El abogado constitucionalista y docente universitario Juan Manuel Raffalli y el embajador de Venezuela ante Guyana en la década de los ochenta, Sadio Garavini, creen que las medidas gubernamentales tras el referendo sobre el Esequibo no constituyen acciones efectivas que garanticen la soberanía en una zona que aún está en disputa

En un acto en el Palacio Federal Legislativo, sede de la Asamblea Nacional, el titular del Parlamento electo en 2020, de mayoría oficialista, Jorge Rodríguez, develó el pasado 8 de diciembre el nuevo mapa de Venezuela que incluye, como parte del territorio nacional, la zona en reclamación de casi 160.000 kilómetros cuadrados y en disputa con Guyana, que el gobierno de Nicolás Maduro aspira a convertir en el estado 24, Guayana Esequiba, sin pleno control territorial.

Días antes del acto en la sede del Poder Legislativo, Maduro divulgó una serie de acciones tras el referendo consultivo. El gobernante entregó una ley, con 22 artículos, para la creación del nuevo estado y ordenó difundir el nuevo mapa. Sin embargo, especialistas consultados por El Pitazo destacan que las medidas gubernamentales tras el referendo sobre el Esequibo no constituyen acciones efectivas que garanticen la soberanía en una zona que aún está en disputa.

«La segunda decisión aquí la traje: activar de inmediato el debate en la Asamblea Nacional y la aprobación de la ley orgánica para la creación de la Guayana Esequiba y la implementación de las cinco decisiones tomadas por el pueblo de Venezuela, los cinco sí, en cada una de sus partes. Le entrego al presidente de la Asamblea Nacional la ley orgánica para regular la creación del estado Guayana Esequiba», anunció Maduro la tarde del 5 de diciembre.


Nos estamos poniendo los zapatos y después las medias. Normalmente, tienes el territorio con una población que pretendes organizar y eso lo haces a través de instituciones y autoridades políticas de gobierno

Juan Manuel Raffalli, abogado constitucionalista y profesor universitario

El incierto camino hacia el estado 24

El Parlamento oficialista aprobó en primera discusión, el 6 de diciembre, el proyecto de ley para la creación del estado Guayana Esequiba. Un día antes Maduro también anunció la creación de una alta comisión, encabezada por la vicepresidenta y también ministra de Finanzas, Delcy Rodríguez, para la defensa del territorio que tras el referendo consultivo el Estado venezolano asume ahora como parte de la división político territorial.

En la realidad, el camino hacia la conformación efectiva del nuevo estado Guayana Esequiba es incierto y choca con un elemento imprescindible: Venezuela aún no tiene el control territorial sobre la zona en reclamación con Guyana.   

«Nos estamos poniendo los zapatos y después las medias. Normalmente, tienes el territorio con una población que pretendes organizar y eso lo haces a través de instituciones y autoridades políticas de gobierno. Aquí se ha empezado de atrás para adelante. La concreción de ese estado dependerá de un elemento material que es la toma del territorio y asentar ahí un gobierno», explica a El Pitazo el abogado constitucionalista y docente universitario Juan Manuel Raffalli.

Maduro anunció, además, la creación de la Zona de Defensa Integral (ZODI) Guayana Esequiba en Tumeremo, dependiente de la ZODI Guayana, y que tendrá al frente al mayor general del Ejército, Alexis Rodríguez.

«Hacia afuera estamos haciendo el ridículo. Primero, cuando se dice que vamos a hacer un nuevo mapa, en pocas palabras es que anexionamos el territorio: pones a un general al mando de una ZODI en Tumeremo y qué sentido tiene eso, ¿tiene capacidad para ejecutar y hacer que la soberanía sea real? No. Es simple y llanamente un proceso muy poco serio, por no decir otra cosa», dijo a El Pitazo el embajador de Venezuela ante Guyana en la década de los 80 y uno de los expertos sobre el diferendo, Sadio Garavini di Turno.

