Por Juan José Sánchez (*)
San Cristóbal.- Comprar ropa para estrenar en las festividades navideñas, especialmente el 24 y 31 de diciembre, es una tradición arraigada en lo profundo de la cultura venezolana. Sin embargo, en años recientes, gran parte de la población ha visto cómo la inflación voraz y los bajos salarios han convertido esta costumbre en una anécdota.
En un sondeo de opinión realizado por el equipo de El Pitazo, algunos tachirenses indicaron que los altos precios de la ropa siembran dudas sobre si esta tradición sigue siendo una prioridad en estas fechas.
“O como o estreno”, dice David Mora, locutor de 26 años. Explica que hoy en día, al menos para él, no es prioridad estrenar, puesto que “la ropa está costosa y lo que se gasta en eso se puede invertir en hacer hallacas”, comenta.
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Mora recuerda que en su familia, de cuatro integrantes, se solía comprar los estrenos para estas fechas. No obstante, a partir de la muerte de su padre, en 2021, le tocó asumir más responsabilidades y hoy debe dedicar sus ganancias a las necesidades del hogar.
Otra tachirense, identificada como Rossana Arias, docente de 41 años, asegura que, hasta el momento, tampoco piensa estrenar ropa en estas fiestas, así como ha dejado de hacerlo desde hace unos tres o cuatro años, por no contar con la capacidad económica.
«Del poco dinero que tengo invertiré una parte en los estrenos de mi hijo. Lo otro va para el mercado. Si me gasto la plata en ropa, tendríamos que reducir el tamaño de las comidas”, asegura Arias.
El caso de Zulay Pinto, asistente de cocina de 53 años, es aún más difícil. Luego de un profundo suspiro, comenta que su padre fue diagnosticado con cáncer y ha destinado casi todo el dinero que gana al tratamiento, por lo que ni siquiera se ha planteado la posibilidad de estrenar ropa nueva este diciembre.
Menos responsabilidades, más posibilidades de estrenar
Un segundo grupo de ciudadanos consultado, todos jóvenes trabajadores, estuvieron de acuerdo en afirmar que sí estrenarán ropa, tanto el 24 como el 31 de diciembre. En estos casos, atribuyeron la decisión a que no tienen mayores responsabilidades en su hogar.
Brayan Gauta, cocinero de 22 años, sí planea estrenar ropa este diciembre, aunque dice ser consciente de que la decisión depende de la situación económica de cada persona.
“En mi caso no tengo mayores responsabilidades y puedo darme el gusto. Tengo más oportunidad y libertad de hacer ese tipo de cosas, de gastar dinero en mí”, sostiene.
Su situación es similar a la de Yon Carlos Hernández, pastelero de 21 años, quien, animado, revela que ha ido comprando con anticipación sus estrenos para las fiestas. Al igual que Gauta, manifiesta que puede “darse el gusto” debido a que no posee grandes responsabilidades familiares y el dinero que gana lo invierte en él.
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“Me puedo dar el gusto porque no soy padre de familia, ni tengo responsabilidades. Para los padres es más complicado. En mi caso, siento que la situación ha mejorado en los últimos años. Hoy en día, además, cada quien se rebusca”, asevera Hernández.
Asimismo, María Chaparro, comerciante de 26 años, también prevé estrenar vestimenta en estas fechas. Sin embargo, explica que es más “por necesidad, que por gusto», puesto que desde hace unos cinco años no ha comprado ropa nueva y ya se ve en la obligación.
“Siento que la idea de estrenar el 24 y el 31 se quedó en la infancia y la adolescencia, como hasta 2014. Más bien este año he tenido la oportunidad. En los últimos años, la posibilidad de comprar ropa era más escasa”, asegura.
¿Cuánto se necesita para comprar los estrenos?
Todos los tachirenses consultados coincidieron en afirmar que se necesitan, como mínimo, unos 2.000 bolívares para comprar un conjunto de ropa, el equivalente a unos 55 dólares, según la tasa vigente del Banco Central de Venezuela (BCV).
Los tachirenses consultados calculan que el monto corresponde a un pantalón de unos 540 bolívares (15 dólares); una franela, de unos 360 bolívares (10 dólares) y un par de zapatos de 1.070 bolívares (30 dólares), teniendo como base los precios más económicos del mercado local.
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Según datos publicados por el BCV, la inflación alcanzó 183,1 % entre enero y noviembre en Venezuela, mientras que el salario mínimo sigue estancado en 130 bolívares, lo que representa 3,63 dólares.
Un trabajador promedio del sector privado devenga el equivalente a 149,8 dólares mensuales, poco más que un empleado del sector público, quien percibe el equivalente a 113,3 dólares al mes por sus servicios, reveló la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida de los venezolanos (Encovi), publicada en 2022.
(*) Programa de formación de nuevos periodistas
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