Caracas.- El primer llamado de Juan Guaidó a la ciudadanía y a todos los sectores de la Fuerza Armada Nacional (FAN) para tomar las calles del país y así iniciar el llamado cese de la usurpación se conoció a las 5:46 de la mañana del 30 de abril de 2019, cuando el entonces presidente encargado del gobierno interino -reconocido en ese momento por más de 50 países- anunció el comienzo de la denominada Operación Libertad.
En un video difundido en redes sociales al amanecer de aquel martes 30 de abril, Guaidó apareció en el Distribuidor de Altamira, en el este de Caracas, acompañado por un grupo de efectivos militares con vehículos de la Guardia Nacional (GN) y junto con Leopoldo López, recién liberado de su arresto domiciliario por miembros de los sectores militar y policial que, de acuerdo con lo informado por Guaidó, se sumaron a la operación para desconocer a Nicolás Maduro. Todos llevaban un brazalete azul.
“El primero de mayo empezó hoy, el cese definitivo de la usurpación (…) hoy un grupo muy importante de la Fuerza Armada se pone de lado de la Constitución. El llamado es a todos los venezolanos a que salgan a la calle”, refirió Guaidó entonces pasadas las 6:00 am del 30 de abril.
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En declaraciones a los medios que llegaron al lugar, López secundó a Guaidó y detalló que su liberación se produjo por indulto del líder del gobierno interino y la posterior acción de efectivos militares y policiales que dejaron sin efecto la custodia de los 30 funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) que tenía en su casa.
“Comenzó el cese de la usurpación, buenos días Venezuela”, dijo López en el Distribuidor de Altamira.
A partir de ese momento, la cronología de los hechos del 30 de abril de 2019 refleja las inconsistencias y fallas en la estrategia y planes de la oposición para forzar la salida de Maduro del poder. Ese martes la oposición esperó por algo que nunca llegó.
El paso de las horas
Ante los hechos en el este de Caracas, el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, en entrevista telefónica con Telesur transmitida en medio de rumores, confusión e incertidumbre, hablaba de “tranquilidad absoluta” y de la certeza de que Guaidó no lograría su objetivo ese día.
“Nos vinimos a Miraflores, nos instalamos aquí; vamos a esperarlos porque ellos dijeron que venían para acá. A Miraflores no volverán más nunca”, aseguró Cabello.
A las 10:00 am de ese martes, luego de confusos intercambios de disparos entre efectivos militares que acompañaban a Guaidó en el Distribuidor de Altamira y quienes resguardaban la Base Aérea de La Carlota, las dudas sobre la efectividad de la Operación Libertad superaban las certezas que comunicaron Guaidó y López, visiblemente preocupados a esa hora, cuando ya se habían replegado a una zona de Altamira cerca de la Plaza Francia.
Fue al mediodía, cuando apareció el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, quien encabezó un pronunciamiento militar en el que resaltó la lealtad al gobierno de Maduro.
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“Leales siempre, traidores nunca. Rechazamos esa maniobra de campaña psicológica contra Venezuela. El llamado al pueblo de Venezuela es a la calma, a la sensatez. No hay ninguna situación que ponga en peligro la institucionalidad y la democracia en este momento”, dijo Padrino López.
A las 2:30 pm, tras el pronunciamiento militar encabezado por el ministro de la Defensa, el consejero de Seguridad Nacional de EE. UU., John Bolton, manifestó la necesidad de que las figuras clave del oficialismo, quienes estuvieron durante tres meses en comunicación con la oposición, según el funcionario estadounidense, cumplieran con su parte para “lograr una transferencia de poder pacífica”.
“Tienen que ayudar esta tarde a traer a otras fuerzas militares al lado del presidente interino”, dijo Bolton a la prensa en Washington. Para algunos ya era tarde.
Antes del atardecer de aquel 30 de abril, lo que comenzó como un intento de rebelión al despuntar el día devino en un llamado que fue ignorado, una retirada e incluso en una entrega por parte de un grupo de los efectivos que acompañaban a Guaidó y López, quien tuvo que refugiarse en las embajadas en Caracas de Chile, primero, y luego en la de España.
