El director de la encuestadora Delphos está convencido de que en 2024, si la ahora candidata presidencial de la oposición mayoritaria y los partidos políticos que deberán respaldarla trabajan en sinergia, con una lectura acertada del momento político, la participación favorable para un cambio político que le dé el poder a la oposición podría superar los 8.000.000 de votos

La victoria de la candidata por Vente Venezuela, María Corina Machado, en la elección Primaria del 22 de octubre no fue una sorpresa, pues la encuestadora Delphos, entre otras, vaticinaba un triunfo amplio de la exparlamentaria opositora. Sin embargo, sí fue notable la movilización y la participación: Machado ganó con 2.253.825 votos, lo que equivale a 92,35 % del total; una cifra que, de acuerdo con el director de Delphos, Félix Seijas, refleja, en parte, que la estructura de Vente Venezuela es más robusta de lo que se creía.

Pero la contundencia del triunfo de Machado no implica que la ahora candidata presidencial unitaria del sector mayoritario de la oposición pueda prescindir en 2024 de las estructuras de los partidos políticos tradicionales que conforman el llamado G4 (Acción Democrática, Primero Justicia, Voluntad Popular y Un Nuevo Tiempo).

“María Corina Machado demostró que tiene más maquinaria de lo que se puede pensar (…) Ahora, si necesita o no del resto, aquí nadie puede solo (…) María Corina Machado tiene que estar bastante clara de que necesita las voluntades y parece que el discurso apunta a eso, en buscarlo, además”, resaltó Seijas en entrevista concedida al director de El Pitazo, César Batiz.


Si al Gobierno no le importara el tema electoral, porque tiene todo el control, no se mostrara tan nervioso con lo sucedido el 22 de octubre

Félix Seijas, director de la consultora Delphos

El estadístico destaca que Machado, como fenómeno electoral, encarna ahora la nueva posibilidad de un cambio político y eso, entre otros factores, explica el apoyo que recibió el 22 de octubre. Sin embargo, Seijas advierte que ese respaldo no es ciego, por lo que Machado y los partidos políticos opositores deben leer con inteligencia y cautela lo que más de 2.400.000 venezolanos expresaron con su voto el 22 de octubre.

“80 % quiere el cambio político porque quiere un cambio en sus condiciones de vida (…) Juan Guaidó, de la nada, tuvo más de 60 % y cuando la gente sintió que no funcionó, ese apoyo se retiró (…) no quiere decir que la gente lo odie, sino que voltearon a ver quién puede ser la persona que materialice el cambio. Esa persona es María Corina Machado”, explicó Seijas.

–¿Cómo entender el evento político del 22 de octubre?

–Nosotros teníamos un modelo que utiliza varias preguntas del cuestionario y terminamos arrojando una variable sintética, que significa que no es una variable primaria; no es una pregunta específica, sino que varias preguntas se terminan metiendo en un modelo y arrojan la posibilidad o probabilidad de que la persona asista a votar. Esto ha sido probado desde hace unos cuantos años en diferentes eventos electorales y funciona muy bien. Tenemos la primera categoría que es probabilidad alta de votar, lo que llamamos el piso. La experiencia que hemos tenido es que el nivel de votación jamás baja de ese piso, que era 8 %, 1.4 millones de votantes. Y tenemos el techo, cuando le sumamos la probabilidad media alta; ahí es cuando llegamos a un 17 %, 18 %, que eran como 3.000.000 de votantes. El número debería estar entre el piso y el techo.

Muchas personas no creían ni siquiera en el piso, pero era lo que los números arrojaban. ¿Qué explica lo que ocurrió? Muchas cosas: venimos de un país en el que casi 80 % de la población que quiere cambio tenía el ánimo en el piso, veníamos de una montaña rusa; se han generado altas expectativas que la gente cree que no se cumplen. Ese subir y bajar terminó haciendo que la gente empezara a ser un poco más desconfiada. La Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que era la estructura que la gente consideraba legítima, se desvaneció. Te quedaste sin estructura, sin norte, sientes que es muy difícil hacer las cosas. El ánimo estaba bajo.


