Tomar la decisión de migrar a un nuevo país nunca es una decisión sencilla, pues se dejan atrás muchas cosas para comenzar a construir una nueva vida. La abogada especialista en derecho migratorio María Montoya lo sabe bien y por ello nos acompañó como invitada en el forochat del 30 de abril, titulado “Irse o quedarse: consejos para afrontar la decisión migratoria”. Como siempre, el evento se realizó a través de WhatsApp y en esta oportunidad participaron 782 lectores de El Pitazo.
La ponencia de Montoya inició recordando las palabras del psicólogo Daniel Goleman, que afirma que las personas generalmente toman decisiones viscerales en momentos de incertidumbre, dejando de lado aspectos que pueden ser determinantes en la vida futura.
“En el caso de la migración venezolana esto es un problema frecuente, pues muchas personas no se cuestionan factores como por qué se toma la decisión de migrar, qué empujó a tomarla, cuáles son las habilidades con las que se cuenta para afrontar este desafío y cuáles son los posibles problemas que se encontrarán en el camino”, aseguró la abogada para luego añadir que la decisión de migrar siempre debe tomarse en frío y no desde el hervor de los sentimientos.
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Moreno aseveró que buena parte de los problemas que enfrentan los migrantes venezolanos ocurren por no planificarse adecuadamente, pero también por tomar la decisión basándose en la referencialidad. “Al menos en los últimos cinco años, muchos venezolanos han decidido migrar solamente porque un conocido los invita a hacerlo, lo que los lleva a pensar que es un proceso sencillo e igual para todos, cuando realmente no es así”, indicó.
La invitada advirtió que durante el proceso migratorio deben tomarse en cuenta multitud de factores. Incluso deben considerarse aquellos que no parecen importantes, como el clima, la gastronomía y los modismos del país de destino, ya que son elementales para adaptarse.
Asimismo, recordó que la salud física y mental del migrante es algo que no puede dejarse de lado nunca durante esta travesía. “La separación familiar y del entorno es un golpe muy duro para la psique del migrante y su círculo más cercano, por lo que asistir a terapia es clave. Asimismo, realizarse chequeos médicos regulares también importa, especialmente si en el grupo se encuentran niños y personas de la tercera edad.
Para finalizar, Moreno apuntó que hay otro elemento vital que muchos dejan de lado en su proceso migratorio: la planificación legal, dejando para después de migrar la legalización y apostilla de documentos. “Esto es un error bastante grave, pues es mucho más difícil hacer estos trámites desde afuera del país y por lo mismo termina retrasándose cualquier intento de regularización migratoria en el país de destino”, alertó.
En su experiencia, todo migrante debería salir del país con al menos los siguientes documentos legalizados y apostillados:
- Actas de nacimiento, matrimonio y/o divorcio, así como antecedentes penales.
- Títulos académicos, notas certificadas y programas educativos en todos los niveles, no solamente en los más altos.
- Mantener la cedulación al día, especialmente si se trata de niños, pues la ley obliga a cedularlos a partir de los 9 años de edad y es un proceso que solamente puede hacerse en Venezuela cuando es primera vez.
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