Micro TDH, artista urbano merideño, y la cantautora Elena Rose, residenciados en EE. UU., salieron al escenario como teloneros de Karol G. Cada uno, a su manera, le habló al país desde la esperanza, en uno de sus momentos más oscuros. Ambos mostraron de una manera sutil, pero contundente, la sensibilidad de la artista latina más grande del momento hacia nuestro país.
Por: Leonor Suárez
Arrancando el año, la artista venezolana Elena Rose publicó en redes un encuentro con Karol G. Inmediatamente, anticipé la planificación de un tema en conjunto. Hace unas semanas, sin embargo, la colombiana anunció otra noticia. Quizás mejor: Elena Rose abriría sus presentaciones en Caracas.
Ella, junto al otro opening act de la noche a cargo de Micro TDH, mostraron de una manera sutil, pero contundente, la sensibilidad de la artista latina más grande del momento hacia nuestro país.
Empecé a escribir estas líneas el viernes 22 de marzo a la espera del retorno de Karol G a Venezuela tras diez años, en los que ha cosechado miles de millones de views, cinco Latin GRAMMYs y un GRAMMY.
Llegó de pronto la noticia de María y Corina, y quedé atrapada (como es costumbre) entre la música y la política. Un amigo, exiliado y perseguido político, me escribió por WhatsApp preguntando: «¿Dirá algo Karol G de lo que está pasando en Venezuela?». Dudé apenas unos segundos, pero entendí rápidamente que no. Y luego me pregunté por qué habría de hacerlo.
La música de Karol G es puro gozo, su discurso femenino gira entorno al amor, y su rebeldía es más de estilo y estética que directamente social o política. Su discurso político, siempre riesgoso para un artista de su estatura, se lo debe sobre todo y primero a su país Colombia. Y así lo ha hecho.
Le pedí a mi amigo que prestara atención a los venezolanos que esa colombiana sensible a su tierra invitó para que abrieran su show en Caracas. Primero, Micro TDH. Un artista urbano de Mérida que antes de emigrar (justamente a Medellín, la ciudad natal de Karol G), había hecho de su música un grito de protesta durante los años más duros de la crisis económica venezolana.
Micro es autor de temas de denuncia como Pequeña Venecia o Aquí estoy, y comenzó en el freestyle soltando el barrio en barras. “Ya no hay harina pa’ las arepas”, dijo el merideño en una canción en 2016 donde también sentenció: “Venezuela, país de nosotros solamente y solo nosotros podemos concientizar a la gente”.
Desde hace varios años, Micro pertenece a Big Ligas, la disquera de Ovy On The Drums –el productor musical detrás del ritmo de Karol G.
Le pedí a mi amigo que mirara a Elena Rose, cantautora venezolana actualmente radicada en Miami que ha prestado su pluma a artistas globales como Becky G, TINI, CNCO y, más recientemente, sumó su parte en el último álbum de Shakira, publicado hace apenas unos días.
Elena Rose es la misma que este año decidió escribirle una carta de amor a su infancia venezolana en el tema Caracas en el 2000, interpretado junto a Danny Ocean y Jerry Di.
La noche del viernes, Elena no solo se conmovió hasta las lágrimas al cantarle a Caracas en Caracas, también entonó “Llevo tu luz y tu aroma en mi piel”, y acompañada de un cuatro, cantó ‘En carne viva’, el tema de la cantante llanera Scarlett Ortiz.
Elena saltó, lloró y gritó «¡me como una arepa extrañando mi casaaaaa!» envuelta en la bandera venezolana, sobre el escenario de Karol G.
Una bandera que curiosamente no tenía ni siete ni ocho estrellas, tenía una frase que parecía hablarle al país en su época más oscura: “Eres luz”.
LEONOR CAROLINA SUÁREZ / X: @LeonorSuarez / Instagram: leocarosuarez
Estratega de contenidos, escritora y guionista radicada en EE UU. Licenciada Cum Laude en Derecho de la UCAB y máster en Comunicaciones de University of Florida. Cuenta con más de diez años de experiencia en periodismo digital y producción audiovisual. Fun fact: participó en Miss Venezuela 2004.
Miles de venezolanos en las zonas más desconectadas del país visitan El Pitazo para conseguir información indispensable en su día a día. Para ellos somos la única fuente de noticias verificadas y sin parcialidades políticas.
Sostener la operación de este medio de comunicación independiente es cada vez más caro y difícil. Por eso te pedimos que nos envíes un aporte para financiar nuestra labor: no cobramos por informar, pero apostamos porque los lectores vean el valor de nuestro trabajo y hagan una contribución económica que es cada vez más necesaria.
HAZ TU APORTE
