El matemático y licenciado en Ciencias Políticas destaca que “la corrupción es una de las mayores razones por las que las relaciones entre Venezuela y China no resultaron”. Los asiáticos prestaron más de 60.000 millones de dólares al chavismo. En 2014, suspendieron los créditos

Entrevista: César Batiz Redacción: Mairen Dona

Desde los años 90, la cooperación económica bilateral entre China y Venezuela cobró mayor fuerza, principalmente en las áreas energética y minera, infraestructura y tecnología, pero la inversión realizada por el país asiático también generó una gran deuda por parte del Estado venezolano.

Cuando el expresidente Hugo Chávez Frías comenzó su mandato en Venezuela tuvo un mayor acercamiento con China y desde ese momento hasta el año 2014, el gigante asiático prestó al menos 60.000 millones de dólares, lo que representa aproximadamente 19% de los 315.000 millones de dólares distribuidos en toda Latinoamérica por empresas, bancos y el propio Gobierno chino.

Parte del dinero enviado al Gobierno venezolano se usó en obras que no se concluyeron, dinero que se perdió con la intermediación de la corrupción. «Esto dejó a China casi que en ridículo por haber invertido tanta plata en Venezuela y quedar con una deuda sin ningún mecanismo para que sea pagada», destacó el matemático y licenciado en Ciencias Políticas, Guillermo Rodríguez Theis, en una entrevista con El Pitazo, realizada por el director César Batiz.

«La corrupción es una de las mayores razones por las que las relaciones entre Venezuela y China no resultaron. Pudo haber sido un milagro económico para Venezuela con la cantidad de dinero que entró al país», afirmó Rodríguez Theis, que en su tesis para alcanzar el grado en el Departamento de Ciencias Políticas de la Amherst College, en Massachuset, EE. UU., planteó un estudio de las relaciones sino-venezolanas en el siglo XXI.

Mientras China se presenta como una alternativa para Venezuela sin imponer condiciones para que sus préstamos sean pagados, la deuda seguirá vigente, pero se deberá generar dinero para que sea cancelada y, por lo tanto, se necesita  más inversión, lo que se traduce en que posiblemente el Gobierno chino aporte más recursos a Venezuela para que logre pagar los millones que debe.


China al no poner condiciones en los préstamos le da riendas sueltas a Venezuela para hacer lo que quiera

Guillermo Rodríguez, matemático y licenciado en Ciencias Políticas

–¿Por qué China tiene interés en Venezuela?

–Es una pregunta con muchas respuestas. China tiene una población y una economía que está creciendo, sobre todo en los últimos 20 años ha crecido de una manera nunca antes vista para un país tan grande, y Venezuela como petroestado es una fuente de petróleo fácil y centralizada. Esta es una de las primeras cosas que llamó la atención de China como país.

Como Estado también hay un tema de expansión de la influencia china en el mundo. Todas las inversiones que ha hecho China en los últimos años internacionalmente, que se enfocan más que todo en Asia y el Pacífico, muchas veces van ligadas a países que tienen algún tipo de afinidad con el Gobierno chino.

En Latinoamérica no había muchos países que se alinearan política o ideológicamente con China, sino hasta principios del siglo XXI cuando entró Chávez. Es la oportunidad de traer crecimiento dentro de China para saciar las necesidades y al mismo tiempo de expandir la economía china, más allá de la región asiática.

¿Por qué Venezuela tiene interés en China?

–China fue y sigue siendo uno de los países que ha proporcionado financiamiento a mayor escala en la historia de la humanidad, sobre todo desde el año 2.000 al 2.014. Cuando hubo un auge de préstamos chinos internacionalmente y en particular, en Latinoamérica, se dio un cambio muy brusco al presentarse como una fuente de financiamiento atractiva. Sabiendo que las relaciones que Chávez buscaba ideológicamente se alineaban más con China, Rusia e Irán, que con Estados Unidos, China ofrece una especie de alternativa.

–China no pone condiciones, la única es que los países aliados no reconozcan a Taiwán. ¿Puedes explicarnos esto?

–Taiwán se encuentra en una situación bastante complicada, en la cual hay organizaciones internacionales que lo reconocen como país, mientras que China dice que forma parte de su nación. En cuanto a políticas públicas y la manera en la que esto se ve, en Venezuela particularmente, es que China al hacer algún tipo de acuerdo la única condición que pone es que no puede reconocer a Taiwán como un país, sino como parte de China.

¿Por qué eso es distinto a como podían darse las condiciones antes? Porque países como Estados Unidos o entidades como el Banco Mundial al dar préstamos daban una lista de condiciones políticas que se tenían que implementar para que el préstamo se diera, entre ellos privatización, liberalización, todas estas medidas que se movían un poco más hacia la liberalización de la economía.

