Caracas. En medio de la peor tragedia desde el terremoto y tsunami de 2010 en Chile, un escuadrón en moto irrumpe en los suburbios de Viña del Mar, dominados por voraces incendios, en un gesto de solidaridad. Son migrantes, en su mayoría venezolanos, con mochilas llenas de donaciones de agua y comida.
Se hacen llamar fuerza de «apoyo humanitario». «Acá estamos ayudando«, dijo a la agencia AFP Jeraldin Rincón, una estudiante de enfermería, madre de un adolescente de 16 años, que emigró en 2017 a Chile.
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Agrupado en una fundación que apoya a motociclistas denominada Defensa Motorizada, se ve en un video en redes sociales al grupo de repartidores venezolanos con mochilas cargadas de provisiones, principalmente agua y comida, para los afectados por los incendios.
«A lo mejor no tenemos plata, pero hacemos lo que podemos, lo que está a nuestro alcance, traemos mucha agua, sobre todo. Hace falta mucha agua en este lugar, se siente mucho el fuego», añadió Rincón, de 34 años.
El viernes 2 de febrero, mientras los incendios avanzaban, Rincón recibió un mensaje urgente de su hijo y rápidamente se movilizó para ayudar. Subió en su moto hasta el sector El Olivar, uno de los poblados más castigados por los incendios forestales que causaron hasta ahora más de 100 muertos en la región de Valparaíso, en cuya jurisdicción está Viña del Mar.
Desde entonces, junto con otros migrantes, la venezolana ha coordinado esfuerzos para recolectar y distribuir suministros a los afectados. «Tenemos un centro de acopio improvisado» en un local de repuestos para motos. «Otra chica hizo 50 almuerzos para repartir. Así, poco a poco, fuimos conectando incluso con gente que no conocemos», indicó a la agencia francesa.
«Queremos agradecerles a las personas que vinieron en moto, los delivery, que normalmente son venezolanos, que vinieron en masa a entregar cosas para la gente de acá arriba (…) nos trajeron comida preparada«, dijo una mujer chilena a Telesur el lunes 5 de febrero.
Operación Te quiero Chile vence estigmas
Bajo el nombre operación Te quiero Chile, los repartidores venezolanos también han movilizado a las víctimas de los cerros. En sus motos han llegado hasta donde el fuego lo permitió por las estrechas y empinadas calles de El Olivar, Villa Independencia o Quilpué, varios de los puntos más afectados.
«Nosotros estábamos abajo y había personas que venían por la calle desesperadas. Una señora me pidió que la subiera (al cerro) porque su casa se estaba quemando (…) Ese fue el primer apoyo que dimos: subir a las personas que venían desesperadas«, expresó Jean Piero Muñoz, de 38 años.
Asimismo, los migrantes venezolanos se organizaron para llevar almuerzos y agua a las brigadas de bomberos y rescatistas voluntarios, a pesar de que en varias partes han recibido insultos y hasta amenazas, por personas que se han hecho eco de una serie de audios y videos virales con teorías conspirativas, que vinculan a personas de esta nacionalidad con el origen del desastre forestal.
Conmovido por el gesto de los repartidores venezolanos, Sebastián Jiménez, de la municipalidad de Quilpué, encargado del centro de acopio, los recibió con emoción y cuestionó la actitud de sus compatriotas.
«Yo sé y soy consciente del estigma que la gente de su nación tiene en mi país, pero el hecho de que estén aquí para ayudar, reafirma sus valores (…) El máximo agradecimiento por la solidaridad que están demostrando”, manifestó en un video recogido por el medio Crónicas de Chile.
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Los repartidores forman parte de la comunidad de más de 530.000 venezolanos que ha llegado a Chile en los últimos 10 años, según cifras del Servicio Nacional de Migración. Unos 30.000 de ellos trabajan como repartidores de empresas que funcionan por aplicaciones móviles, reveló un estudio de la universidad Diego Portales.
Con información de AFP, Crónicas de Chile y Telesur
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