En este momento, decir que votó 12 % del padrón electoral es una cifra impresionante por las circunstancias y todos los obstáculos, pero esa es solo la punta del iceberg

Félix Seijas, director de la consultora Delphos

Lo primero que hace la Primaria es traerte al presente 2024: una elección que la gente ni se acordaba que estaba ahí, porque el ánimo era muy bajo. Eso lo trajo al presente, la gente empezó a pensar en esa elección de 2024 y que, de nuevo, podía ser una oportunidad para lograr el cambio, pero para eso era necesario que esa estructura unitaria opositora existiera. La misma Primaria hizo que la gente sintiera algunos esfuerzos de estructura, donde había nombres nuevos y parecía que sí había algo que se estaba tratando de estructurar alrededor de la idea que más valora la gente, la idea unitaria.

Esto hizo que la gente tuviera esperanzas de nuevo en que algo se iba a hacer. No todo el que tiene esperanza termina votando en una elección primaria. En el mundo, las cifras son de baja participación. En 2012, en un momento de mucho ánimo, sin tantos obstáculos ni la diáspora que tenemos, votó 16 % del padrón electoral, es una cifra gigantesca. En este momento, decir que votó 12 % del padrón electoral es una cifra impresionante por las circunstancias y todos los obstáculos, pero esa es solo la punta del iceberg, debajo de eso hay una cantidad de gente, de más de 6.000.000 de personas que están expectantes, que estaban esperando ver qué iba a resultar de ahí; si la oposición iba a hacer las cosas como la gente piensa que debe hacer las cosas: en unidad, pensando en lo común y no en lo privado. Lo importante es la energía que hay detrás de eso y los mismos estudios arrojan que es gigantesca.

–Según las álgebras del oficialismo, es imposible llegar a la cantidad de votos del 22 de octubre. ¿Cómo entender las cuentas que el Gobierno quiere sembrar en la narrativa sobre la Primaria?

–El primer error, y digo error porque no es lo correcto -ellos saben por qué lo dicen-, es que toman en cuenta que un votante entrega su cédula, hace todo el recorrido hasta que vota y mete la papeleta en la caja, y ningún otro votante se ha aproximado a la mesa; es decir, un votante hace todo el recorrido completo y después viene otro votante. Eso no es así, porque para eso se diseñó la herradura: son hasta tres personas que están al mismo tiempo en la mesa. Ese es el principal fallo en la lógica de las cuentas que han empezado a sacar por ahí.

En 2021, en las primarias del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) tenían casi el mismo número de mesas que el domingo 22 de octubre. Es más, esta vez había solo 10 mesas más que las que hubo en 2021, y el Gobierno dice que 3.500.000 personas votaron en 2021. Si con el mismo número de mesas, aquello fue posible, no veo cómo no puede ser posible lo que ocurrió el domingo.

–En el caso de María Corina Machado, el estudio de Delphos de junio le daba una ventaja que estaba por el orden de 80 %, pero fue más de 90 %. ¿Cómo pudo ocurrir eso?

–El estudio decía 87.6 %, esa era la estimación puntual. Estos son estudios que están sustentados en teoría de muestreo: no se observa todo, sino una parte de la población y con eso se estima, es decir, hay un error muestral ahí. Ninguno de esos estudios dice lo que va a ocurrir exactamente con decimales. Lo segundo es el momento en que se hace. Tercero, el tipo de pregunta. Esa era una pregunta abierta. Estos estudios lo que hacen es darte una idea de escenarios para tomar decisiones, eso no se hace para el público en general, y lo que decía era que María Corina Machado tenía una ventaja gigantesca.

–¿Se había visto un fenómeno como este, de tanta ventaja en una encuesta para una primaria o en otro evento parecido?

–Solo en primaria recuerdo aquella de Carlos Andrés Pérez contra Octavio Lepage, es el único caso que yo recuerdo de una ventaja tan grande, y no llegaba a ser como este. Después de esta, esa es la ventaja que uno recuerda, con la que se podía decir que cualquier cosa que pasara, Carlos Andrés Pérez iba a terminar ganando esa primaria con una ventaja abultadísima.


Lo importante es la energía que hay detrás de eso (la Primaria) y los mismos estudios arrojan que es gigantesca

Félix Seijas, director de la consultora Delphos

–¿Ocurrió una conexión especial entre María Corina Machado y los electores para que sucediera esta votación? ¿Hay algo que, incluso, no hayamos podido ver los venezolanos por la censura, algo que no se estaba viendo?

