Por Mireya Tabuas
Santiago de Chile. Nada iba a impedir que Evaluz Urdaneta, zuliana con dos años viviendo en Chile, fuese a votar en la Primaria para elegir el candidato de la oposición. “Nada”, reitera, animosa.
Para ella, no fue obstáculo el hecho de movilizarse en silla de ruedas, ni tampoco que hubiese cientos de paisanos agolpados fuera del centro de votación, esperando por sufragar, quienes hacían una fila que daba vueltas por varias cuadras de Providencia.
“Aunque me hubieran tenido que cargar yo iba a votar, no iba a dejar de hacerlo”, expresa Urdaneta y, con decisión, empuña sus dos manos, mientras su hija la observa, orgullosa.
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El mismo espíritu tiene Hetexi Urbina, una adulta mayor, también zuliana y con tres años en Chile: “Voté para que todo mejore en Venezuela”, dice sonriendo. Mientras, el joven Anderson Centeno, nacido en Guarenas y con 7 años en Chile, también comenta con entusiasmo: “Voto con la esperanza de salir de este régimen y volver a casa a reencontrarme con mi tierra”.
Son solo tres testimonios de los miles de ciudadanos venezolanos que acudieron al centro de votación de la capital chilena, ubicado en el liceo Arturo Alessandri Palma, en la avenida General Bustamante, casi en el límite entre la comuna de Providencia y Santiago Centro.
Deseos de participar y elegir desde Chile
Desde temprano los venezolanos hicieron una larga fila que se extendió por varias cuadras, pero no había impaciencia por las largas horas de espera, más bien la gente disfrutaba del momento, de compartir con los paisanos y gozar del ambiente festivo y esperanzador.
Muchos portaban banderas o lucían sus gorras tricolores. Muchos jugaban a ser reporteros y, celular en mano, registraban su experiencia. También muchos votantes hablaban con su familia en Venezuela y compartían con ella mensajes de optimismo. No faltaron las selfies para dejar registrado el momento en las redes sociales. Tampoco faltaron cantos, esos que muchos han coreado en los últimos años: “Y va a caer, y va a caer, este gobierno va a caer”. Sin duda, la gente estaba contenta.
Adentro, los voluntarios que trabajaban en las 89 mesas del centro de votación más grande del mundo, con más de 53.000 electores, se manifestaban orgullosos de su misión, aunque fuera ardua.
“Lo hago para ayudar a mi país”, dijo Veruzca Gamboa.
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Guillermo Acuña, otro de los miembros de mesa, añadió: “Este es mi granito de arena para ayudar en un cambio para Venezuela”. A su lado, Ana Beatriz Azócar, otra voluntaria, sostuvo: “Donde esté, voy a apoyar a mi país”.
La exembajadora y coordinadora de organización de la Primaria, Guarequena Gutiérrez, indicó: “Hemos estado masivamente atendiendo la asistencia de todos los electores. Son ríos y ríos de gente, mucha participación, los venezolanos quieren votar y quieren estar en el proceso de totalización, hemos contado con muchos voluntarios y apoyo de carabineros, Cruz Roja y policía de la Municipalidad de Providencia”.
Además, el coordinador general de la elección Primaria en Chile, Marco Garzón, detalló que son 600 voluntarios en terreno, 11 partidos políticos, 25 organizaciones sociales, todo un equipo de trabajo que está abocado en la capital, Iquique, Concepción y Valparaíso.
“Estamos como hermanos, la receptividad ha sobrepasado lo que teníamos pensado como equipo”.
Y sí, cuando han pasado más de cuatro horas desde que se abrieron las mesas, sigue y sigue llegando gente de todas las edades; siguen y siguen los deseos de participar y elegir.
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