Caracas.- El asesinato del dirigente político, exguerrillero y profesor universitario Carlos Lanz genera conmoción en la población y este 8 de julio surgen dudas sobre el caso, las cuales despertó el exfiscal del Ministerio Público Zair Mundaray y que giran en torno a los hallazgos presentados por Tarek William Saab, fiscal general del gobierno de Nicolás Maduro.
Mundaray cuestionó las declaraciones de Saab y las consideró carentes de sustento probatorio debido a las imprecisiones, puesto que los supuestos hechos no se pueden corroborar por la falta del cadáver y debido a que «interrogó ilegalmente a personas detenidas».
Saab informó el 6 de julio que a Calos Lanz lo asesinaron de dos disparos en la cabeza y que posteriormente fue desmembrado y sus restos se lo comieron unos cochinos. Presuntamente, su actual esposa, Maxiorisol «Mayi» Cumare, pagó 8.000 dólares para ello. Los hallazgos están sustentados con el supuesto testimonio de Glenn Castellano, a quien el MP señala como coautor del crimen.
La conmoción generada por este crimen recuerda a sonados asesinatos de otros dirigentes y funcionarios vinculados al chavismo. Hechos que dejaron incógnitas y generaron conmoción en Venezuela: Los asesinatos de Danilo Anderson, Robert Serra y Eliézer Otaiza, son algunos de los casos que sorprendieron a la sociedad venezolana y generaron impacto por la crueldad con la que se ejecutaron. Te contamos los detalles.
Robert Serra
El diputado más joven del Parlamento y dirigente juvenil del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), Robert Serra, fue hallado sin vida el 1° de octubre de 2014 en su vivienda ubicada en La Pastora, Caracas. Su cuerpo estaba maniatado y amordazado y presentaba alrededor de 40 puñaladas en el tórax. Junto a él se encontraba María Herrera, su asistente, quien también fue hallada muerta.
Los móviles por el asesinato de Serra se distribuyeron de múltiples formas: se habló del robo de armas y dinero; de la venganza pasional o laboral, de sus vínculos con grupos civiles armados conocidos como colectivos y hasta que fue mandado a matar por el presidente colombiano de ese entonces, Álvaro Uribe, y cuyo plan lo ideó el paramilitarismo para desestabilizar a la nación. Esta última fue la que el oficialismo planteó desde un principio y sostuvo, sin pruebas, hasta el final.
Tras casi ocho años del asesinato de Serra, persisten las dudas sobre su asesinato. Lo que sí es cierto, es que por el hecho se sentenció a 30 años de prisión a Edwin José Torres Camacho, Carlos Enrique García Martínez, Jaime Padilla y Leiver Padilla Mendoza; mientras que sobre otras seis personas -cuatro hombres y dos mujeres- recayeron condenas de 9 años y 6 meses.
Danilo Anderson
El 18 de noviembre de 2004, hace casi 18 años, el fiscal Danilo Anderson murió como consecuencia de una explosión en su vehículo producto de un artefacto que instalaron y detonaron cuando ingresó al carro. Se encontraba en la urbanización Los Chaguaramos de Caracas.
Por el hecho la autoridades detuvieron a tres exagentes de policía y a un abogado. Luego, en 2005, apresaron a Giovanni José Vásquez de Armas, antiguo miembro de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), una organización paramilitar, quien aseguró que había estado en conversaciones para planificar ataques contra funcionarios venezolanos y que uno de ellos era Anderson.
Sin embargo, su testimonio perdió relevancia cuando dirigentes opositores denunciaron que el hombre cumplía condena de prisión en Santa Marta en el momento en que dijo haber ido a la supuesta reunión.
Por este caso fueron sentenciados a 27 años de prisión Otoniel y Rolando Guevara y su hermano Juan Bautista a 30 años. Hasta la fecha se desconocen detalles sobre los autores intelectuales del asesinato, lo que sí comentó la hermana de la víctima, Marisela Caraballo Anderson, es que el asesino estaba entre quienes ayudaron a cargar la urna. .
Antes de morir, el fiscal estaba investigando los sucesos del 11 de abril de 2002 y la violencia en Puente Llaguno durante el intento fallido de golpe de Estado a Hugo Chávez.
Eliézer Otaiza
El exjefe de la antigua Disip, Eliézer Otaiza, fue asesinado el 26 abril de 2014 en el barrio La Palomera de Baruta, estado Miranda. De acuerdo con las autoridades, el hombre fue interceptado por integrantes de la banda «Los Menores», quienes lo despojaron de sus pertenencias. Fue hallado semidesnudo en un barrio de la zona y tenía impactos de bala.
El gobierno de Nicolás Maduro no dudó en culpar a Colombia y Estados Unidos por la muerte de quien era, en ese entonces, concejal del municipio Libertador.
«El asesinato de Otaiza fue ejecutado como un falso positivo para que fuera presentado ante la opinión pública como un hecho de violencia más; como se planifican los falsos positivos en Colombia. El asesinato de Otaiza lo alentaron desde Miami sectores que tuvieron el poder mediático y económico en Venezuela en el pasado», dijo el gobernante en ese entonces.
Siete años después fue que el Tribunal 27 de Juicio de Caracas declaró culpables a los cinco acusados del crimen para cumplir 20 años de prisión.
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