Barquisimeto.- En la urbanización Rafael Caldera, en el oeste de Barquisimeto, hace más de una semana que no llega ni una gota de agua por tubería. Los propios vecinos denunciaron la situación y además dijeron que en la zona había racionamiento previo tres veces por semana, pero ahora, debido a una tubería rota en la avenida Las Industrias, no han recibido el servicio.
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Eira Baptista, vecina, indicó que se hizo la denuncia, pero las autoridades de Hidrolara no han acudido para explicar la situación. La comunidad solo conoció por las redes sociales sobre la tubería rota, pero no sabe hasta cuándo estará con los grifos cerrados.
Cuando el servicio falla, algunos habitantes han tenido que caminar hasta las empresas que cuentan con tanques, ubicadas en la avenida Las Industrias, para pedirles algo de agua. El vital líquido deben cargarlo en garrafas y potes hasta sus hogares, a donde se dirigen casi siempre a pie.
Las fallas en los servicios públicos no se circunscriben solo al agua. Aunque el aseo urbano pasa casi a diario por la calle principal de La Caldera, el resto de las calles debe esperar una semana o más para que recojan los desperdicios de los hogares, lo que trae contaminación y proliferación de animales rastreros.
La vialidad presenta daños, y sobre este problema los vecinos indicaron que no ha habido operación bacheo en esta comunidad. Por si fuera poco, también hay que contabilizar el racionamiento eléctrico, que no ha cesado y, como en el resto del estado Lara, es improvisado. Nadie sabe a qué hora se quedarán “sin luz” ni cuándo volverá. “Esta semana se ha ido todas las noches. No es justo que a mi edad tenga que cocinar a oscuras. Es indignante”, comentó otra vecina del sector.
Transporte escaso
Para la zona de La Caldera funcionaban las conocidas Ruta 1 y Ruta 15, pero desaparecieron. Ahora pasan pocos autobuses, que cobran 1.000 bolívares o más por recorrido corto. Si una persona trabaja en el centro de la ciudad, debe tomar dos para ir y dos para regresar, lo que diariamente equivale en promedio 4.000 bolívares en efectivo, solo en transporte público.
“Pasamos horas esperando un autobús y a veces tenemos que caminar hasta La Playa (Santa Isabel) o hasta el centro comercial Metrópolis para poder salir de aquí. Mi mamá es enferma renal y se nos hace muy difícil llevarla a las diálisis”, dijo Ericka Martínez, representante del consejo comunal.
El hermano de Milagro Mendoza convulsiona. Cada semana deben invertir un mínimo de 48.000 bolívares para que pueda tomar su tratamiento de dos pastillas diaria, solo de un fármaco.
“Debe tomar varios medicamentos, pero solo podemos darle carbamazepina y a veces, cuando no tenemos el dinero, le damos solo una pastilla en la noche. Pero ha tenido varias recaídas. En el Seguro Social nos dijeron que allá no tienen esos medicamentos”, contó Mendoza.
Ymara Chirinos de Piñero pide a las autoridades municipales la limpieza urgente del Dren X, que rodea a la urbanización, porque con el inicio de las lluvias, están en riesgo de inundaciones.
“Aquí no hay drenajes y desde hace como tres años no limpian las quebradas que rodean a la urbanización Rafael Caldera. Han crecido hasta árboles y es peligroso, ya una vez esta comunidad se inundó y no queremos que vuelva a pasar”, agregó Chirinos, profesora jubilada.
Casa comunal
En la casa comunal de La Caldera se realizó una proyección de vídeos informativos, además de una charla sobre cómo potabilizar el agua, tomando como base los consejos publicados en El Pitazo, la cual fue dictada por los integrantes de la Asociación Civil 251 en Acción.
Los vecinos también escucharon el pódcast “A quemarropa”, que forma parte de la serie Voces del Desamparo, realizada por 20 periodistas de Venezuela, quienes entrevistaron a víctimas o familiares de víctimas de violaciones de derechos humanos en el país.