado tampoco y está Rosales. Hay que escoger”, acota el politólogo.

La decisión de Rosales, para algunos, es un desafío no tanto para el oficialismo, sino para el actual liderazgo de la propia oposición, que con Machado al frente proyectaba una etapa de renovación y de dejar atrás una “vieja forma de hacer política” vinculada con la dirigencia tradicional partidista que encarna Rosales.

“Esta circunstancia exige un candidato de nuevo tipo, de la suma de factores. En Venezuela lo que es posible es el candidato de lo real. Lo que les corresponde a los dirigentes de la oposición mayoritaria es que el candidato que sea tenga el mayor apoyo posible”, apunta Salamanca.

Rosales ganó la elección regional por la Gobernación del Zulia en noviembre de 2021 y sumó una victoria frente al oficialismo en el estado más importante del país en el ámbito electoral, pero para muchos el excandidato presidencial de 2006 es una de las principales figuras de la llamada oposición moderada, conformada por dirigentes que optaron por replantear su relación con el Gobierno y que incluso no son vistos como factores de contraste en la narrativa que el oficialismo impulsa.

Rosales no aclaró, en la rueda de prensa del martes, cómo UNT sí pudo acceder al sistema que el CNE le bloqueó a la PUD y postular su nombre para poder preservar la tarjeta de ese partido. Pero es un hecho que una de las rectoras del CNE, Aimé Nogal, está vinculada con UNT y hubo negociaciones.


La verdadera preocupación de Maduro es la voluntad de cambio de la gente

José Vicente Carrasquero, consultor en opinión pública y campañas electorales

De acuerdo con Salamanca, la aspiración presidencial de Rosales es evidente, pese a que meses atrás lo negó, y la ha venido trabajando en la espera de un momento como el actual, propiciado por el oficialismo.

“Esperando que cayeran todos los pines principales, algo así como ‘el peor es nada’, Rosales se mantuvo dentro de la Plataforma y ha venido construyendo pacientemente su candidatura porque lo que le importa es ser el candidato”, agrega Salamanca.

En la rueda de prensa del martes, Machado dijo que el 25 de marzo, con las acciones del CNE y con decisiones como la de Rosales, el gobierno de Maduro había logrado escoger el candidato que le convenía al oficialismo.

“La realidad es que lo que advertimos terminó ocurriendo: el régimen, acostumbrado a la política oscura, de medianoche, de las tramoyas, escogió a sus candidatos. Nosotros representamos otra forma de hacer política, no de chanchullos y arreglos de espaldas al país”, expresó Machado.

Carrasquero y Salamanca coinciden en que el éxito de Rosales, si su candidatura se transforma en la opción firme de la oposición, dependerá de la ecuación que incluye a María Corina Machado, con un liderazgo ineludible, y a los factores de la Plataforma Unitaria.

“Puede que al Gobierno le interese Rosales, pero se están equivocando porque Rosales puede crecer más de lo que imagina Maduro, aún más si permiten que sobreviva la tarjeta de la unidad y si María Corina da el paso de apoyarlo junto con la Plataforma”, añadió Salamanca.

Aunque Rosales sostiene que “lo que sí negociaría con Maduro es que entregue sin violencia el poder el 28 de julio”, por ahora, y en vista de su narrativa como gobernador, no está claro cuál será su estrategia para la defensa del voto en una hipotética victoria electoral de la oposición, con las implicaciones que ese eventual hecho tendría en el oficialismo.

En la base de votantes opositores, existe la consideración y percepción de que Rosales, más que una alternativa para un cambio político, es parte del sistema que el oficialismo ha adecuado en los últimos años con factores de todo el espectro político.

«Hay una imagen construida de Rosales, una cuestionada, pero está ahí. Se siente candidato y por eso tiene que transmitir desde ya una identidad, una emoción, un impulso con una narrativa, por eso habla de rebelión de votos», agrega Salamanca.

Aprovechar cualquier error

La realidad restrictiva planteada por el oficialismo luego de que el CNE anunció el 5 de marzo la convocatoria para la jornada electoral presidencial, le plantea nuevamente a la oposición el dilema de cómo usar la elección, la votación masiva por el descontento con el Gobierno, para presionar una situación política que propicie el inicio de una transición política.

