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viernes, 3 mayo, 2024

Trump busca hacerle un jaque mate petrolero a Maduro

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En días recientes la administración Trump volvió al ataque contra las dictaduras de Castro y Maduro. Las noticias en los medios de comunicación comentaban del avance ruso en Venezuela, y por supuesto, la Casa Blanca no iba a quedarse de brazos cruzados contemplando eso.

El vicepresidente de los Estados Unidos de América, Mike Pence, y el Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, anunciaron nuevas sanciones, en esta ocasión a cerca de una treintena de tanqueros petroleros y a dos empresas llamadas Balito Bay Shipping, de Liberia, y ProPer In Management Incorporated, de Grecia, por su colaboración en el transporte de petróleo entre Venezuela y Cuba. El vicepresidente Mike Pence afirmó: “El petróleo es la línea vital del régimen corrupto”. Estas sanciones son otro movimiento en el tablero del poder para deponer a Nicolás Maduro del Palacio de Miraflores. En este sentido, uno de los miembros de la dictadura venezolana, Jorge Arreaza opinó lo siguiente sobre las recientes sanciones: «Violan el derecho internacional y los principios económicos y comerciales que pretende defender el imperio norteamericano».

Venezuela envía sus barriles de petróleo a Cuba en cantidades promedio de 30.000 a 35.000 por día, pero efectivamente hace envíos cada 10 a 20 días. Le suple cerca de un millón de barriles por mes, aunque llegó a suministrarle cerca de 120.000 por día en años pasados, es decir algo así como unos 3.600.000 por mes. No todos los días le envía barriles, pero sí le envía mensualmente el equivalente a cerca de un millón apróximadamente.

Estos envíos se venían haciendo con buques de bandera panameña o mexicana, entre otros contratistas. La administración Trump podría sancionar a esos barcos y empresas que brindan ese servicio para que se sientan coaccionadas a no prestar este servicio. Esto implica la prohibición por parte del Gobierno de los Estados Unidos de América de que estas embarcaciones puedan ingresar a territorio estadounidense o realizar operaciones comerciales con clientes en su país, hecho muy grave para estas empresas, porque significa la pérdida de negocios, desde el más pequeño al más grande o importante con el que puedan contar, así como sufrir el congelamiento de sus activos como otros barcos, tanqueros, cuentas bancarias, maquinarias y equipos en suelo estadounidense.

Esas empresas, por lógica de negocios, preferirán abstenerse de brindarle servicios de transporte a Petróleos de Venezuela y enfocarse en otros clientes tradicionales o que no les representen riesgos ni problemas con el “tío Trump”. Según conversaciones que sostuve con el experto petrolero Rafael Quiroz Serrano, este me comunicó que Petróleos de Venezuela, por medio de PDV Marina, cuenta con cerca de 21 buques petroleros, de los cuales, hasta donde se conoce, 19 estarían en condiciones operativas. Prácticamente no era frecuente utilizarlos para Cuba, pero en estas condiciones sancionatorias es altamente probable que se recurra a ellos. También están las posibles sanciones a PDV Marina para impedirle transportar petróleo venezolano o de otros países o empresas a cualquier parte del planeta.

Rafael Quiroz Serrano afirma que lo más probable es eso, que usen alguna de esas 19 embarcaciones para que Nicolás Maduro pueda cumplir su misión de entregarle petróleo al régimen castrista. Estados Unidos de América puede sancionar a Cuba y Venezuela, mas no puede llegar a ser o convertirse en el centinela de los océanos del mundo, ni decidir qué barcos transitan o no por los mismos, ni ningún país en el mundo, ni la Organización de las Naciones Unidas (ONU) cuenta legalmente con esa facultad.

Otra opción que tendría los Estados Unidos de América para seguir presionando a la dictadura cubana y venezolana, parafraseando a John Bolton, Consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, «ahorcando económicamente al régimen de Maduro como Darth Vader en Star Wars«, en un escenario planteado por el profesor Rafael Quiroz Serrano podría ser adicionalmente que la administración Trump prohíba a las compañías aseguradoras de crudo poder «asegurar» estos envíos desde Venezuela o con destino a Venezuela. Maduro no tiene ninguna empresa aseguradora de confianza o dispuesta a apoyarlo. Son pocas empresas aseguradoras y tienen intereses en territorio de los Estados Unidos de América e intereses ligados a este país alrededor del mundo.

El experto sugiere que tarde o temprano esa medida de prohibición a las aseguradoras llegará para terminar de asfixiar a la dictadura. Por regla general y legal, todo cargamento petrolero debe asegurarse, es una condición contractual. Estados Unidos de América también emplazó a la India a desistir con compras de petróleo a Petróleos de Venezuela y desde cerca de dos semanas atrás dichos negocios se cancelaron.

Sin embargo, confirma Rafael Quiroz Serrano que ese vacío que deja Petróleos de Venezuela en el mercado estadounidense lo está supliendo Rusia: para el experto es algo irónico, ya que Rusia es un «aparente» aliado y Rusia aprovecha la crisis venezolana para robar el mercado que tradicionalmente ocupaba Venezuela en el país del norte. Con aliados así, quién quiere enemigos. En el comercio, y en especial en el comercio petrolero, no hay amigos, solo intereses.

La actual producción petrolera venezolana está próxima a los 900.000 barriles diarios, cifra que producía nuestro país en torno al año de 1945, por lo que la economía sigue involucionando por culpa de la dictadura socialista. Los pocos barriles que se producen son para honrar los compromisos pasados con China y Rusia, y recuerden que estas entregas de barriles en la actualidad no generan flujo de caja, ya que son formas de pago por dinero que se recibió en calidad de anticipo. Venezuela debe, a finales de abril de 2019, honrar compromisos financieros con Rusia; de hecho, varias autoridades de dicho país han declarado que «esperan» que Nicolás Maduro cumpla con este pago.

La deuda con Rusia se estima, ya que al día de hoy hay muchos documentos son un misterio que conocen solo las «sociedades secretas de Rusia-China-Venezuela» en algo así como US$ 17.000.000.000 y con China una estimación cercana a US$ 24.000.000.000. Estos pagos se honran con los tristemente célebres envíos de crudo de Petróleos de Venezuela a Rusia y China. Estos envíos deberían ser, en el caso de Rusia, de 300.000 barriles por día, y de China, de 600.000 barriles por día, pero la realidad, me afirma el profesor Rafael Quiroz Serrano, es que la producción y envío son de 150.000 para Rusia y 300.000 por día para China. De los que se envían a China solo 20 % de la factura genera efectivo, y en el caso de Rusia, solo el 30 %.

En el peor de los escenarios para Cuba, le pregunté al profesor Rafael Quiroz Serrano si es factible que ante la presión de la administración Trump el régimen opte por hacer envíos por vía aérea y me confirmó tajantemente que no se puede enviar logísticamente. Y, adicionalmente tampoco se podría por los altos costos y el peligro que eso representa. En prácticamente todos los casos se envían por vía marítima en la modalidad de tanqueros petroleros o por vía terrestre por oleoductos, y en casos muy puntuales por tren o gandolas, dependiendo de la geografía y acuerdos entre las partes. Las torturas de Donald Trump son inquisidoras, pero buscan romper a la dictadura de Nicolás Maduro y devolver a Venezuela su libertad.

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