–María Corina es un fenómeno que lo explican dos cosas, una de ellas es que ha mantenido una postura que la gente siente que ha sido coherente. Incluso, si a alguien no le gusta su postura, tiene que aceptar que ha sido coherente. Eso es lo primero. Lo segundo es que estamos en un país en el que muchos políticos confunden qué es lo que quiere la gente. El político piensa que lo principal que la gente quiere es el cambio político. 80 % quiere el cambio político, pero una gran mayoría de ese 80 % quiere el cambio político porque quiere un cambio en sus condiciones de vida. Esa es una diferencia importante.

Eso hace que tú quieras conseguir ese cambio de la manera que sea y lo más pronto posible. ¿Quién representa la posibilidad de ese cambio? Hemos tenido diferentes personas que han sido líderes de la oposición en su momento, como fue Henrique Capriles, como lo fueron los presidentes de la Asamblea Nacional y el último fue Juan Guaidó, un desconocido que en cuestión de horas pasó a tener más de 60 % de apoyo; eso no fue porque lo conocían o porque la gente sabía de su trayectoria, eso pasó porque él representaba el líder para esa posibilidad de cambio.

En este momento, con esta montaña rusa que hemos tenido, la gente con el ánimo en el piso empezó a ver en la Primaria que puede haber una oportunidad y quién puede liderar esa oportunidad. El personaje fuera de la caja que terminó calando fue María Corina Machado, porque no es un personaje completamente nuevo, la gente sabe que tiene una trayectoria y eso le importa a la gente, saben que es una persona estudiada y el tema de la coherencia transmite seguridad. Ahí se empezó a pegar gente a la que no le gusta María Corina Machado y su discurso, pero ante la nada surge esta persona y creo que puede terminar siendo, vamos a darle la oportunidad.

El gran apoyo que tiene María Corina Machado en este momento en el país, como política, como candidata, no es un apoyo ciego; no es algo malo para María Corina Machado, simplemente hay que entenderlo. Juan Guaidó, de la nada, tuvo más de 60 % y cuando la gente sintió que no funcionó, ese apoyo se retiró y ahorita está por un 3 % si se mide; no quiere decir que la gente lo odie, sino que voltearon a ver quién puede ser la persona que materialice el cambio. Esa persona es María Corina Machado.

–¿Ubicarías a María Corina Machado en el espectro de la antipolítica?

–En realidad, no. Creo que tiene una manera particular de hacer política. Ella eligió un rol dentro de todo lo que ha venido ocurriendo y su papel, más allá de la palabra, no fue uno activo. Ella entendía que el mercado grande, político, electoral, no estaba abierto hacia ella, era un mercado que lo tenía la MUD y los designios de la MUD iban a terminar teniendo la mayoría de apoyo. Ella entendía eso y se quedó atenta, en la reserva, no desapareciendo, y en el momento en el que el mercado se abrió, porque la MUD se desvaneció, se presentó la oportunidad de la Primaria y ella se activó ahí. En las últimas horas, sus discursos, en la proclamación, y en sus respuestas a preguntas, hay bastante de política ahí.

–¿Crees que podríamos ver una versión de María Corina Machado en 2024 distinta a la que conocíamos hasta este momento?

–Creo que sí, pero es porque cuando el mercado de la MUD no estaba abierto ella tenía un discurso muy radical: le estaba hablando a ese nicho que tenía, sabía que no podía pescar más allá. Cuando el mercado se abrió, ella ha venido cambiando el discurso, fue mutando de manera lenta, y luego de la elección del domingo ha habido pasos más allá, un discurso más moderado, conciliador, de un líder que necesita aglutinar voluntades. Espero que esa sea la tónica.


20 % del chavismo blando votó en la Primaria. Eso es una ventana que se está abriendo, positiva para la oposición y negativa para el Gobierno

Félix Seijas, director de la consultora Delphos

–María Corina ganó con una ventaja importante y se decía que Vente Venezuela no tenía estructura. En Un Nuevo Tiempo y Primero Justicia se unieron en torno a la candidatura de Capriles y la candidatura no levantó. ¿María Corina Machado tiene maquinaria? ¿Puede prescindir de la maquinaria del G4? ¿Cuál es tu observación sobre este tema de la maquinaria, pensando en 2024?

