Los habitantes de Güiria, estado Sucre, esperan noticias acerca de nuevos cuerpos rescatados del naufragio que paralizó al municipio Valdez. La cifra de fallecidos se mantiene en 33, como confirmaron ayer las autoridades. El hallazgo más reciente ocurrió hace 48 horas en las costas de esta entidad sucrense y la gente mantiene la esperanza de que sigan apareciendo más víctimas en alta mar. Estiman que la cifra de muertos ascienda a 40.
Mientras, la ministra de Relaciones Interiores y Justicia, Carmen Meléndez, envió un comunicado basado en las investigaciones oficiales para informar que fueron 41 personas las que abordaron la embarcación «Mi Recuerdo», la cual naufragó el pasado 6 de diciembre a 11 millas náuticas del Golfo de Paria. La funcionaria confirmó la cifra de 33 cuerpos rescatados, y precisó que 8 personas se encuentran desaparecidas (6 adultos y 2 niños).
«Dicha embarcación navegaba en horas nocturnas, a través de las llamadas ‘trochas marítimas’, utilizadas para el traslado ilegal de personas entre los puertos de de la República Bolivariana de Venezuela y la República de Trinidad y Tobago», se lee en el comunicado.
El Ministerio de Relaciones Interiores destaca como hipótesis que la sobrecarga y el mal tiempo produjeron la zozobra de «Mi Refugio». En el peñero, con capacidad para 8 personas, iban 41 pasajeros, lo que elevó el peso de la embarcación de 2 a 4 toneladas. Además no contaba con los implementos de seguridad para navegar.
Pero las familias de las víctimas sostienen que fueron dos las embarcaciones que salieron de Güiria a Trinidad y Tobago el pasado 6 de diciembre. Esta versión no ha sido confirmada o descartada por alguna autoridad gubernamental.
Sigue la búsqueda
La búsqueda se mantiene con efectivos de la Guardia Costera y ocho peñeros pesqueros autorizados para zarpar por la Gobernación del estado Sucre. La Guardia Nacional les suministró gasolina después de 21 días sin venderla en el pueblo. Los habitantes han exigido que el despacho de combustible sea constante.
Mientras los días pasan, la gente sigue en las calles, en el muelle y en la plaza Bolívar, donde el domingo 20 de diciembre hicieron un mural para rendirle homenaje a las 33 víctimas que han sido encontradas en las costas de Güiria. Hasta la fecha sigue sin ser identificado un hombre que fue enterrado en una fosa común.
Entre los difuntos figura una mujer oriunda de Margarita, estado Nueva Esparta. Leopolda Manríquez, de 45 años de edad, es la única víctima que hasta el momento no es nativa del pueblo. Manríquez viajó desde Margarita hasta Güiria para emprender el trayecto hasta Trinidad y Tobago con el fin de reencontrarse con sus dos hermanas, que viven en la isla. Su cadáver fue reconocido por la esposa de su compadre.
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El mural y las intimidaciones
Para el mural, los familiares se unieron y pintaron una bandera de Venezuela: de la franja roja caen gotas de sangre hacia el mar. Las personas también dibujaron lazos y una cinta negra. Borraron el nombre de la Alcaldía de Valdez y escribieron “Güiria”, seguido de la frase “Prohibido olvidar”.
Los residentes hicieron el mural a pesar de la intimidación de la que fueron objeto. Denunciaron que desde la municipalidad les enviaron un contingente de efectivos de la Guardia Nacional (GN) y de la Policía estadal para evitar la concentración. Ese día dos guardias nacionales se les acercaron para pedirles una explicación por borrar el nombre de la alcaldía. La gente alegó que la plaza era del pueblo y no de la alcaldía.
Pero las intimidaciones no cesan. Un grupo de vecinos denunció este 22 de diciembre que un contingente de cuerpos de seguridad está desplegado en las calles de Güiria. Hay efectivos de la GN, así como funcionarios de la Policía estadal y de las Fuerzas de Acciones Especiales (Faes). El despliegue de seguridad fue rechazado por los residentes, quienes se mantienen en asamblea permanente en la plaza Bolívar.
Las reuniones se realizan para recoger firmas en contra del alcalde, Ander Charles. Lo responsabilizan de las condiciones deplorables en las que se encuentra Güiria. Los ciudadanos denuncian que no hay gas doméstico, el suministro de agua falla al igual que el servicio eléctrico. También se quejan de que la falta de gasolina les impide pescar, principal actividad económica de la zona.
Con información de Yesenia García y redacción de Jesymar Áñez Nava
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