Qué define una entidad territorial 

En el capítulo II del título II, sobre el espacio geográfico y la división política, la Constitución prevé que mediante una ley orgánica que garantice la autonomía municipal y la descentralización político administrativa, se regule la división político territorial de la República.

Raffalli detalla que para la creación de un estado se requieren de otros dos elementos además del imprescindible control territorial: la población y garantizar los mecanismos para un régimen de gobierno, como lo establece la Constitución. 

«La creación de un estado implica la concreción de tres elementos, tanto un estado nacional, a lo interno, como los reconocidos internacionalmente. El primer elemento es la población. Sin población no hay posibilidad de crear un estado. En segundo lugar, el territorio donde se asientan los pobladores, los nacionales. En tercer lugar, el régimen de gobierno: las instituciones políticas, por eso lo estados son organizaciones político territoriales», puntualizó Raffalli.

Maduro incluso ordenó iniciar un proceso de atención en Tumeremo para la identificación y censo de residentes del Esequibo. Las medidas incluyen la cedulación de residentes por parte del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime).


Hacia afuera estamos haciendo el ridículo. Primero, cuando se dice que vamos a hacer un nuevo mapa, en pocas palabras es que anexionamos el territorio: pones a un general al mando de una ZODI en Tumeremo y qué sentido tiene eso, ¿tiene capacidad para ejecutar y hacer que la soberanía sea real? No

Sadio Garavini di Turno, exembajador de Venezuela en Guyana en los 80

«Primero hay que tener el control del territorio para poder hacer todas esas actividades y no se tiene el control del territorio. Que vengan esequibanos a Tumeremo a sacar la cédula venezolana es otra ridiculez. Son 150.000 habitantes, más o menos, de habla inglesa, en un país que, a diferencia de Venezuela, es el de mayor crecimiento en los últimos dos años; su economía ha crecido más 50 % e incluso hay más 35.000 venezolanos», añade Garavini.

El presidente del Parlamento oficialista, en el acto de aprobación en primera discusión del proyecto de ley para la creación del estado Guayana Esequiba, adelantó que esperan tener listas, antes de que culmine el período legislativo, la mayoría de las leyes especiales vinculadas con el instrumento legal en discusión.

«La creación de un estado debería implicar probablemente una constitución de ese estado porque somos una federación, todos los estados tienen su propia constitución. El Gobierno adelanta acciones para concretar la parte de la estructura de gobierno de un estado que se debería concretar posteriormente a través de elecciones de alcaldes, disputados a Asambleas Legislativas, gobernadores, concejales; son todos los elementos de la estructura de gobierno», destacó Raffalli.

Capacidad limitada

En medio de la escalada de tensiones con Guyana, Maduro incluyó entre las medidas a partir del referendo consultivo la orden de que tanto Pdvsa como la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) operen con sendas secciones en territorio del denominado estado Guayana Esequiba. La medida, de acuerdo con Garavini, carece de sustento para que tenga efectividad en la realidad.

La agudización de la situación por la disputa territorial entre Guyana y Venezuela generó pronunciamientos del sector militar venezolano, un estamento incluido en la alta comisión gubernamental para la defensa de la Guayana Esequiba.    

«Una empresa que no tiene plata para invertir en Venezuela le va a dar concesiones a compañías en un territorio que no tiene control. Todo eso es sinceramente risible. La amenaza de carácter militar es poco seria. Primero no hay carretera, tienen que pasar por Brasil para llegar a Guyana, a menos que haya un desembarco o el uso de paracaidistas. ¿Qué capacidad logística tiene Venezuela para mantener una penetración?», se preguntó Garavini.


