La conmoción tras la muerte de la enfermera jubilada Aida Belén Pereira Goitía, de 67 años, reportada desaparecida el pasado 12 de junio y cuyo cuerpo fue hallado el 14 de junio, aún persiste. Familiares y vecinos de la sexagenaria, quienes luego de conocer los resultados de la autopsia que indicó como causa de muerte un infarto, exigen la intervención del fiscal general de la República designado por la Asamblea Nacional Constituyente, Tarek William Saab, en la investigación que continúa abierta.
Leonardo Jesús Irausquín Pereira, hijo de la enfermera retirada, hizo formal la solicitud a través de un video que circuló en grupos de WhatsApp e Instagram, en el que expresó que él integró el grupo que inició la búsqueda de su mamá un día después de formular la denuncia ante los cuerpos policiales, cuando la desaparición era notoria, y no tenían ningún contacto con su madre después de ir a vacunarse contra el COVID-19 en el hospital de Coro.
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«La conseguimos en una zona enmontada que no está en el camino que la gente transita normalmente, detrás de tres o cuatro cerros de tierra de esos que dejan los camiones volteo que descargan escombros. Allí encontramos el cuerpo de mi mamá en condiciones deplorables», explicó Irausquín Pereira.
Aun cuando la versión oficial arroja que su mamá murió de un infarto, la duda persiste. Leonardo fue una de las personas que la halló semidesnuda, sin zapatos y a una distancia muy retirada desde el camino transitable, por lo que dificulta que su mamá haya llegado por sus propios medios o por lo menos consciente al punto donde fue encontrada. «¿Por qué mi madre estaba en esas condiciones? Nadie se quita la ropa cuando cree que le va a dar un infarto», se preguntó.
Aunque el caso no está cerrado se mantiene el infarto como causa de muerte. Loneida Irausquin Pereira, hija de Aida, desmintió al funcionario policial Morales Miranda. «Es mentira. ¿Por qué ocultan la injusticia ¡Dios! A mi mamá la encontraron golpeada, desnuda, dentro de un monte. Me la mataron, que se haga justicia. Eso no es así, no, a mi mamá la mataron. ¿Por qué ocultan la verdad, por qué?», dijo Loneida.
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Ante la presión de los familiares, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) ha peinado el llano por donde suponen que Aida Pereira debió caminar para dirigirse a su casa. El abogado penalista, César Curiel, consideró que lo declarado por Morales Miranda, en su calidad de funcionario policial, viola el Código Orgánico Procesal Penal, que establece el secreto en la fase de investigación para terceros y prohíbe a la policía dar declaraciones sobre la misma.
Son muchas las interrogantes que deben ser respondidas, tanto a familiares como a la ciudadanía en general, sobre todo, dijo el abogado, conocer dónde y en poder de quién encontraron el celular que portaba Aida y si el infarto fue provocado súbitamente o por circunstancia atenuantes, como tortura física o psicológica.
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