Caja Seca.- Pisos limosos, paredes agrietadas, filtraciones, una carretera desmoronada por el paso del río Tucaní y la amenaza de inundarse cada vez que llueve ante la crecida de su caudal. Bajo estas condiciones han transcurrido el último año los pobladores de San José de Heras en el municipio Sucre del estado Zulia donde las autoridades locales y regionales no han intervenido los diques que ceden durante las crecientes.
Ana Marcelis Chourio quien tiene 55 años y es vecina en San José, indica que el poblado, fundado en el siglo XVI, ha sufrido al menos cinco inundaciones desde el 4 de junio de 2020, tiempo que coincide con el decreto de alarma por la pandemia del COVID-19. Aún esperan que el gobierno atienda las rupturas del muro de contención.
“Un tramo de la carretera colapsó en la vía San José-San Antonio. Por allí hay un caño de un metro de profundidad y debemos pasar por una tabla”, contó Ana Marcelis. Dice que los vasallos del chimbánguele hicieron una protesta para implorar por Misericordia a Ajé y a su vez reclamar la inmediata atención gubernamental.
También comenta que San José tiene 474 viviendas de tres sectores o calles y que el 85% de los inmuebles se inunda cuando las precipitaciones arrecian. Añaden que al menos 50% de las casas presentan daños en su infraestructura por lo que en una vivienda conviven dos o tres familias.
“Necesitamos un dragado urgente; los sanjoseneros no queremos vivir más así. El alcalde es de aquí, los abuelos del protector del Gobernador son de San José y este pueblo ha dado militares, peloteros y muchos profesionales y estamos olvidados”, expone la mujer vía telefónica este lunes 28 de junio a El Pitazo.
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Jonys González, alcalde del municipio Sucre, consultado ante la falta de atención a los diques, señaló que no ha tenido respuesta por parte de los entes regionales ni nacionales como son el ministerio de Ecosocialismo y la Gobernación de Zulia.
Además del río Tucaní asegura que deben intervenir con maquinaria y labores hidráulicas secciones de los ríos El Quince, El Arenoso, Culebra, Capiú y Playa Grande. La autoridad coincide en la urgencia de dragar la desembocadura de los citados afluentes.
En el caso de San José advierte que el muro cedió cerca de un kilómetro y las casas están en riesgo de desplome. “Los muros son arenosos y ceden con cualquier creciente. Es necesario reforzarlo. El puente está sedimentado”, añadió el funcionario.
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