–María Corina Machado demostró que tiene más maquinaria de lo que se puede pensar. De hecho, el problema con Acción Democrática vino por ahí, porque no logró entusiasmar suficiente gente como para ser candidatos a miembros de mesa. Vente Venezuela lo hizo, ha venido creciendo. Ahora, si necesita o no el resto, aquí nadie puede solo. Quien piense que puede solo, termina hundiéndose, ya hemos visto experiencias de eso. María Corina Machado tiene que estar bastante clara de que necesita las voluntades y parece que el discurso apunta a eso, en buscarlo, además.

El resto de las estructuras políticas también tiene que darse cuenta de que lo sucedido el domingo es un mensaje: o se renuevan o van a desaparecer, o quedarán en muy mal estado. Es algo similar, guardando las distancias, con lo sucedido en los 90: un rechazo hacia el statu quo, hacia lo que había en la caja, el liderazgo del momento; el rechazo que empezó con la elección de Carlos Andrés Pérez a pesar de Acción Democrática. Esas estructuras no estaban haciendo una lectura correcta del momento, no se abrieron a la renovación. Los partidos en este momento tienen que dar signos de renovación, de una manera distinta de relacionarse con la gente. Esta crisis que tienen, que se vio reflejada el domingo, puede empeorar.

–Si la punta del iceberg es de 2.400.000, ¿cuánto podría crecer la oposición de cara a la elección presidencial de 2024?

–La oposición puede llegar tranquilamente a 8.000.000 de votos. Si vamos a una elección que mantenga ciertos márgenes como para participar, no digo una elección completamente transparente y competitiva porque en regímenes autoritarios no las hay. No tengo la menor duda de que, por lo menos, 8.000.000 de votos puede terminar alcanzando la oposición. Para que eso ocurra tiene que haber una sinergia entre los partidos políticos, que tienen que hacer una buena lectura del momento, porque se necesita esa estructura, todas y cada una de ellas son necesarias. Si eso entra en crisis, perjudica a todos quienes deseamos un cambio y una transición hacia un sistema democrático. Si esa sinergia se da, incluso ese techo de la oposición, de 8.000.000 de votos, podría romperse, algo nunca visto en Venezuela.

–Para llegar a ese punto hay varios elementos que considerar, entre esos la inhabilitación de María Corina Machado. En la última encuesta de Delphos se refleja que hay un criterio generalizado de que la ganadora de la primaria sea quien escoja su sustituto.

–Los partidos políticos tienen que hacer una buena lectura de lo que ocurre. Para las personas, quien ganara la Primaria pasaba a ser el nuevo líder de la oposición. Cuando eres líder de algo tienes que liderar y eso no significa ordenar y que los demás cumplan; tiene que haber sinergia, estructuras poniéndose de acuerdo, coordinando, y eso es lo que uno esperaría. Si esa puerta se cierra, esta gran oportunidad se puede perder.

La gran mayoría quiere que el ganador de la Primaria, como líder, tenga un rol protagónico, pero la mayoría entiende que no se trata de una sola persona, sino de estructura. Una de las cosas que reanimó a la gente es sentir que, de nuevo, había una estructura formándose; quizá algo etéreo, no tiene cargos, pero hay ese movimiento y eso la gente lo valora. No el trabajo de una persona, sino que sea el trabajo de un líder con una estructura moviéndose.

Cuando en otra serie de preguntas se indaga sobre si las personas piensan que lo electoral es importante, una vez se haya elegido el candidato o si elegido el candidato, si no se le permite participar incluso se proteste, la gran mayoría dice que hay que dar la pelea por la habilitación de ese candidato, pero si llegado el momento no se ha logrado, lo electoral no puede ignorarse. El mensaje está claro, la mayoría no está pensando en una persona, sino en la posibilidad del cambio. Para la gente, decirle no a la elección presidencial no es una alternativa.


