FOTOS | Aumento del pasaje del transporte terrestre no representa soluciones para los caraqueños

| FOTO: Hirsaid Gómez.[/caption] Caracas.-  El jueves 23 de agosto, Delcy Rodríguez, vicepresidenta de la República, anunció un aumento de 900 % sobre la tarifa del transporte terrestre: pasó de 0,1 bolívares soberanos (10.000 bolívares fuertes) a 1,00 bolívar soberano (100.000 bolívares fuertes). Ese mismo viernes 24, en las rutas urbanas de la capital, los conductores comenzaron a cobrar el pasaje con el incremento. Los usuarios entienden que el gremio de transporte trabaja a pérdida, pero la escasez de efectivo les afecta directamente; por eso rechazan a quienes cobran más cuando el Metro de Caracas falla o es muy tarde, incluso, hay quienes fijan su propia tarifa cuando llueve y disminuye la flota de unidades. Los transportistas, por su parte, están exigiéndole al Gobierno y al Ministerio de Transporte un aumento del pasaje publicado en Gaceta Oficial desde hace casi un año. La última vez que se autorizó un incremento fue el 1° de septiembre de 2017, con el número 6.329. [caption id="attachment_400037" align="alignnone" width="900"] | FOTO: Hirsaid Gómez.[/caption] José Torres, de 56 años, debe hacer la cola en El Silencio, centro de la ciudad, para ir a Montalbán, municipio Libertador. Aunque el pasaje vale un bolívar soberano, cuenta que a veces quieren cobrar dos: «No explican nada, pagas dos o no te vas. Como uno necesita ir a trabajar, paga lo que sea». José es abogado y profesor de la Universidad Central de Venezuela, su sueldo como docente no le alcanza para pagar pasaje, pero las asesoría y los casos que lleva sí. «Yo entiendo a los choferes, pero no el abuso, porque al final, es un servicio público. Yo no recuerdo haber vivido algo así con el transporte». [caption id="attachment_400033" align="alignnone" width="900"] | FOTO: Hirsaid Gómez.[/caption] En la parada donde José hace la cola todas las tardes, en las últimas semanas, funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) han estado regulando el orden para evitar conflictos entre los usuarios. Alba Martínez, de 58 años, está de acuerdo con que la PNB esté presente para vigilar a aquellos que se quieran montar a un autobús sin pasar por la cola que puede ser hasta de 45 minutos. Aunque ella utiliza transporte superficial lo menos que puede para ahorrar el efectivo. Todos los días va desde la parroquia La Vega hasta la avenida Sucre de Catia utilizando el metro. Solo cuando tiene efectivo agarra camioneta, eso le permite llegar un poco más rápido a casa. El efectivo no le alcanza para cubrir los pasajes de un mes, pero entiende que un bolívar soberano es insuficiente para que las unidades paradas vuelvan a la calle. [caption id="attachment_400034" align="alignnone" width="900"] | FOTO: Hirsaid Gómez.[/caption]

De Caracas al Litoral, el camino es más oscuro

Bárbara Medina, de 23 años, pasa entre tres y cuatro horas en cola para poder ir a su casa en Caribe, La Guaira, estado Vargas. No confía en que la medida del aumento mejore la situación de transporte. En la ruta del Metrobús están cobrando un bolívar soberano, antes, el pasaje costaba 0,015 (1.500 bolívares fuertes) pero el tiempo entre la salida de un autobús y la llegada de otro sigue siendo de casi una hora. aunque para el gremio la situación cambió, Bárbara debe seguir yendo al cajero automático a diario para poder regresar a casa. Ella es personal administrativo de la Asamblea Nacional y el bono de 10 bolívares soberanos que recibe para transporte le alcanza para subir a Caracas en un autobús de los que llaman piratas.  

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[caption id="attachment_400039" align="alignnone" width="900"] | FOTO: Hirsaid Gómez.[/caption] Un grupo de adultos mayores se quejaban por estar desde la 1:00 pm en cola y eran las 5:00 pm y seguían allí. Esa ruta, que va a Catia La Mar, solo permite viajar a ocho personas de la tercera edad por unidad, porque ellos no pagan. Algunos tardan hasta ocho horas en las colas kilométricas de la avenida Sucre de Catia. Se ven señores y señoras con bastones, bolsas, paraguas, sentados en la acera u recostados a algún árbol que les brinde un poco de sombra. Con sol o lluvia, deben permanecer en la cola si quieren volver a sus hogares. Para ellos, el aumento no solucionará nada si el Gobierno, no dispone de más unidades para esa línea. [caption id="attachment_400040" align="alignnone" width="900"] | FOTO: Hirsaid Gómez.[/caption]

Aumento insuficiente para los transportistas

Representantes del gremio estiman un colapso de 80 % de la flota de autobuses a nivel nacional por falta de aceite, baterías y cauchos. Además, de acuerdo con el Centro de Divulgación del Conocimiento para la Libertad (Cedice), en marzo de 2017 había 70 mil unidades de transporte; mientras que en el mismo mes de 2018, había 12 mil. [caption id="attachment_400051" align="alignnone" width="900"] | FOTO: Hirsaid Gómez.[/caption] Para Alberto Guzmán, de la ruta Boleíta-Los Chorros, el aumento no será suficiente para recuperar todos los automóviles estacionados:  “Ese aumento se lo comerá la hiperinflación”. Además, desconfía del subsidio de la gasolina y de las promesa del presidente Nicolás Maduro porque sabe que deberá seguir gastando más de la mitad de sus ingresos mensuales en el mantenimiento de su camioneta. [caption id="attachment_400044" align="alignnone" width="900"] | FOTO: Hirsaid Gómez.[/caption] José Camacho, quien lleva 20 años trabajando en la Línea de Río Tuy, ha visto cómo la crisis económica deja desempleado a muchos de sus compañeros. Contó que hace dos años, en esa ruta había más o menos 80 autobuses, en el presente, quedan, como mucho, 20. Considera que no importa cuánto aumente el pasaje, porque mientras haya hiperinflación él seguirá tratando de sobrevivir con 20 % de los que genera a diario. [caption id="attachment_400050" align="alignnone" width="900"] | FOTO: Hirsaid Gómez.[/caption]  ]]>