Para un país como Venezuela, en los años 2.000, con mucha intervención del Estado, eso no estaba para nada alineado con lo que buscaban y es cuando aparece China como una opción, que no solo tiene mucho dinero para dar, sino que no pone condiciones para saber cómo se debe utilizar la plata y cómo rendir cuentas. Le dan riendas sueltas a Venezuela para hacer lo que quiera.


En casi toda Latinoamérica podemos ver que existe la corrupción pero en Venezuela es de otro nivel

Guillermo Rodríguez, matemático y licenciado en Ciencias Políticas

–La Teoría de la Dependencia siempre se ha utilizado para hablar de la relación entre países capitalistas y en vías de desarrollo, pero ¿también es aplicable en el caso chino? Si es aplicable, ¿por qué lo es y cómo se ejemplifica esa aplicación?

–Este marco se creó en Brasil para hacer análisis sobre Estados Unidos y Latinoamérica, en el cual se tiene una periferia. En este caso, Estados Unidos siendo el centro capitalista, que cuenta con una economía más desarrollada en la que no solo tiene capacidad de producción, sino también una industria más desarrollada, con capacidad para invertir. Lo que hace es que va a la periferia, que sería Latinoamérica, e invierte ese capital. Lo que busca es extraer materia prima y materiales que necesita para su propia industria. Ahora, el problema consiste en que la periferia se va a dedicar a explotar sus recursos naturales y la industria no se va a desarrollar, se queda sin poder ni inversión porque todo se va. En el caso de Venezuela, se iría el petróleo.

En Venezuela, China invierte directamente en el petróleo y muchos de los créditos son para que a largo plazo se paguen en petróleo. El problema es que no es exactamente lo mismo, porque en la Teoría de la Dependencia hay mucha más influencia en los mercados. En el caso de Estados Unidos con Venezuela el tipo de políticas que puede recomendar y ofrecer va a depender del mercado.

Otro de los sistemas que se deben tomar en cuenta son los de apalancamiento. Qué tanta voluntad puede imponer el país que actúa como centro sobre el país que actúa como periferia. En el caso de Estados Unidos y Venezuela se habla mucho de la influencia política, que no es que va a venir Estados Unidos y va entrar con tanques a decirnos que paguemos, sino más bien las políticas y el rol que tome Estados Unidos en el mundo va a influir directamente en lo que pase en Venezuela.

En el caso de China hay menos sistemas de apalancamientos que puedan usar a pesar de tener alguna alineación ideológica. Pero si se monta el día de mañana un Gobierno que no tenga esa afinidad con China, las políticas externas de China no tendrán casi nada que ver con lo que pase en Venezuela. Si bien China no está tan políticamente ligada a Venezuela, económicamente sí porque queda una deuda gigante, quedan los préstamos, una cantidad de comercios que es imposible de saber.

Yo discuto que en realidad ese apalancamiento no es relevante porque a pesar de que Venezuela tiene una deuda gigante con China, no vemos a ese país mandando ningún tipo de tanques o represión ni viene nadie a poner mano dura para cobrar la deuda y ahí es donde digo que la teoría de la dependencia no es la mejor manera de entender la relación entre China y Venezuela.


La corrupción es una de las mayores razones por las que las relaciones entre Venezuela y China no resultaron

Guillermo Rodríguez, matemático y licenciado en Ciencias Políticas

–19% de todos los préstamos entregados en América Latina hasta 2021 corresponden a Venezuela. Según lo que comentabas anteriormente, ¿la búsqueda por parte de China del petróleo venezolano es lo que explica ese porcentaje en préstamos?

–No en su totalidad porque hay un factor muy importante que es el tipo de relación institucional y económica que tiene China con cualquier país con el que hace negocios. La diferencia entre Venezuela y China es que la influencia china es a través de préstamos de Estado a Estado, mientras que en otros países se usan otros mecanismos, como la empresa privada.

A Venezuela le debería importar si esta plata que está entrando no se está usando de la mejor manera posible. Estos proyectos que se han quedado pausados o que se han abandonado es una pérdida de capital. Es un ejemplo de por qué nuestra estrategia de cómo administrar esa entrada de China a Venezuela falló.

Citas en la tesis el trabajo realizado por un colega de Reuters (Angus Berwick), sobre el caso de corrupción que involucra a Diego Salazar y otros, a empresarios chinos y depósitos en el Banco de Andorra. En el año 2014 se pararon los préstamos. ¿Qué tanto tiene que ver con eso el tema de la corrupción y cuánto ha influido en la relación sino-venezolana?