“Hay que ser posibilista: jugar de acuerdo con las posibilidades reales y utilizando al adversario cuando, por ejemplo, dice que es Rosales. Para que pase eso tienen que armar un juego en equipo. Aquí hay que jugar caribe. Cualquier resquicio que te den, te robas una base. No puedes buscar todo el tiempo el jonrón, sino hacer las cosas pequeñas del juego que te pueden permitir avanzar. El régimen ha jugado más caribe porque tiene el poder, solo por eso. En este momento hay que aprovechar cualquier error del régimen”, destaca Salamanca.

De acuerdo con Carrasquero, el hecho de que la oposición mayoritaria cuente con un factor fundamental como lo es la voluntad de cambio de la gente —uno de los pilares de la campaña de Machado— ante el peor momento de respaldo popular del chavismo desde 2012, como lo reflejan estudios de opinión y encuestas independientes, aún favorece una estrategia opositora para contrarrestar acciones como las del CNE en los últimos días.

“El juego de Maduro es sacar a María Corina Machado y sus electores. Maduro va a tratar de hacer todo lo posible por bloquear cualquier apoyo de María Corina Machado. La verdadera preocupación de Maduro es la voluntad de cambio de la gente. Todavía hay espacio para no tener que jugar con lo que permita el oficialismo, que es una grave violación al derecho humano a elegir y ser elegido”, agrega Carrasquero.

La oposición mayoritaria sostiene que se mantendrá en la ruta electoral incluso en medio de las claras desventajas, que de acuerdo con los analistas consultados, solo pueden ser superadas con una estrategia unitaria que impulse la concentración del voto en quien sea el firme candidato o candidata.

“Esos votos que son de candidatos raros no van para Maduro. Al final tienes un voto para Maduro y otro en contra, disperso, y eso es lo que le interesa al Gobierno: que el voto opositor no se concentre en alguien. Ese es el trabajo de la oposición”, destaca Salamanca.


Lo que le interesa al Gobierno es que el voto opositor no se concentre en alguien

Luis Salamanca, politólogo

El liderazgo de Machado

Tras conocerse sobre las órdenes de captura anunciadas por el Ministerio Público contra siete de los miembros de su equipo político y de organización, la ganadora de la Primaria del 22 de octubre denunció que el objetivo del gobierno de Maduro es aislarla y neutralizarla.

Con el bloqueo de candidaturas por parte del CNE y la aparición de Rosales como una opción frente a las trabas gubernamentales, en medio de las disyuntivas por el rumbo estratégico en el seno de la oposición, surge la interrogante de si Machado puede quedar sola, sin el apoyo de los factores de la Plataforma, frente a la dinámica electoral que impone el oficialismo.

“Hay un riesgo de que María Corina Machado dilapide su capital político, pero no creo que lo haga porque ha actuado de forma inteligente, y ese es precisamente el temor que tiene Maduro: que María Corina llame a votar por alguien. Por eso han actuado de esa manera; es la forma como el chavismo ha diseñado el proceso electoral venezolano”, agrega Carrasquero.

Aunque la consideración general es que Machado es la decisora política en esta coyuntura del ciclo electoral y que cualquier decisión incidirá en gran parte del electorado, hay analistas que no descartan que si la ganadora de la Primaria no ejerce su liderazgo de manera efectiva, con estrategias viables, alguien más intentará hacerlo.

“El liderazgo de María Corina se produjo en parte por lo electoral y por lo político. La lucha de ella desde 2014 no solo es contra el Gobierno, sino también contra la oposición mayoritaria. Viene desde afuera y se convierte en quien lidera. Ese liderazgo se puede desinflar porque no es candidata y por la manera como maneje esta situación”, explica Salamanca.

En la rueda de prensa de esta semana, tras lo sucedido con las postulaciones, Machado resaltó la necesidad de que se conozcan todos los detalles de lo que pasó la noche del 25 de marzo. Sostuvo además que el trabajo que impulsa desde su victoria en la Primaria, con la organización electoral (los llamados comanditos) y la Gran Alianza Nacional (GANA), continuará. “Aquí nadie se raja”, dijo a los medios de comunicación.

Salamanca resalta la confluencia de dos aspectos de la figura de Machado como líder: la que no acepta transigir y la posibilista, que es la que proyecta serenidad y firmeza. «Siendo la primera más fuerte que la segunda, lo que habría que esperar es que la posibilista crezca», apunta el politólogo.