“Cuando se dieron cuenta que no iba a funcionar, se hicieron los paisas, pero ahí están las fotos, las cámaras, las pruebas de su participación activa en un golpe de Estado contra el presidente Nicolás Maduro”, dijo Cabello en las adyacencias de Miraflores.
El secretario de Estado de EE. UU., Mike Pompeo, dijo a la cadena de noticias FOX -poco después de las 6:00 pm- que Maduro tenía un avión preparado para salir a Cuba y que Rusia lo persuadió de no abandonar Venezuela.
Guaidó reapareció a las 8:00 pm en un video que divulgó en redes sociales, en el que aseguró que Maduro no tenía el control de las fuerzas armadas. “Es una farsa”, dijo. Llamó a nuevas protestas para concretar el llamado cese de la usurpación en los días siguientes.
Dos horas después del anuncio de Guaidó, a las 10:00 pm, Maduro apareció en Miraflores y aseguró que “el golpe de Estado como escaramuza fue derrotado”.
De acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, 25 personas fueron detenidas, 100 resultaron heridas y hubo una persona fallecida.
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Balance de los hechos
En una entrevista con La Gran Aldea publicada en enero, López dijo que a las 8:00 de la mañana del 30 de abril, dos horas después del anuncio de Guaidó, se dio cuenta de que el plan no se desarrollaría como lo habían preparado.
De acuerdo con López, él mismo articuló contactos con miembros del sector militar y policial, con diversos comandantes a cargo de tropas; con el director del Sebin, Cristopher Figuera.
El fundador de Voluntad Popular refirió que incluyeron en el plan al entonces presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Maikel Moreno, quien junto con un intermediario tuvo contacto con el dirigente de Primero Justicia, Julio Borges.
López aseguró que había una sentencia lista del TSJ, leída por los involucrados en el plan, para desconocer a la Asamblea Nacional Constituyente del oficialismo, la elección de Maduro en 2018 y convocar un nuevo comicio presidencial en el menor tiempo posible.
El líder de Voluntad Popular en el exilio destacó que promovieron conversaciones entre Figuera, Moreno y el propio Padrino López. Según el dirigente político opositor, existía intención de sectores militares y policiales relevantes para acompañar un proceso de transición política.
La acción que tenían prevista del TSJ, de acuerdo con López, era fundamental y el detonante para “articular una secuencia de hechos”, incluida la liberación de los presos políticos en la sede del Sebin y el resguardo de la sede del TSJ por parte de Figuera y sus hombres, una vez publicada la sentencia del máximo tribunal del país.
Nada de lo que la oposición tenía en papel, planificado y hasta cierto punto acordado, sucedió en la realidad cuando llegó el 30 de abril. López, quien en la entrevista que concedió a La Gran Aldea asumió su responsabilidad en los hechos, descartó que quisieran organizar una acción de choque o propiciar un conflicto armado.
“Un llamado a una protesta popular en las calles, acompañada finalmente por policías y militares, demandando democracia (…) lamentablemente, no se terminaron materializando. Varios de los que se habían comprometido en el procedimiento no lo terminaron de asumir”, dijo López a La Gran Aldea.
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El rol de la FAN
Guaidó considera que más allá de que el llamado cese de la usurpación no se concretó, hubo una manifestación clara de descontento en la FAN que no se puede eludir al momento de repasar los hechos del último día de abril de 2019.
“Lo que más me llama la atención es que se pronuncia un sector como nunca antes en años, casi dos décadas: los militares. Ahí hubo una manifestación clara de un descontento”, dijo Guaidó en entrevista con El Pitazo.
De acuerdo con el parlamentario y colíder de Voluntad Popular, la FAN es un factor clave en el conflicto político venezolano. “Si vamos a hablar de transición con responsabilidad, hay que hablar de la Fuerza Armada, de quienes hoy mantienen aún a Nicolás Maduro en el poder”, destacó Guaidó a El Pitazo.
Cuatro años después de los hechos del 30 de abril de 2019 los dos protagonistas de la Operación Libertad están en el exilio: Guaidó -ante la inminencia de su detención en Venezuela- llegó a Miami desde Colombia, y López permanece en España. Con el agravamiento de la crisis política en Venezuela, el destino político de ambos luce tan incierto como los hechos del 30 de abril de 2019.
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