Numerosos campesinos de la parroquia Río Negro, ubicada en el municipio fronterizo Machiques de Perijá, se enfrentan a diario a graves dificultades para poder subsistir. El deterioro de la vialidad agrícola y la falta de transporte en zonas rurales empeoran su situación.
Impulsar la producción nacional se ha convertido en uno de los mayores desafíos en Venezuela a la hora de elevar los niveles de producción desde las iniciativas ciudadanas. Esta realidad se debe a que existen muchas dificultades en el camino, tales como pésima vialidad, falta de transporte y de electricidad.
En esta circunstancia se encuentra el pequeño productor Alfredo Rincón, campesino de la parroquia Río Negro, frontera con Colombia, quien explicó que actualmente enfrentan múltiples dificultades en esa localidad. El deterioro de la vialidad y la ausencia de un servicio de transporte impide que puedan trasladar sus productos al poblado más cercano, Machiques.
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“Tenemos una zona bastante fuerte en la producción de arroz, yuca, topocho, plátano, maíz, ganadería, queso y leche, pero se nos dificulta bajar la producción hasta la población más cercana», afirmó Rincón. Añadió que pertenece a la comuna socialista Aricuaizá y a través de su estructura organizativa ha expuesto a diferentes dependencias e instituciones su problemática, pero no ha obtenido ninguna respuesta.
“Hemos solicitado apoyo a todos los entes porque no tenemos ni siquiera transporte; tenemos dos años sin transporte público para la zona. Antes se disponía de las llamadas «chirrincheras», pero ya no pasan a la zona”, explicó el productor.
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Indicó que solicitaron dotación de dos camiones 350 para bajar la producción, y además cuatro rústicos, dos para el transporte escolar y otros dos más para el servicio de transporte para la comunidad. La propuesta se introdujo hace tres meses a través del bloque comunero del municipio, pero siguen sin respuesta.
Cuando comienzan las lluvias las vías empeoran. Cuando se desborda el río Lora y el río Aricuazá, afectan a toda la zona y es imposible llegar hasta el área de producción; por esta razón muchas veces se pierde la cosecha. Rincón explicó que existen 23 asentamientos campesinos en toda la parroquia, entre ellos Caño Colorado, Las Guaracuyas, Caño Azul, El Desvío y Caño San Pablo.
Los afectados señalaron que tienen que pasar muchas dificultades. En época de sequía se queman las tierras, y cuando llueve, las mismas precipitaciones ocasionan erosión en los caminos porque no tienen ningún tipo de mantenimiento y por eso vienen las pérdidas.
Rincón aprovechó la oportunidad para resaltar que tienen producción de arroz, pero necesitan una trilladora con urgencia para procesar la cantidad de este cereal que tienen en el sector. Se calcula que actualmente se producen unas 20 o 30 toneladas de arroz.
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