Hay que tener en cuenta que este es un juego que no solo se está jugando en el tablero venezolano

José Vicente Carrasquero, consultor en opinión pública y campañas electorales

“Ella va a seguir jugando en este escenario para que haya una situación que maximice el beneficio de la oposición venezolana. Hay que tener en cuenta que este es un juego que no solo se está jugando en el tablero venezolano. Ya hemos visto las reacciones de varios países del hemisferio occidental y el recordatorio de la necesidad de cumplir con el Acuerdo de Barbados para que no vuelvan las sanciones que se autoimpuso el Gobierno”, añade Carrasquero.

Por ahora, la Plataforma Unitaria postuló como candidato provisional, con la tarjeta de la MUD, al embajador Edmundo González Urrutia, para preservar el ejercicio de sus derechos políticos como partido para postular. La coalición que conforman 10 partidos opositores mantiene su respaldo a Machado, quien sostiene que su candidata es Corina Yoris.

“Como la gran electora en la lucha y la figura política más importante de Venezuela, debe tomar una decisión acertada para no quedar aislada del proceso político real. Manejar bien la situación es tener una respuesta efectiva para escoger un candidato y si no lo hace, puede quedar aislada porque alguien va a ser candidato. La PUD es fundamental, ha jugado dignamente, fiel a María Corina Machado por la Primaria, pero ¿hasta cuándo eres leal?”, indica Salamanca.

De acuerdo con el apretado cronograma electoral, desde el 28 de marzo hasta el 1 de abril, el ente comicial tiene previsto decidir sobre la admisión de las 13 candidaturas postuladas entre 21 y 25 de marzo. Otra fase del juego político y electoral, desigual, está por comenzar.

Reacciones internacionales

Más allá de lo que sostiene el oficialismo, el conflicto político en Venezuela no solo tiene como jugadores a los venezolanos, pues la comunidad internacional y los aliados internacionales de la administración de Maduro también reclaman y, hasta cierto punto, presionan por condiciones electorales un poco más cerca de los estándares democráticos mundiales.

La acción del CNE para impedir la postulación de la representante designada por Machado generó una primera reacción de los gobiernos de Colombia y Brasil, que manifestaron mediantes sus respectivas cancillerías su preocupación por el acontecer político y electoral venezolano.

La administración de Maduro calificó de injerencistas los pronunciamientos de dos de los gobiernos que están entre sus aliados regionales, mucho más Brasil que Colombia.

“Hubo un deslinde en la izquierda y aquí se está viendo un proceso de decantación de parte de quienes antes se reunían y se abrazaban en torno a Chávez, y que tenían de abuelo a Fidel. Chavez tenía popularidad y ganaba elecciones, pero Maduro no, y por eso todas las acciones”, precisa Salamanca.

Luego de los pronunciamientos de las cancillerías colombiana y brasileña, Maduro se refirió a lo que llamó una “izquierda cobarde” que calla y que no condena las acciones contra lo que, asegura, es la revolución.


La izquierda que quiere dejar de ser vista como autoritaria, la de Lula, la de Petro, trata de alejarse de Maduro

Luis Salamanca, politólogo

El presidente colombiano, Gustavo Petro, le respondió a Maduro en una publicación en la red social X (antes Twitter) y señaló que “no hay izquierda cobarde”, sino que existe la probabilidad de tratar de cambiar el mundo con la profundización de la democracia.

“Si hay líderes en el mundo que puedan tener una influencia sobre Maduro son básicamente Lula, Petro y López Obrador. Lamentablemente no están usando esa influencia para reconducir a Maduro hacia la democracia y eso, al mismo tiempo, les genera un impacto negativo en sus países porque la gente se da cuenta de la asociación con un régimen como el venezolano, que pone en duda el compromiso de ellos con la democracia”, destacó Carrasquero.

El presidente Lula fue más allá y el Jueves Santo, en una rueda de prensa en compañía de su homólogo francés, Emmanuel Macron —de visita oficial en Brasil—, afirmó que desea que en Venezuela haya una elección en la que participen todos, como en Brasil.

Lula incluso se refirió al impedimento del CNE para la postulación de Yoris, una acción que calificó de grave. “No tiene explicación jurídica ni política prohibir a un adversario ser candidato. Todos los adversarios tienen que ser tratados con las mismas condiciones”, señaló el mandatario brasileño.

“Maduro queda ubicado en un club muy particular, apoyado por Nicaragua y Cuba, por Rusia y China. La izquierda que quiere dejar de ser vista como autoritaria, la de Lula, la de Petro con sus particularidades, trata de alejarse de Maduro y lo que vimos es que le dijeron ‘te acompañamos hasta aquí”, acota Salamanca.

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