–Ha sido clave. En casi toda Latinoamérica podemos ver que existe la corrupción, pero el problema en Venezuela es que llega a tal nivel que todas estas inversiones se dan a través del Estado y al haber tanta corrupción e ingresos de China, se va perdiendo mucha plata y van fallando muchos proyectos. A nivel económico ya no tiene sentido seguir haciendo este tipo de inversiones por parte de China a Venezuela.

Todos los proyectos que hacía China en Venezuela eran de infraestructura, los cuales no se podrían ver en uno o dos años si se habían dado o no. China empieza a crear mecanismos de inversión en Venezuela a largo plazo en 2007 y casi 10 años después es que dice «esto no es como lo queríamos». Más bien China queda casi que en ridículo por haber invertido tanta plata en Venezuela y quedar con esta deuda sin ningún mecanismo político que sea legítimo y que también sea efectivo para que la deuda quede pagada.

–También hubo corrupción por parte de China. ¿Qué pasó con eso?

–El Gobierno de Xi Jinping en los últimos años, aproximadamente desde el 2014, empezó con una retórica como la de purgar la corrupción y en parte ha sido una especie de mecanismo para justificar sus acciones cuando son un poco extremas. Pero del lado venezolano el problema es de Estado a Estado, es el mecanismo que se usa en los préstamos, aunque fue mucho mayor la corrupción del lado de Venezuela. Fue una especie de error de cálculo de China de qué tanto debió darle a Venezuela.

Comentaste que China no hará mecanismos de presión para cobrar la deuda. Entonces, ¿de qué forma se cobrará la deuda?

–Para que se pueda cobrar la deuda, hay que generar la plata y para generarla debe haber más inversión. Es posible que China siga de una manera distinta buscando inversión en Venezuela tratando de que comience a generar ese dinero y pueda pagar la deuda.

La deuda va a tardar porque son más de 50.000 millones de dólares. Será pagada casi en su totalidad en petróleo y lo que quiere China es que Pdvsa pueda comenzar a producir y exportar el petróleo a su país. Lo que se comenzará a ver más en Venezuela es la inversión privada y un poco menos de intervención de Estado a Estado.

Desde Pdvsa La Campiña recibí la información de que el conflicto sobre quién tomaba la refinería se resolvió de la siguiente manera: los chinos ponen el dinero, los iraníes hacen el trabajo. Los chinos cobran con gasolina vendida en las islas del Caribe. ¿Eso tiene lógica?

–Podría tenerla, totalmente. Habría que ver el volumen de gasolina que se maneja en el Caribe para ver si tiene sentido a largo plazo como estrategia porque no sé si sea suficiente.


Para que se pueda cobrar la deuda, hay que generar la plata y para generarla debe haber más inversión

Guillermo Rodríguez, matemático y licenciado en Ciencias Políticas

Hablas de una transferencia de la tecnología en Venezuela, pero se usaría para el control social y la reducción de espacios democráticos, pero entiendo que esta tecnología no ha sido tan efectiva en el caso venezolano. ¿Por qué ha ocurrido eso?

–El control de China sobre el internet, la tecnología y redes sociales es casi que absoluto. Por ejemplo, están totalmente prohibidas redes como Facebook, Twitter, que usamos todos los días. Incluso, los mensajes que se mandan desde otras aplicaciones son monitoreados por el Estado, que lo hace de una manera muy específica. Tiene alrededor de 20 millones de personas trabajando simplemente para escanear contenido y ver qué debe ser censurado.

En Venezuela no existe ese volumen de personas con el conocimiento técnico para hacer ese escaneo y sigue sin existir ese entrenamiento técnico para que se de esa escala de censura.

El autoritarismo digital se pudo ver fue en la creación de contenido. Cuando el chavismo comienza a usar Twitter la cantidad de contenido y tuits que creaban era gigante, se llenó Twitter de contenido en pro del Gobierno y esa es una estrategia que se puede usar para lograr esa especie de autoritarismo digital.

¿Eso vino desde China o Rusia?

–Ese es un punto importante, China no estuvo tan metida en el tema de creación y generación de contenido, más bien lo estaban casi que heredando de Rusia que tiene todos los mecanismos y personas dedicadas a tener control de Twitter y manipular la información para crear contenido de manera rápida y cuentas falsas.

Fue con la ayuda de Rusia, pero es una estrategia que ya existía, no la creó Venezuela. Fue una estrategia que se exportó más de Rusia, no de China.

Si desea conocer más detalles de la entrevista puede visitar el canal de El Pitazo en la plataforma Youtube

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