No tengo la menor duda de que, por lo menos, 8.000.000 de votos puede terminar alcanzando la oposición (en 2024)

Félix Seijas, director de la consultora Delphos

–El crecimiento del chavismo duro que considera que debe haber un cambio político pasó de 3 % el año pasado a 11 %. ¿Cómo interpretas eso?

–Cuando tus condiciones de vida han caído tanto, empiezas a cuestionarte cosas. Una parte del chavismo duro, más de lo que dicen los números, quiere cambio, solo que el concepto de cambio para ellos es distinto, es que pase algo dentro del PSUV para que empiece a hacer algo diferente; no quieren que llegue la oposición, pero sí que pase algo dentro del PSUV.

Si nos vamos al chavismo blando, la situación es mucho más crítica para el Gobierno porque estamos hablando de porcentajes altos que quieren cambio y que están dispuestos a contemplar otras opciones. En este momento no ven esas opciones. Tenemos un panel de chavistas blandos para hacerle seguimiento y es interesante que 20 % de ellos votó en la Primaria, y cuando se le preguntaba por qué, respondían que para ver qué pasaba ahí. Eso es una ventana que se está abriendo, positiva para la oposición y negativa para el Gobierno. Por eso es que el PSUV, en este momento, está en su peor punto histórico.

–¿Hay garantías de que Maduro sea el candidato o surjan otras figuras dentro del oficialismo que puedan sustituirlo en 2024?

–Lo único que uno puede estar seguro es que dentro del chavismo eso es algo de lo que se habla, porque se quiere evitar o para que suceda, pero es un debate que está ahí. Veo difícil que termine sucediendo porque el PSUV no es un partido democrático, ahí no va haber una primaria; difícilmente se va a cuestionar de forma abierta. Lo que sí es cierto es que una parte importante de la gente, personas comunes que apoyan al partido de Gobierno, quisiera que hubiera otro candidato distinto.

–El 22 de octubre se logró una Primaria con más de 2.400.000 votos, con mucha voluntad ciudadana. Con miras a la elección presidencial de 2024, ¿qué le dirías a los ciudadanos dentro y fuera de Venezuela en función de este proceso electoral que se avecina?

–Lo primero es el mito de que la dictadura no sale con votos. Eso refleja muchas creencias. Uno tampoco va a pensar que un sistema autoritario va a perder una elección y entregará contento. Ese no es el escenario que está planteado, sino crear presión dentro del bloque de poder. Cuando uno revisa en la historia, muchas transiciones han empezado porque la chispa estuvo en un evento electoral, esto eleva la presión en el bloque de poder. Si al Gobierno no le importara el tema electoral, porque tiene todo el control, no se mostrara tan nervioso con algo como lo que ocurrió el domingo 22 de octubre. Dejo esa reflexión.

–¿El Gobierno nunca se imaginó que pudieran concurrir a las mesas de votación más de 2.000.000 de electores el 22 de octubre?

–Estaba aspirando a que no con los obstáculos que puso. Pero ahí estaban las cifras. Ese 8 % del piso iba a votar, decidido; la cifra fue mayor porque parte de los de la probabilidad muy alta también se unieron. En todo esto también está el tema de Barbados y algo muy complicado de resolver para el Gobierno: por un lado, tiene a sus votantes blandos molestos, así es muy difícil movilizarlos, y los necesita para la elección. Eso lo tiene que hacer a través de transferencias: bonos, bolsas CLAP, y para eso necesita dinero; necesitaba que las sanciones se aliviaran, en cierta forma, para hacer una campaña fuerte. Resulta que las sanciones se aliviaban si permitía la Primaria y otras cosas que estaban ahí. Hubo todo un juego en el que el Gobierno sintió que el costo menor era permitir la Primaria.

Miles de venezolanos en las zonas más desconectadas del país visitan El Pitazo para conseguir información indispensable en su día a día. Para ellos somos la única fuente de noticias verificadas y sin parcialidades políticas.

Sostener la operación de este medio de comunicación independiente es cada vez más caro y difícil. Por eso te pedimos que nos envíes un aporte para financiar nuestra labor: no cobramos por informar, pero apostamos porque los lectores vean el valor de nuestro trabajo y hagan una contribución económica que es cada vez más necesaria.

HAZ TU APORTE

Es completamente seguro y solo toma 1 minuto.