Que vengan esequibanos a Tumeremo a sacar la cédula venezolana es otra ridiculez. Son 150.000 habitantes, más o menos, de habla inglesa, en un país que, a diferencia de Venezuela, es el de mayor crecimiento en los últimos dos años

Sadio Garavini di Turno, exembajador de Venezuela en Guyana en los 80

De acuerdo con Raffalli, la capacidad del Gobierno para crear un nuevo estado en el territorio en disputa dependerá del control que pueda ejercer en esa zona. «Si Venezuela no logra tomar posesión material del territorio en disputa, poblarlo y generar un gobierno ahí, pues ahí no habría la constitución de un estado», resaltó el abogado constitucionalista.

Maduro incluso anunció la intervención de la Misión Vivienda Venezuela en territorio del Esequibo. «120 nuevas viviendas en San Martin de Turumbang, al borde del Río Cuyuní, para el pueblo esequibano-venezolano, su vivienda digna. Llega la Gran Misión Vivienda a la Guayana Esequiba», adelantó el gobernante el pasado 7 de diciembre, cuatro días después del referendo consultivo.

«Qué va a pasar con ese estado, dónde se va a asentar materialmente. El militar que ponen ahora como autoridad única de ese estado en génesis va a ir allá y va a tomar posesión. Si eso es así, es un estado de guerra. Creo que esto va en una dirección en la que se va a topar, tarde o temprano, con el enorme problema de la disposición material del territorio de ese estado esequibo que se está formando», añadió Raffalli.

Un acuerdo que no altera posiciones

En medio de las tensiones entre Guyana y Venezuela tras el referendo consultivo, Maduro se reunió con el presidente guyanés, Irfaan Ali, en San Vicente y las Granadinas, donde acordaron continuar el diálogo que se inició con la mediación de Brasil, Cuba, la Comunidad del Caribe (Caricom) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). Ambos países acordaron, además, abstenerse de intensificar cualquier conflicto.

En ese contexto, Garavini considera que no es posible apostar por un cambio en la posición de Guyana. «Obviamente el gobierno quiere aparentar que esta es una primaria reunión que reabre las negociaciones bilaterales sobre la reclamación. En cambio, Guyana ha dicho claramente que eso está en la Corte Internacional de Justicia. Que Guyana abandone la Corte para ir a una negociación sustantiva del tema de la reclamación es irreal».

El diplomático y doctor en Ciencia Política no duda en afirmar que el referendo consultivo del 3 de diciembre fue una «maniobra de política interna» tras el impacto de la elección Primaria del 22 de octubre.

«Es una maniobra para hacer ver que estamos haciendo algo que no se hizo cuando se tenía que hacer: en 2004, cuando Chávez dijo que Venezuela no se iba a oponer a que transnacionales invirtieran en territorio del Esequibo. A partir de ese momento Guyana se sintió con tranquilidad. En 2010, cuando comenzaron las grandes inversiones petroleras, no nos opusimos. Han pasado 13 años y quieren hacer ver como si esas inversiones están llegando», agregó Garavini.

Garavini cree que, en medio de las tensiones recientes y desde hace unos años, las empresas petroleras con inversiones en Guyana –provenientes de China, EE. UU., entre otros países– «se han cuidado» en la delimitación de las operaciones en suelo guyanés. «Diría que es hasta debatible si está en territorio del Esequibo alguna de esas producciones, porque sería en el borde de las áreas submarinas de Guyana».

En la reunión entre Ali y Maduro, el mandatario guyanés llevaba puesta una pulsera con el mapa de Guyana y los límites territoriales fijados en el Laudo Arbitral de 1899. Esa fue la mano que estrechó Maduro antes de comenzar el encuentro y al finalizar. Ali, en declaraciones a la prensa tras la reunión, mostró el mapa de su pulsera y dijo que no había discusión sobre ese territorio.

«En cualquier solución previsible o salomónica, de un árbitro aceptado por las dos partes, ese territorio se quedaría en Guyana porque la zona que estamos reclamando son las dos terceras partes y eso, en cualquier solución práctica, aun a nivel bilateral o en lo que establece el Acuerdo de Ginebra, no será visto con satisfacción por Guyana», concluyó Garavini.

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